El mercado laboral en Chile y el mundo está sufriendo cambios profundos. Transformaciones que, a juicio de los expertos, implicarán repensar algunos procesos de formación de los futuros profesionales en los distintos planteles a lo largo del país y entregar herramientas que serán demandadas por las empresas en el corto plazo.

Todo ello, en medio de un proceso de cambios acelerados que están transformando el campo del trabajo, con factores clave como la incorporación de la inteligencia artificial; el cambio climático que empuja la transición energética; el trabajo remoto o híbrido; y las nuevas habilidades y nuevos perfiles laborales que buscan las compañías.

Estas son parte de las conclusiones esbozadas durante el conversatorio en vivo “Nuevo mercado laboral, nuevos profesionales”, una iniciativa de La Tercera y LT Educa, efectuado el 28 de mayo, donde académicos de tres instituciones de educación superior analizaron el escenario laboral que se avecina en el país.Enrique Manzur, vicedecano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, aseguró que hoy es posible ver “cambios muy acelerados en el uso de la información, de datos, de la posibilidad de generar información a través del cruce y manejo de bases de datos. Y eso hace que las universidades tengan que hacer un balance entre lo específico y lo que se requiere para ingresar al mundo laboral, con las competencias de mediano y largo plazo”.

Según Manzur, la irrupción de nuevas tecnologías, la digitalización y automatización podría impactar en las funciones y labores cotidianas de cientos de personas, incluidos profesionales. Sin embargo, estos cambios obligan a las facultades a entregar nuevas herramientas formativas.

“El mercado no paga lo que se puede hacer fácilmente. Si le vas a enseñar a un estudiante lo mismo que puede hacer la inteligencia artificial a cero costo, obviamente estás mal usando los recursos. Hay que hacer cosas que se necesiten o que sean complementarias. Nosotros estamos pensando en cómo nuestros estudiantes van a cambiar el uso de la IA, van a hacer nuevas aplicaciones, reducir errores, más que pensar que es una amenaza a sus trabajos”, destaca Manzur.

Edad y tecnología

Mónica Navarrete es directora del Programa Explora de la Universidad de Tarapacá. Desde la zona norte del país destaca que un cambio visible en el mercado laboral es el etario de los nuevos estudiantes, quienes, en muchos casos, hoy son adultos que buscan mejores oportunidades laborales.

“Durante un tiempo pensamos que la formación profesional era el término. Pero diría que, ahora, la edad es una brecha que tenemos que enfrentar. Porque ya no tenemos estudiantes típicamente que egresan del colegio a los 18 años e ingresan a la universidad buscando una formación profesional. Hoy tenemos estudiantes de 32, 40 años, de distintas épocas y edades, que están pensando en reconvertirse”.

Según Navarrete “el mercado laboral está cambiando profundamente en base a transformaciones que nos trae la inteligencia artificial”.

Para Kiyoshi Fukushi, vicerrector Académico de Duoc UC, los cambios y avances tecnológicos han impulsado a que las empresas incursionen en estas nuevas herramientas, instando a que los trabajadores deban adoptar nuevas habilidades. Este hecho, dice Fukushi, “ha generado un cambio en las necesidades de los trabajadores, no solo en Chile, sino a nivel mundial”.

En esta línea, el académico de Duoc UC asegura que estamos en presencia de “un cambio cultural. No es solo aprender a usar cosas, sino que se trata de un cambio de mindset. Y ese cambio necesariamente pasa desde niños, desde que empiezan en sus primeros años a educarse. Tenemos que cambiar completamente nuestros procesos formativos, nuestra forma de enfocar cómo transmitir el conocimiento para que ellos sean capaces de enfrentar esta oleada enorme de cambios que está provocando el uso de la tecnología, que va a ser cada vez mayor con la IA generativa y la robótica, entre otros”.

Según los expertos, tanto las universidades como los institutos profesionales han debido estrechar lazos con el sector público, privado y organizaciones sin fines de lucro y sociales para conocer en detalle cuáles son las necesidades y competencias que más valoran las empresas. Con esta información, destacan, se generan planes de trabajo y, asimismo, se abren espacios para la capacitación y mejora de habilidades de los docentes que enseñan en las aulas.

Desde la perspectiva laboral, algunas de las habilidades que serán mayormente demandadas serán el trabajo en equipo, la capacidad de adaptarse a los cambios y también el pensamiento crítico para afrontar de mejor manera los desafíos de las organizaciones.