SEÑOR DIRECTOR:

La Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC) se diseñó como un seguro licitado, de prima única, sin financiamiento público adicional, que permitiría a pacientes Fonasa acceder a prestadores privados con garantías financieras.

La industria aseguradora advirtió que se requería una alta incorporación de beneficiarios para mutualizar el riesgo. Para los beneficiarios, el atractivo del seguro dependería de las características de los prestadores interesados en participar. Sin embargo, las tarifas del MCC no han resultado atractivas para clínicas de mayor complejidad, especialmente en la RM, poniendo en duda la capacidad de resolución del nuevo sistema. También se anticipó que las primas propuestas difícilmente cubrirían los costos, considerando una probable selección adversa, el comportamiento oportunista de algunos beneficiarios (por ejemplo, los más de 350 mil en lista de espera quirúrgica) y el número incierto de interesados en el seguro.

Las más de 500 consultas de aseguradoras durante el proceso de licitación, que terminó finalmente desierto, y la baja adhesión de prestadores evidencian las dificultades de diseñar políticas públicas sin comprender el funcionamiento real del sector. La solución no es simple: mejorar las tarifas implicaría primas más altas, menos interés de los beneficiarios, mayor riesgo actuarial, y una discriminación mayor entre quienes pueden y no pueden contratar el MCC, reproduciendo la dinámica que ha afectado a las Isapres y que este seguro buscaba corregir.

Natalia Yankovic Barceló

ESE Business School

Universidad de los Andes