Este martes, Colo Colo recibe a Cobresal. Los albos buscan unidades que les permitan acercarse a los primeros puestos. En rigor, recuperar terreno perdido a nivel local, en el que figuran en un discreto noveno puesto, muy lejos de las expectativas que generaba el plantel más millonario del fútbol chileno. A nivel internacional la decepción es peor: ya están fuera de la Copa Libertadores y, por añadidura, ni siquiera alcanzaron un puesto en la Copa Sudamericana.

Salomón Rodríguez debía ser uno de los estandartes de una campaña que tenía un matiz histórico: es la del centenario del club. El uruguayo llegó precedido de un cartel importante, que los albos tuvieron que pagar: abonaron US$ 2,5 millones a Godoy Cruz para quedarse con la ficha del atacante, quien se transformó en la contratación más cara de los albos en toda su historia.

Colo Colo sienta US$ 2,5 millones en la tribuna: Salomón Rodríguez ni siquiera está citado ante Cobresal

La convocatoria de Jorge Almirón pone esa abultada inversión en la tribuna. La descripción es literal: el ariete ni siquiera figura entre los citados para el choque ante el equipo de Gustavo Huerta, que se ubica en el sexto puesto de la clasificación en el torneo criollo.

El estratega albo consideró a Javier Correa para el centro del ataque. Además, convocó a Marcos Bolados, Lucas Cepeda, Francisco Marchant y Alexander Oroz como opciones ofensivas. De acuerdo a los aprontes, Marchant y Cepeda acompañarán al transandino corriendo por las orillas y procurando transformarse en sus abastecedores. La lista, de hecho, no ofrece un ‘nueve’ de referencia si Correa sufre algún contratiempo, aunque en otras ocasiones Almirón ha centralizado a Bolados y Oroz.

Nula adaptación

Los números validan los cuestionamientos a Rodríguez. En la Liga de Primera, ha participado en ocho encuentros del Cacique, aunque solo en tres ha sido titular. Suma 248 minutos en el campo de juego y no ha marcado goles.

En la Copa Libertadores participó en dos compromisos, totalizando 75 minutos en el campo de juego. Tampoco se hizo presente en el marcador.

Paradójicamente, en su debut había aumentado las expectativas: le anotó a Deportes Limache y a Unión San Felipe, por la Copa Chile. Nunca más recibió los abrazos de sus compañeros después de alguna conquista.

En Macul, de hecho, ya había cuestionamientos. E incluso comparaciones. En el Cacique hay quienes extrañan a Guillermo Paiva, el ariete que ficharon el año pasado, también con la esperanza de olvidar a Juan Martín Lucero. El guaraní tampoco rindió de acuerdo a lo que se esperaba, lo que obligó a una millonaria inversión para contratar a Javier Correa. Hoy, sin embargo, valoran que, por las características de su juego resultaba un mejor complemento para el transandino.