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Björk: “Muchos músicos no pueden pagar el alquiler. Esto se complica con el modelo de streaming”

Durante cinco años, la cantante islandesa presentó Cornucopia, una ambiciosa propuesta escénica basada en la naturaleza. De este se hizo una película que llega a Chile y será exhibida en Omni Soundlab. La artista se explaya con Culto sobre el proceso, las dificultades de las giras y sus críticas a las plataformas digitales.

Björk

Björk pasó una primavera escuchando música en un faro. Para eso, viajó hasta Grótta, una isla de exiguos 13km2 al oeste de la capital de Islandia, Reikiavik. Allí alquiló una casita inmediata al faro (construido en 1897) e hizo instalar un sistema de altavoces, dispuestos de manera de generar un efecto de sonido envolvente en 360 grados. Cuando subía la marea, la isla quedaba aislada unas ocho horas. Así, mientras sonaba música de su álbum Utopia (2017), la artista aprovechó el tiempo para trazar un nuevo proyecto. Un show en vivo totalmente inmersivo. Aquel fue el punto de arranque para Cornucopia, la gira que ocupó cinco de los últimos años de la cantante.

“Intentaba hacerlo todo en sonido envolvente porque tanto el álbum Biophilia (2011), como Vulnicura (2015), estaban en auriculares. Uno era de aplicación y otro de realidad virtual, pero seguían en auriculares. En los auriculares, todo es envolvente. Así que, sonoramente, no era estéreo, sino envolvente”, dice al teléfono con Culto desde Islandia.

Por eso, cuando decidió crear un show totalmente envolvente, la célebre artista quería tener una idea de cómo sonaría en un espacio real. Así que tomó sus bártulos y se fue hasta Grótta. “Tengo una muy buena colaboración con una empresa de altavoces llamada T’nB. Nos enviaron más de 100 equipos y los pusimos en círculo en el faro. Luego pasé unos meses mezclando todas las canciones. Así que viajaban alrededor de la gente y todos los elementos”.

Björk

Aunque en la discografía de Björk, ya hay registros de conciertos, esta vez quiso ir más allá. La idea era hacer un show integral, una experiencia absoluta de imagen y música. Un abrazo entre tecnología, naturaleza, teatro y sonido. Así surgió el espectáculo Cornucopia, el más grande y complejo de su carrera, el que también se plasmó en una película. “Cuando decidí hacer Cornucopia, sabía que sería lo más desafiante para mí porque quería hacer teatro digital, y necesitaba muchas pantallas y muchas cosas con las que viajar. Así que es lo más grande que he hecho”, apunta.

La gira Cornucopia presentó una ambiciosa puesta en escena. Acaso llevando un trozo desde la isla Grótta al escenario, este fue diseñado por Chiara Stephenson inspirada en los hongos y la flora del lugar. Las visuales eran imágenes digitales creadas por el artista multimedia Tobias Gremmler, las que se proyectaban en 27 cortinas móviles con diferentes texturas, además de pantallas LED. Además tuvo en escena a The Hamrahlid Choir, un coro islandés de 50 personas, y su banda de directo tocó instrumentos musicales poco habituales, como un arpa magnética, un alofón, una flauta circular y tuvo su propia cámara de reverberación.

El espectáculo debutó con una residencia en la sala The Shed de Nueva York, para luego moverse por diversas partes del mundo durante cinco años. Fue durante ese período que visitó Chile en 2022, con una sorprendente actuación sinfónica en el marco de Primavera Sound Santiago, donde fue acompañada por el ensamble de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile. Funcionó, pero revela que su idea inicial era traer el show Cornucopia. “Quería llevarlo a Sudamérica, lo intentamos todo, también con Islandia -cuenta-. Pero fueron los dos lugares donde fue financieramente imposible. Así que decidimos traer los espectáculos de orquesta para el festival”.

Björk tenía algunas aprensiones respecto a presentar un show sinfónico en un evento así. “Me preocupaba que no funcionara en un entorno de festival. Pero, al contrario, funciona muy bien. Y creo que mi experiencia con los festivales, porque he estado tocando en festivales desde los años 90, me dice que lo que funciona en un festival son las cosas más locas, como el tecno o las baladas muy, muy tranquilas. Pero el set funcionó muy bien. Creo que hubo un tiempo muy loco cuando estuvimos allí. Me alojaba en una habitación de hotel con una vista muy hermosa de la ciudad. Fue un momento hermoso”.

