Hay varios aspectos inusuales en Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos (ya en cartelera de los cines chilenos). Lo más llamativo a primera vista probablemente sea el contexto que envuelve la historia, un mundo retrofuturista inspirado en los años 60, donde hay robots, autos voladores y otra clase de tecnología impensada para la época.

Transcurridos unos minutos, asoma otra particularidad: el genuino interés por explorar las relaciones que se tejen entre sus célebres protagonistas, Reed Richards (Pedro Pascal), Sue Storm (Vanessa Kirby), Johnny Storm (Joseph Quinn) y Ben Grimm (Ebon Moss-Bachrach). Son los principales protectores de la Tierra (de la Earth-828, en vez de la Earth-616, donde hasta ahora habían transcurrido todos los filmes de Marvel), pero también los integrantes de un hogar en el que abunda el cariño y también cierta disfuncionalidad.

“Se trata de una familia real. Es una de las cosas que más me gustan de Los Cuatro Fantásticos: todo el caos, el corazón, el humor. Se siente muy cercano porque podemos vernos reflejados en ellos”, asegura Matt Shakman en videollamada con Culto desde Los Angeles (EE.UU.).

Tras encargarse de los nueve episodios de la alabada WandaVision, una serie que en última instancia trataba sobre la maternidad y la pérdida, el director maneja con gran destreza la dinámica del grupo de héroes que adquirió superpoderes en una accidentada misión espacial. Es uno de los motivos por los que la cinta ha convencido a la crítica y por los que seguramente dejará satisfecho al público.

Shakman, padre de una niña, apeló a su propia experiencia en la crianza para acercarse a la relación de Reed y Sue, quienes esperan el nacimiento de un varón cuando los hechos se desencadenan y deben salir en defensa del planeta frente a la amenaza que representan Galactus (Ralph Ineson) y Silver Surfer (Julia Garner).

“Aporté mucha de mi experiencia como esposo y como padre. El momento más fantástico de mi vida fue el nacimiento de mi hija. Y de todas las cosas que ellos hacen en esta película –viajar al espacio, encontrarse con Galactus–, creo que para Reed y Sue lo más fantástico es el nacimiento de Franklin”, señala.

El realizador compara al matrimonio de la trama con Kirk y Spock, los icónicos personajes de Star Trek. “Uno es todo intelecto, el otro es todo corazón. Se unen y son mucho más fuertes como resultado de su vínculo. Pero las parejas que son muy diferentes se encuentran con algo difícil cuando tienen que hacer algo en común, como criar a un hijo. Y eso era lo que también quería explorar: ¿cómo cambia un bebé a una pareja? ¿Cómo cambia a una familia? ¿Cuáles son los desafíos? Creo que todos los padres se identifican con la ansiedad, el miedo y la preocupación por el futuro de sus hijos. Y creo que Los Cuatro Fantásticos viven eso multiplicado por cien, porque hay supervillanos que los atacan y viven una vida muy pública. Además, los rayos cósmicos los cambiaron”.

Otro aspecto destacado de la superproducción, el mundo retrofuturista que habitan el Sr. Fantástico, la Mujer Invisible, La Antorcha Humana y La Mole, fue producto de su intento de rendir tributo tanto a la obra de Jack Kirby, el cocreador de Los Cuatro Fantásticos, como al cine de Stanley Kubrick.

Según su visión, la influencia de los cómics de mitad de siglo se combinó “con cómo las personas de los 60 imaginaban que sería el futuro. Stanley Kubrick era el mejor futurista de esa época; en 2001: Odisea del espacio imaginó cómo sería el espacio antes de que (como humanidad) llegáramos allí. Él lo había pensado todo, había investigado mucho, y es extraordinaria la forma en que maneja la gravedad cero y filma el espacio”, detalla.

Agrega: “Queríamos crear una Nueva York de los 60 muy real, pero luego añadirle la tecnología de Reed Richards: robots, monorrieles, autos voladores. Así que se sentía muy real, pero también reflejaba cómo estos futuristas soñaban que sería el mundo en los 60”.

Esas definiciones impulsan un largometraje que seguramente entregue buenos argumentos a quienes refutan la existencia de la “fatiga de las películas de superhéroes”, una idea al alza tras una seguidilla de proyectos poco afortunados que llegaron a la pantalla grande entre 2023 y 2024 (Kraven: El Cazador, Shazam: La furia de los dioses, Ant-Man and the Wasp: Quantumania, The Marvels, por nombrar algunos). Si recientemente James Gunn (Superman) declaró que el verdadero problema del escenario actual son las cintas de superhéroes mediocres, el director de Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos también expresa una postura.

“Creo que las historias de superhéroes son atemporales y actuales. Pueden perdurar para siempre y ser reinterpretadas década tras década”, opina. “No es el material en sí. Es la interpretación, que supongo es otra forma de decir algo similar a lo que dijo James. Estas son historias increíbles que han perdurado durante muchísimo tiempo y han conmovido a muchísima gente, y seguirán haciéndolo. Depende de nosotros, como cineastas, intentar adaptarlas lo mejor posible y honrar la inspiración original, pero también encontrar la manera de que se sientan frescas y nuevas, y aportarles lo más que podamos de nosotros mismos para que sean lo más específicas y personales posible”.

La amistad con Pedro Pascal

Para el rol de Reed Richards, la producción estaba buscando a alguien que pudiera resultar convincente como héroe de acción, líder, esposo, padre y amigo. Además, es la persona más inteligente del mundo, alguien a quien Matt Shakman describe como una mezcla de J. Robert Oppenheimer, Albert Einstein y Steve Jobs. “Lleva más de 20 años inventando cosas”, apunta.

El elegido terminó siendo Pedro Pascal, con quien el director tiene una amistad de más de dos décadas. En diálogo con este medio, confirma una anécdota que el intérprete chileno reveló hace unos meses: que en su momento estuvo cerca de mudarse a una habitación del departamento en el que vivía el actor, en una época anterior a que alcanzara fama global con títulos como Game of thrones y Narcos.

“Estuve muy cerca. (Era en) Venice, California. Era demasiado moderno para mí. No podía mudarme allí, así que lo descarté. Pero sí, casi compartimos departamento en Venice. A él todavía le encanta Venice”, cuenta.

Y desde su óptica, ¿cómo cree la estrella de The last of us ha cambiado como artista y persona? “Siempre ha sido un artista extraordinario. Lo conozco desde el principio y ha hecho un trabajo brillante durante toda su carrera en teatro, cine y televisión”, plantea. “Es maravilloso ver al mundo apreciar su repertorio, y que puedas ir al cine ahora mismo y verlo en tres películas diferentes (Amores materialistas, Eddington, Los Cuatro Fantásticos) con actuaciones completamente diferentes. Tiene un repertorio extraordinario. Y como persona tampoco ha cambiado. Sigue siendo la misma persona encantadora, generosa e hilarante de siempre”.

Y concluye: “Creo que él ha trabajado increíblemente duro para llegar hasta aquí. Es maravilloso ver a gente que trabaja tan duro lograr tanto. Se lo merece”.