De orinar un monumento a lanzar carne cruda al público: las historias más alocadas de Ozzy Osbourne
El ícono del heavy metal –fallecido este martes a los 76 años– protagonizó incontables episodios en que dejó su particular impronta. Aquí revisamos algunas de esas anécdotas por las que quedó inmortalizado en la industria musical y en la cultura popular.

Este martes, a los 76 años, murió Ozzy Osbourne. Con el fallecimiento del llamado “Príncipe de las Tinieblas” se va una de las mayores leyendas del heavy metal y un personaje imprescindible de la cultura popular. También se dice adiós al responsable de un puñado de historias desconcertantes.
Aquí revisamos algunos de esos episodios con el sello Ozzy.

*Una paloma en una conferencia
Corría el 27 de marzo de 1981. Osbourne ya había sido expulsado de Black Sabbath y su carrera como solista avanzaba a paso firme tras su primer disco, Blizzard of Ozz (1980).
El lanzamiento en Estados Unidos de ese álbum estuvo teñido por una historia inaudita: le arrancó la cabeza a una paloma en una convención de ventas organizada por CBS, el sello encargado de su desembarco en el mercado norteamericano. Si bien no quedaron registros gráficos de ese momento, la anécdota empezó a circular durante las horas siguientes.
“Sólo recuerdo a una relacionista pública que me increpó sin parar. Saqué una de esas palomas y le arranqué la cabeza de un mordisco. Sólo para callarla. Luego lo volví a hacer... Ahí fue cuando me echaron. Dijeron que nunca volvería a trabajar para la CBS”, explicó Osbourne al biógrafo Mick Wall.

*El vampiro de Iowa
Probablemente la historia más conocida del ícono del heavy metal. Mientras se presentaba ante cerca de cinco mil personas en Des Moines, Iowa, mordió y masticó a un vampiro muerto. El animal había sido arrojado por un fanático y, según declaró más tarde, creía que era un juguete de goma.
Una vez concluido el show, Osbourne recibió vacunas contra la rabia en un hospital cercano. Sucedió el 20 de enero de 1982, pero ha sido motivo de todo tipo de reacciones durante décadas. El propio músico se río de sí mismo en un capítulo de Los Simpson y en el final de la comedia El hijo del Diablo (2000).
*Carne cruda al público
Qué duda cabe: los 80 fueron el período más salvaje del músico. ¿Otro ejemplo? Durante su gira Diary of a Madman adoptó una curiosa práctica: cada vez que se presentaba en vivo le arrojaba carne al público.
“Siempre me han gustado las peleas de pastel de crema, así que era algo así, pero al estilo Ozzy”, dijo entre risas en 2011. En esa ocasión aprovechó de revelar el origen de esa extraña costumbre: le mostraron una foto Polaroid de un tipo esperando para entrar a un concierto con una cabeza de vaca en el hombro y se volvió habitual que el público le arrojara animales muertos al escenario (ranas, serpientes, ratas). Él únicamente les devolvía el gesto.

*Orinar un monumento
Ozzy escandalizó a las autoridades de San Antonio, Texas, en febrero de 1982. Después de una noche de borrachera –y usando el vestido de Sharon Arden, su futura esposa–, orinó en las cercanías al Cenotafio del Álamo, un monumento construido en los años 30 en memoria de los fallecidos en la Batalla de El Álamo.
La policía lo arrestó y tuvo que pasar toda una tarde en una cárcel local acusado de embriaguez pública. Luego fue liberado esa misma noche bajo el pago de una fianza de US$ 40 y pudo tocar ante sus fanáticos en una arena de la ciudad.
Sin embargo, a Osbourne se le prohibió volver a actuar en San Antonio hasta 1992, cuando se disculpó públicamente con la ciudad y donó US$ 10.000 a las Hijas de la República de Texas, la organización que mantiene los terrenos de El Álamo.
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