La gira del espectáculo Cornucopia se extendió hasta 2023, en una cantidad de tiempo inusual para la industria. En el intertanto, ocurrió la pausa de la pandemia. “Tuve que parar la gira durante dos años por el COVID. Decidí: «Vale, vamos a aprovecharlo al máximo». Acababa de hacer un álbum completamente nuevo [Fossora, 2022]. Luego añadí esas canciones al espectáculo y decidimos llevarlo a otros lugares. Por ejemplo, en Europa hicimos algunas series donde antes del COVID hacíamos solo las canciones de Utopia. Luego fuimos a otras ciudades donde incluimos las canciones de Fossora. Son dos álbumes y el COVID en medio. También por eso fueron cinco años”.

Uno de los shows de la gira, en el Teatro Altice Arena de Lisboa, fue registrado por la cineasta Ísold Uggadóttir para una película titulada Cornucopia. Esta no solo documenta el espectáculo, sino que también propone una experiencia sensorial, en analogía al show. De hecho, la mezcla de sonido es envolvente, tal como la que se diseñó e imaginó en la experiencia del faro. La naturaleza también proporcionó la inspiración para el vestuario, las visuales y hasta algunas referencias a sonidos de la flora y fauna. Es decir, es un cruce entre lo natural y la alta tecnología. Parece una paradoja, pero la artista piensa que no lo es.

Björk

“La tecnología siempre ha existido, solo se le han dado nombres diferentes. La antigua palabra para designar la tecnología proviene de Grecia y significa artesanía. Así que la tecnología es solo artesanía -apunta Björk-. Siempre nos hemos adaptado, así que el deber del cantautor es utilizar las herramientas que utiliza a diario. Ahora mismo estamos hablando por teléfono, tenemos WiFi, pero también tenemos la naturaleza, los árboles, la voz humana, las flautas, los clarinetes. Entonces siempre trato de tener ambos porque para mí es más fiel a la vida que estoy llevando en cada momento”.

-En ese equilibrio entre naturaleza y tecnología ¿debieran ser las giras más amigables con el medio ambiente?

-Creo que podrían serlo. Me gustaría hacer más conciertos desde mi casa o en línea o algo así. Eso es lo que preferiría, sin duda. Hemos cambiado muchas cosas. Hemos viajado mucho en tren. También hice espectáculos de orquesta junto a estos shows. Por ejemplo, cuando fuimos a Tokio, hice dos espectáculos de orquesta y luego dos de Cornucopia para equilibrarlo, tanto ambiental como económicamente. Así que creo que es algo complicado. Recuerdo haber tenido una reunión con mi agente en el año 2000, hace 25 años, para decirle: «Escucha, ¿por qué no nos compramos un barco y le ponemos energía eólica verde y viajamos entre ciudades en un barco verde?». Incluso empezamos a hacer la organización, la planificación, y al final no funcionó. Pero creo que para los músicos es difícil financiar cosas como esas. Ya es bastante difícil con Spotify, no hay dinero ahí. Y las giras, para muchas bandas, se han convertido en pérdidas de dinero. Incluso giras que son muy modestas, no tan extravagantes como la mía, sino giras muy sencillas. Me pongo muy impaciente esperando a que todo esto se ponga verde. En el año 2000, pensé que ocurriría en el año 2005, pero aún no ha sucedido. Así que me encantaría que esto ya sucediera.

Una de las claves de la película Cornucopia, es que se vive la experiencia del show casi desde el punto de vista del espectador. Hay pocas tomas del público y se concentra en los detalles, aprovechando la exuberante puesta en escena, las animaciones y los trajes. También se pueden escuchar los llamativos instrumentos musicales, de reciente invención, como el Alofón (una suerte de marimba hecha con campanas de aluminio), la flauta circular (cuatro flautas unidas en una curva que forma un círculo) o el arpa magnética (de 25 cuerdas de acero, que interactúan con un campo magnético creado por un circuito interno).

