¿Se está volviendo el aire acondicionado un “must” en Chile?

Desde hace unos años, lo que antes era considerado un lujo se ha transformado en una necesidad doméstica para muchos chilenos. El gasto en aire acondicionado (compra, instalación y funcionamiento) se sextuplicó entre 2018 y 2023, con un alza del 492 %. Este fenómeno no es casual, responde tanto a veranos más calurosos como a cambios en el estilo de vida (más tiempo en casa) que han acelerado la demanda de climatización residencial.
Si prefieres versatilidad, una alternativa ha ganado terreno: el aire acondicionado portátil. En viviendas donde instalar un split fijo es complicado, los modelos móviles ofrecen una solución accesible, aunque con menor eficiencia energética.
A continuación, desmenuzamos esta tendencia con cifras, recomendaciones y efectos para tu bolsillo y el entorno.
Cómo ha cambiado la demanda
Hasta hace unos años, los aires acondicionados tenían baja penetración en los hogares chilenos, contrastando con otros países de Latinoamérica. Pero los datos recientes muestran un quiebre: el mercado de aire acondicionado en Chile superó los US$ 700 millones en 2024, y se proyecta que crecerá con una tasa compuesta anual del 5,1 % hasta 2034.
Cada grado extra exigido al aparato puede elevar el consumo eléctrico entre un 6 % y 8 %, por lo que intentar “refrigerar al máximo” tiene un costo energético considerable.
En resumen, los chilenos están comprando más, pidiendo más eficiencia y al mismo tiempo buscando maneras de controlar el gasto.
Cuándo se compran más y dónde son más útiles
La mayor parte de las ventas ocurre entre diciembre y febrero, cuando el calor empuja a muchos hogares a invertir en climatización. Sin embargo, los últimos años han visto picos inusuales incluso en otras estaciones. Olas de calor fuera de temporada han llevado a que algunos usuarios instalen equipos en pleno invierno.
En cuanto a las zonas, las ciudades del valle central (como Santiago) y localidades del interior como Chillán o Los Ángeles enfrentan veranos intensos que superan frecuentemente los 30–35 °C, por lo que la climatización es cada vez más esencial. En cambio, en ciudades costeras con clima moderado como Arica, las máximas de verano rondan los 26 °C, lo que suaviza la necesidad del aire acondicionado.
En el extremo sur (Punta Arenas, región de Magallanes), los veranos son frescos y rara vez superan los 18 °C, por lo que la demanda de enfriamiento residencial es casi residual.
A qué temperatura prefieren enfriar sus casas
El consenso entre especialistas es moderación, mantener ambientes agradables sin imponer costos energéticos innecesarios.
Se recomienda fijar el termostato entre 23 °C y 26 °C durante el verano. Ajustes por debajo de esa zona (por ejemplo 20–22 °C) pueden aumentar el consumo entre 20–40 % según las condiciones de uso.
También se aconseja que la diferencia entre la temperatura interior y la exterior no supere los 12 °C, para evitar choques térmicos y desgaste del equipo.
Prácticas recomendadas para enfriar sin pasarte de caro
La primera recomendación es optar por equipos eficientes, preferentemente con tecnología Inverter. Estos modelos regulan su potencia y evitan los picos de encendido, consumiendo hasta 71 % menos en comparación con equipos tradicionales.
También es clave aislar bien el espacio, cerrando puertas y ventanas mientras el equipo está encendido. Las cortinas y persianas durante las horas de sol reducen la carga térmica.
El uso de temporizadores y modos ECO ayuda a que el aparato funcione solo cuando es necesario. Combinarlo con ventiladores permite subir un grado el termostato sin perder confort, reduciendo el consumo.
Finalmente, la mantención periódica es esencial. Limpiar filtros cada uno o dos meses y realizar revisiones anuales asegura un rendimiento óptimo y evita consumos innecesarios.
Cuánto puede costar y qué impacto ambiental genera
Un equipo de tamaño medio, como un 12.000 BTU, consume alrededor de 1,2 kW por hora activa. Si se usa 8 horas al día durante un mes, equivale a ~288 kWh mensuales. Según precios promedio actuales, eso implicaría un gasto adicional de entre $30.000 a $44.000 CLP.
En cuanto al medio ambiente, aunque Chile ha avanzado en energías limpias, buena parte de la generación eléctrica aún depende de fuentes térmicas. Esto significa que un mayor consumo puede traducirse en más emisiones de dióxido de carbono. Durante picos de calor, el sistema eléctrico nacional se tensiona y recurre a centrales menos limpias para cubrir la demanda.
Vale la pena
Sí, siempre que se use con criterio. El aire acondicionado dejó de ser un lujo elitista en Chile y hoy muchas familias lo consideran indispensable para enfrentar veranos extremos. Pero no basta con comprar un aparato y olvidarse del asunto. Elegir equipos eficientes, usarlos con moderación, mantenerlos en buen estado y ajustar la temperatura con sentido común son pasos clave para que el aire fresco no te salga caro ni al bolsillo ni al planeta.
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