Culto

Del mix latino de Karol G, a la aventura de Lorde y la banda sonora de F1

Esta semana las novedades discográficas recorren la geografía musical latina en lo nuevo de Karol G, el regreso de Lorde en una clave más habitual y una banda sonora que parece incompleta.

Karol G - Tropicoqueta

El nuevo álbum de la superestrella colombiana parece responder a un prompt en Inteligencia Artificial, con la instrucción de seducir al mayor número de mercados y públicos posibles, a nivel continental. En una veintena de efectivos cortes, Karol G (34) cubre géneros y ritmos entre Norte y Sudamérica incluyendo Brasil, reducto que rara vez integra los planes de conquista de artistas pop en español. En este itinerario, se detiene con mayor frecuencia en México, país con historial de supremacía musical en hispanoamérica, líderes históricos en gramófonos del Grammy Latino. La fórmula también sugiere un par de ingeniosos guiños nostálgicos infalibles: una cita en Cuando me muera te olvido a la melodía liderada por el saxo en Careless whisper de Wham!, en clave bailanta, y la reverencia al bolero And I love her de The Beatles, en el interludio A su boca la amo, adaptado al spoken word. La travesía geográfica musical hace escala en la bachata para Amiga mía junto a Greeicy, y ofrece ranchera clásica de alta calidad en Ese hombre es malo. El apartado colaboraciones cobre realce con Marco Antonio Solís en Coleccionando heridas -una de las mejores canciones-, en tanto el pase profundo para ingresar a tierras brasileñas, se timbra en Bandida entrenada. En el cierre, el mambo envuelve el tema homónimo como reconocimiento a un género fundacional del pop latino.

Lorde - Virgin

Lorde intentó un vuelco dramático en Solar power (2021) -álbum optimista, playero y luminoso en manos de una divinidad de líneas más agridulces-, con resultados tan pálidos como su tez. El “futuro de la música”, según los vaticinios de David Bowie, modela el retorno mediante cambios drásticos en los créditos. Jack Antonoff, el productor favorito de la élite del pop femenino y copiloto en Melodrama (2017) y Solar power, da un paso al costado. Coproducido mayoritariamente entre la artista neozelandesa y Jim-E Stack (Charli XCX, Bon Iver), Virgin recurre a las facciones originales, para recuperar la atención del público y la crítica. A doce años de Pure heroine -imbatible entre los mejores títulos pop de este siglo-, ha transcurrido tiempo suficiente para refugiarse en su zona de confort y volar sobre seguro. Lorde entrega un disco con lo que se espera de ella, reflexiones honestas en torno al amor, la entrega y las relaciones, con una narrativa musical dominada por su voz. La electrónica con énfasis en la percusión -la ecuación del mercado en los últimos 30 años-, es un fondo sugerente y elegante, pero jamás compite por la atención, con la ligera excepción de la trama synthpop y new wave de Favourite daughter. Clearblue ejemplifica claramente que la música de Lorde gira en torno a sus melodías, a un universo donde su voz es el aire que se respira.

F1 - The Album

Mientras la película F1 es todo cuanto se podría esperar de un filme que busca capitalizar el éxito que al fin logró en el mercado estadounidense la máxima categoría del automovilismo, en particular gracias a la serie Drive to survive de Netflix, clave en su masificación, este álbum no corre todo lo que podría. Myke Towers imprime velocidad e ingenio en Baja California, con alcances a los personajes centrales y cita asegurada al clásico Insane in the brain de Cypress Hill, uno de los grandes estribillos de los 90. El ambiente de club exclusivo de OMG! de Tiësto junto a Sexyy Red y All at once de Madison Beer, también funciona. Pero quién haya creído que Ed Sheeran puede rockear, patinó. Ni la guitarra de John Mayer, una estrella que genera discordia por exceso de corrección, tampoco la batería del omnipresente Dave Grohl, convierten a Drive en una experiencia electrificante. Ninguna de las canciones rock presentes en la cinta desde Whole lotta love de Led Zeppelin que acompaña la adrenalínica primera secuencia, luego Round and round de Ratt, y finalmente The Stroke de Billy Squier, figuran en este listado. Es como si Sonny Hayes, el protagonista encarnado por Brad Pitt, no tuviera figuración alguna en este disco. El rock no está invitado a la fiesta por viejo. Por “abuelo”, como se lo repiten a Sonny unas cuantas veces, no spoiler.

Más sobre:DiscosLT SábadoKarol GLordeF1Música

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

La cobertura más completa de las elecciones 🗳️

Plan digital $990/mes por 5 meses SUSCRÍBETE