No es primera vez que Björk recurre a sonidos poco usuales; su álbum Medulla (2004), se sostiene sobre el trabajo de la voz humana. “La mayoría de los instrumentos que utilizo son herramientas antiguas, como la voz humana. Siempre he trabajado con eso y también con flautas, clarinetes o cajas de ritmos. Esto es algo con lo que trabajo desde hace mucho tiempo. Así que, en general, tal vez no haya un cambio tan grande. Pero también quiero intentar ser sincero con los instrumentos que en cada momento se están innovando o inventando para incluirlos. Algunos de estos eran islandeses, como la flauta circular y el alofón era un semi-islandés”.

Björk

Al revisar los créditos de la película, el elenco de músicos e invitados, hay mucha presencia femenina. A primera vista, puede parecer un interés de la artista por visibilizar el trabajo de mujeres, pero ella sugiere un matiz. “Solo quería que fuera el mismo equilibrio que ya existe. Creo que la mayoría de nosotros vivimos una vida en la que estamos rodeados tanto de hombres como de mujeres. Ellos cocinan para nosotros y cuidan de nuestros hijos, así como nuestros profesores, policías y cualquier trabajo que haya. Así que creo que debería ser lo mismo en nuestros proyectos. Debería haber el mismo equilibrio. Pero creo que Islandia es probablemente bastante extrema, porque en este momento, por ejemplo, tenemos una primera ministra, una presidenta, una jefa de policía y una obispa. Hay once ministros en el parlamento, siete de los cuales son mujeres y cuatro hombres. Creo que hay mucho espacio para las mujeres en Islandia”.

-Hace un momento mencionabas que con Spotify no se gana dinero, de hecho alguna vez dijiste que era “lo peor que le pasó a los músicos”. En alguna entrevista mencionabas que la cultura del streaming ha cambiado a toda la sociedad ¿por qué lo piensas?

-Creo que lo más difícil para los músicos es que no les pagan. Los sitios web de streaming no pagan a los músicos. A mí no me importa porque llevo mucho tiempo en esto y tengo una casa, no necesito otra. Pero creo que es más difícil para la Generación Z y los millennials porque muchos músicos con mucho talento no pueden sobrevivir vendiendo CD o vendiendo su música. Esto es difícil de ver para mí porque en mi generación, cuando tenía unos 20 años, mis amigos que hacían música que tal vez era un poco underground, la grababan en un CD y luego había suficientes ventas para pagar el alquile y ganarse la vida. Eso ya no es posible. Creo que muchos músicos deciden no elegir ese trabajo porque no hay forma de que puedan pagar el alquiler. Para mí, esto se complica con el modelo de streaming, y espero que pueda cambiar. Hay mucha gente que intenta cambiarlo. Creo que al menos cuando descargas música, pagas a los músicos. Y animaría a la gente a hacerlo, especialmente con los artistas jóvenes que están empezando. Recomiendo descargar música o pagar al menos lo que cuesta hacerla.

En estos días Björk trabaja en nueva música, pero prefiere no revelar demasiados detalles. “Siempre que estás en el comienzo de un álbum, es muy difícil describirlo. Es como resolver un misterio, porque al principio yo misma tampoco sé cómo va a ser el álbum, solo intento resolverlo a medida que lo escribo. Así que intento no hablar demasiado de ello, porque entonces estropeas el proyecto”.

Lo que sí tiene claro, es su interés por volver a la región. “Me encantaría ir a Sudamérica. Me encanta Sudamérica y ojalá estuviera más cerca de Islandia, entonces vendría todo el tiempo. Está lejos, ese es el problema. Creo que tal vez deberías animar a la gente de Chile a hacer un barco ecológico con energía eólica y solar, y luego hacer un ferry de Chile a Islandia. Entonces vendría todo el tiempo. Ese sería un proyecto divertido, ¿no?”.

La película Cornucopia, de Björk, podrá verse en Chile desde el martes 24 al viernes 27 de junio, a las 19:30 horas, en exclusiva en el estudio Omni Soundlab (Condell 1307, Providencia), además de tres funciones el sábado 28 (15:00, 17:15 y 19:30 horas). Se exhibirá en calidad 4k y en sonido inmersivo Dolby Atmos, tal como lo imaginó la artista. Las entradas se pueden adquirir en el sitio web del estudio (https://omnisoundlab.com/eventos/bjork-cornucopia/).

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