
El regreso de Emily Dickinson con traducción chilena: “Un hermetismo luminoso”
La verdad de soslayo (Ediciones UDP), se llama un nuevo volumen que compila una serie de poemas de la destacada escritora estadounidense, traducidos por las autoras chilenas Soledad Fariña y Eliana Ortega. Acá revisamos las claves de una poética clásica que se sigue leyendo.

Fue un plato cocinado despacio en los días del encierro forzado por la pandemia. Cuando el Covid-19 se expandía por el mundo, la poeta Soledad Fariña y la académica Eliana Ortega se embarcaron en la aventura de traducir al castellano la poesía de Emily Dickinson. La autora estadounidense de la segunda parte del siglo XIX que vivió la mayor parte de su vida encerrada voluntariamente en su casa, en Amherst, Massachusetts.
“El proceso de la traducción fue lento, muy lento -comenta Fariña a Culto-. Trabajamos lo que hubimos en pandemia por teléfono. A una hora fija en que no estuviéramos demasiado deprimidas y lentísimo".
El resultado de ese trabajo cuasi artesanal se titula La verdad de soslayo, una compilación de la poesía de Dickinson publicada por Ediciones UDP. Se trata de una edición bilingüe que reúne algunos de los versos más destacados de la autora, tomados desde la primera edición de sus obras completas en inglés, de 1955. Esto en boga con la tendencia del mundo editorial chileno de realizar traducciones al castellano desde nuestro país, sobre todo desde las casas independientes que han publicado volúmenes de autores como Annie Ernaux, Anne Carson, Allen Ginsberg, entre otros.

Además, y en una rareza de archivo, en este volumen se incluyen unos Envelopes poems, que son trozos de papel donde Dickinson escribió poemas breves, al estilo de un haiku, y que son reproducidos con autorización del The Emily Dickinson Collection, Amherst College Archives & Special Collections.
“Primero escogimos un tema -la naturaleza- y nos dedicamos a extraer los poemas de ese tipo, pero después pasaban los años y nos dimos cuenta de muchas de las traducciones eran especialmente de los poemas sobre la naturaleza. Entonces dejamos pocos y empezamos de nuevo, en otra línea, enfocadas en mostrar más bien los poemas en que ella ya estaba involucrada con la sociedad”, añade Fariña.
“Emily Dickinson no era una persona de delantal blanco únicamente paseando por su jardín únicamente, sino que estaba muy involucrada de lo que pasaba, la Guerra de Secesión. Ella conversaba por cartas con distintas personas, poeta y hablaban de literatura en general. Y eso bastó. Nos tomó mucho tiempo leer y releer otras traducciones también, y después corregir, corregir, releer”.

Por estas páginas pasan poemas como “He muerto por la belleza” o “Tomé mi poder en mi mano”, o “Mi vida ha sido -un fusil cargado-”, “Dulce es el pantano con sus secretos”. Todos sin títulos (Dickinson no titulaba los poemas) y siguiendo la numeración de la edición en inglés de 1955.
“La poesía de Dickinson tiene una belleza particular -comentan a Culto Felipe Gana y Sebastián Astorga, editores del libro-. Da una sensación de claridad, pero tiene un hermetismo luminoso, que hace de su comprensión un establecimiento de percepciones y de su significado, por momentos, de difícil transmisión. Y en ese sentido se puede hablar de su misticismo, que se hace más evidente en sus poemas sobre la naturaleza, muy presentes en esta selección. Pero que se tiende a clarificar con sus versos más ‘políticos’, como en los que son en contra de la guerra".
“Otra de sus particularidades es su forma –el uso de rayas para cortar los versos, cortes de versos de apariencia caprichosa—, que le da un ritmo muy especial, muy avanzando para su época, lo que quizás más atendible hace la tardía valoración de su obra".

¿Por qué se sigue leyendo a Emily Dickinson más de un siglo después? La dupla Gana - Astorga ensaya una explicación: “Como todo clásico, la poesía de Dickinson sigue teniendo la capacidad de generar sentidos diversos, de nuevas interpretaciones, incluso emitir mensajes que ahora, a casi 140 años de su fallecimiento, se hacen muy actuales. Es una fuente que no se agota”.
“Además, es difícil encasillarla, recorrerla completamente, sin encontrar cosas nuevas. Por lo mismo, ha generado bibliotecas completas de interpretación, libros temáticos con distintas partes de su obra, incluso su hermoso herbario ha tenido reconocimiento, sin eludir sus múltiples traducciones, que esta nueva ofrece la forma en que la observan una académica y una poeta, no es azaroso que la palabra ‘soslayo’ haya sido incluida por ella en el título, como una forma de mirarla. A su vez, su ritmo extraño y ágil, y su capacidad de generar imágenes bellas y profundas en pocas palabras la hace muy actual, muy moderna. Sus poemas caben en un tweet y, a pesar de esto, son universales y eternos”.

COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
2.
3.
4.
Contenidos exclusivos y descuentos especiales
Digital + LT Beneficios$1990/mes por 5 meses SUSCRÍBETE