SEÑOR DIRECTOR:

La inclusión de una ciudad en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro por parte de la Unesco implica reconocer que un sitio previamente valorado como de “valor universal excepcional” enfrenta amenazas significativas que comprometen su integridad y autenticidad. Este escenario parece estar materializándose en Valparaíso, una situación que ha generado creciente preocupación en sectores profesionales, políticos y en los propios vecinos.

De acuerdo con la Convención sobre el Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972, ratificada por Chile en 1980, la inclusión de un sitio en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro es una herramienta clave para garantizar su protección. Este proceso no solo permite visibilizar las amenazas que enfrenta un patrimonio, como el deterioro por catástrofes naturales, conflictos o intervención humana, sino que también obliga a la Unesco y al Estado parte a desarrollar y ejecutar un plan de medidas correctoras. Estas acciones se complementan con el apoyo técnico y financiero del Fondo para el Patrimonio de la Humanidad, asegurando así que el sitio pueda recuperar su estado original y ser retirado de la lista de peligro en el menor tiempo posible.

En el caso de Valparaíso, eventos recientes como el incendio del edificio en Av. Pedro Montt o las fallidas licitaciones de mantenimiento de los ascensores, entre muchos otros temas que se añaden a la falta de coordinación institucional para preservar su infraestructura histórica, evidencian la necesidad de medidas urgentes. Chile, como firmante de la Convención de 1972, tiene el deber de identificar y proteger su patrimonio cultural y natural. Este compromiso, asumido hace más de cuatro décadas, es fundamental para asegurar que Valparaíso no solo conserve su carácter único, sino que también honre su título de Patrimonio Mundial.

En un año marcado por dinámicas electorales, resulta oportuno reflexionar sobre la necesidad de que Valparaíso sea considerada para esta designación en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro. Tal inclusión no debe ser entendida como un estigma, sino como un llamado de atención urgente que subraya la importancia de adoptar medidas específicas y prioritarias para su conservación y protección. A veces, el verdadero progreso radica en la capacidad de reorientar el camino hacia un futuro que honre la historia de Valparaíso.

Carlos Maillet Aránguiz

Arquitecto,

Director Lic. en Arte y Conservación del Patrimonio USS