Coco Gauff (2ª del Ranking WTA) tuvo su resarcimiento y se impuso en la arcilla parisina. La estadounidense venció a Aryna Sabalenka (1ª), por parciales de 5-7, 6-2 y 6-4, y se coronó en Roland Garros por primera vez, el segundo Grand Slam de su carrera.

Fue una definición entre dos estrellas, las dos mejores del mundo, algo que no sucedía en un major desde el Abierto de Australia 2018. Ambas llegaron al enfrentamiento con un 5-5 entre sí, aunque el último fue favorable para la europea, que salió airosa en la final del Masters 1000 de Madrid, hace un mes. La norteamericana también venía de perder la final de Madrid, por lo que buscaba su revancha tras ceder dos títulos.

Gauff se instaló en la final tras vencer cómodamente a la local Lois Boisson (361ª), la sorpresa del torneo. Mientras que la Sabalenka accedió a su primera final de Grand Slam fuera de pista dura después de batir a Iga Swiatek (5ª), quien acumulaba una racha de 26 encuentros en el certamen parisino luego de tres títulos seguidos (cuatro en total). Pese a esto, no pudo contra un sólido juego de la tenista de 21 años.

La bielorrusa comenzó a desplegar su mejor tenis y parecía encaminar un triunfo tranquilo. Con un juego agresivo, se adelantó 4-1 en el primer set. No obstante, la norteamericana aún tenía algo que decir. Logró igualar el encuentro, en un verdadero partidazo ante 15 mil personas que repletaron la Philippe Chatrier. Sabalenka volvió a quebrar, pero Gauff respondió de la misma manera. El parcial se terminó decantando en el tie break, donde dieron un verdadero espectáculo y se terminó imponiendo la europea.

Una sólida Gauff

Fue un duro golpe para Gauff, que había comenzado ganando el tie break. Sin embargo, la estadounidense no sucumbió. Al contrario, fue implacable para estirar la definición a la tercera manga. Fue un sólido 6-2 ante una Sabalenka que comprendió el envalentonamiento de su rival y comenzó a dosificar para la definición. Fue el inicio de una exhibición de la norteamericana.

La estadounidense siguió haciéndose fuerte en el polvo de ladrillo parisino y consiguió un break clave en el segundo game. Continuó con su contundencia. Varió velocidad, dirección y altura en sus golpeos para complicar a la bielorrusa, que sufrió con los errores no forzados (70 en total), algo que venía siendo la tónica del partido. Por momentos, se aceleró en demasía, reflejando su frustración. Fue una definición donde combatió, pero no alcanzó.

Finalmente, Gauff revalidó su buen presente, que la tiene en una de las versiones más sólidas de su carrera, y terminó por imponerse para obtener su segundo título de Grand Slam, el primero en la capital francesa.