El Deportivo

Con el Cimbi Cuevas como creador: la sorprendente pizarra de Garnero que ilusiona a la UC tras golear a Colo Colo

El Cimbi vivió su día de consolidación en Universidad Católica. El técnico lo puso como volante ofensivo y respondió con un doblete en el clásico.

Desmenuzando el rol que le dio Garnero: las claves de la jornada de ensueño de Cristián Cuevas en la UC. ANDRES PINA/PHOTOSPORT

Antes de que el cronómetro marcara un minuto en cada tiempo, Cristián Cuevas ya había dejado su firma en el clásico. El carrilero zurdo apareció dos veces en el área y se transformó en el inesperado verdugo de Colo Colo en el Monumental. Una rareza, si se considera que en más de 100 partidos con la UC apenas suma cinco goles. La clave no estuvo solo en la puntería del rancagüino, sino en la apuesta que ideó Daniel Garnero.

El Cimbi no actuó como lateral, sino como volante con libertad. Un movimiento que lo convirtió en el enlace entre mediocampo y delantera, ofreciéndole al equipo algo que había carecido en los últimos meses: sorpresa. Con la cancha abierta para recorrer, Cuevas se asoció, desdobló y se metió en posiciones de finalización. Su polifuncionalidad –ha jugado por ambas bandas y en distintos roles– lo transformó en un comodín para un DT que buscaba romper la rigidez habitual que venía mostrando Universidad Católica.

“Buscamos con Cristián que pueda poner a disposición del equipo su desequilibrio individual, su claridad y lo hizo muy bien, no solo en haber llegado al área como llegó y pudo hacer dos goles, sino en la participación del juego, en los momentos que mejor estuvimos nosotros intervino muchísimo y eso es muy importante. Eso tenemos que ir lográndolo en distintos lugares del campo, sociedades, ponernos de acuerdo nos lleva a eso. Nos va a llevar tiempo, pero ya van dos meses y se empiezan a ver un poco los resultados de ese convencimiento que queremos transmitirle a los jugadores”, explicó el técnico tras el partido.

Cristián Cuevas celebra uno de sus goles en la goleada de la UC sobre Colo Colo. PEPE ALVUJAR/PHOTOSPORT

La mano del DT

Con la victoria, la UC le ganó dos veces seguidas a Colo Colo en un lapso de 41 días. Y en ambas, la lectura de Garnero superó a la de Jorge Almirón. El plan franjeado fue claro, con presión inicial, eficacia en los momentos clave y un equipo compacto que nunca perdió la concentración.

En Santa Laura, Católica había castigado los errores del Cacique con una presión alta que incomodó la salida rival. En Macul, repitió la fórmula, aunque con un matiz: el técnico argentino adelantó a Cuevas. A eso se sumó la inquebrantable labor de Zampedri, una especie de primer defensor del equipo, que obligó a la zaga local a jugar siempre incómoda.

La UC fue pragmática y eficiente. Con apenas unas llegadas, logró golpear en los instantes precisos, desatando la desesperación alba. Cada recuperación se transformó en una ocasión para generar peligro, ya fuera mediante la salida rápida o aprovechando el balón parado. También las segundas pelotas, que Garnero sabía que le costaban recuperar a los albos.

En esa línea, otra sorpresa fue la inclusión de Tomás Asta-Buruaga como lateral. El defensor fue otro de los héroes cruzados, al anotar el 2-0. El ex Antofagasta reemplazó al expulsado Sebastián Arancibia. “Que Tomás quizás jugando en una posición que no está acostumbrado, ante un rival tan difícil, una cancha difícil y hacerlo como lo hizo, me deja tranquilo. El plantel está convencido de que vamos por buen camino y todos se esfuerzan en el lugar que les toque. Sabíamos que con Tomás quizás podíamos perder alguna cosa, cuando hay un cambio así de futbolista de distintas características, como es Sebastián (Arancibia) y Tommy (Asta-Buruaga), íbamos a ganar en algunas cosas y vamos a perder en otra. Íbamos a ganar el juego aéreo y la verdad que el hecho de que él haya podido hacer un gol también nos pone muy contentos”, señaló el DT.

Los movimientos de Garnero no son casuales. Ha consolidado a Medel de vuelta en el mediocampo, luego de haber jugado como defensor en la primera parte del año. “A mí me gusta mucho la versatilidad de algunos futbolistas y Gary siempre lo fue. En esta posición lo puede hacer muy bien. Tiene todas las condiciones”, explicó en su momento a El Deportivo. Una versatilidad que ha aplicado a otros nombres.

El golpe psicológico fue inmediato. Con la desventaja tempranera, Colo Colo adelantó líneas, pero lo hizo sin orden. Las arremetidas de Correa y los intentos individuales de Cepeda apenas sirvieron para incomodar, sin que el equipo encontrara una conducción clara. La posesión fue estéril y la circulación lenta, lo que facilitó la tarea defensiva de una Católica que cerraba espacios con disciplina.

Almirón buscó variantes, pero el equipo se desdibujó. El Cacique abusó de centros imprecisos y se enredó en su propia ansiedad. La UC, en cambio, jugó con la tranquilidad de quien sabía que su plan funcionaba. Cada balón largo encontraba a Zampedri para aguantar, cada pelota detenida sumaba peligro, y cada desmarque de Cuevas se convertía en un recordatorio de la lectura táctica ganadora de Garnero.

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