El Deportivo

Con una cláusula que puede sellar su salida: el complejo calendario de Colo Colo que marcará el futuro de Ortiz en Macul

Pese a que lleva apenas dos meses en Macul, el futuro del DT del Cacique pende de un hilo. Un punto clave en su contrato puede sacarlo a fin de año y el empate del lunes ante Limache parece sentenciar las opciones albas de meterse en la Copa Sudamericana.

Con una cláusula que puede sellar su salida: el complejo calendario de Colo Colo que marcará el futuro de Ortiz en Macul.

El empate ante Limache fue algo más que un tropiezo. En el Estadio Nacional, Colo Colo dejó escapar dos puntos que podían mantenerlo con vida en su lucha por alcanzar un cupo a la Copa Sudamericana. El 2-2 final, con el gol de Luis Hernández en el último suspiro, no solo acrecentó la frustración de los jugadores y del cuerpo técnico; también encendió las alarmas en Blanco y Negro. La razón es simple. El contrato de Fernando Ortiz incluye una cláusula que podría sellar su salida en diciembre si el equipo no logra clasificar a una competencia internacional.

Con 35 puntos y cuatro fechas por disputar, los albos están a seis unidades de Cobresal, que con 41 ocupa el último lugar que entrega boleto al certamen subcontinental.

La cláusula

Cuando Ortiz fue presentado, a fines de agosto, la dirigencia buscaba estabilidad. Tras el abrupto final del ciclo de Jorge Almirón, el Cacique apostó por un técnico de perfil más dialogante. El Tano llegó con contrato hasta diciembre de 2026, a cambio de US$ 960 mil anuales, pero con una condición no negociable: si no lograba clasificar al menos a la Copa Sudamericana, el vínculo podría ser terminado de manera anticipada.

En el directorio de Blanco y Negro, presidido por Aníbal Mosa, no querían repetir los errores del pasado. El precedente del entrenador anterior, quien se aferró a una millonaria cláusula de salida pese a los malos resultados, aún está fresco. Por eso, la concesionaria introdujo ese acápite “anti-Almirón”. O sea, una revisión de contrato por objetivos cumplidos al cierre de cada temporada. Hoy, ese escenario está más cerca de concretarse que de evitarse.

Colo Colo tiene por delante un fixture que no invita al optimismo. Deberá visitar a Ñublense y Unión Española, recibir a Unión La Calera, volver a salir ante Cobresal y cerrar como local ante Audax Italiano. Cinco partidos que definirán el futuro de su técnico.

A simple vista, se trata de un calendario equilibrado. Dos rivales que pelean en la medianía de la tabla, dos con objetivos concretos y uno comprometido con la lucha por la permanencia. Sin embargo, la irregularidad del cuadro albo y su dificultad para sostener los resultados hacen que cada partido se convierta en una final.

La igualdad ante Limache fue una muestra clara. El equipo ganaba 2-0 y controlaba el encuentro, pero volvió a exhibir fragilidades defensivas y falta de manejo emocional. “Se nos escapan dos puntos importantísimos”, reconoció Ortiz en conferencia. “Hay frustración, pero todavía se puede revertir. Hay partidos por delante y puntos que se pueden sacar”, añadió.

El problema es que Colo Colo no logra consolidar una identidad. Alterna buenos momentos con caídas pronunciadas en su rendimiento. A la falta de contundencia se suma una desconexión en el mediocampo y un funcionamiento defensivo que ha concedido goles evitables.

El costo

Más allá del golpe deportivo, la no clasificación tendría también un impacto económico relevante. Solo por participar en la fase preliminar de la Copa Sudamericana, los clubes chilenos reciben US$ 225 mil en premios. Este aumenta a si se supera el primer partido y en la fase de grupos se aseguran 900 mil dólares.

Para Blanco y Negro, el ingreso a un torneo continental representa un piso financiero. No acceder a ese monto sería un golpe doble: deportivo y presupuestario. Sobre todo tras un año para el olvido en el que pensaban avanzar lejos en la Libertadores, con el festejo de su centenario como bandera. Algo que no ocurrió. En el Monumental, el mercado de fichajes de 2026 podría verse limitado si el equipo queda fuera de toda competencia internacional. Menos recursos, menos atractivo.

La apuesta que se diluye

Cuando Ortiz asumió, el diagnóstico era claro. El equipo venía de una etapa desgastada con Almirón, y se buscaba un técnico que inyectara aire fresco. En sus primeras conferencias, el argentino habló de “volver a disfrutar del juego”. Sin embargo, con el paso de las semanas, la inestabilidad volvió a instalarse. Colo Colo ha ganado solo uno de los últimos cuatro partidos. El DT ha intentado diferentes fórmulas, sin lograr la respuesta esperada.

El cansancio también se nota en figuras clave. Arturo Vidal ha mostrado altibajos físicos. “Tuvo un desgaste lógico con un jugador menos”, explicó el DT tras el duelo ante Limache y admitió que el cansancio influyó en el retroceso del equipo en los minutos finales. Además, el Rey ha puesto en duda su permanencia.

Por ahora, en Macul se enfocan en lo inmediato. Ñublense es el próximo rival. “Tenemos que seguir insistiendo, mantener la cabeza arriba”, repite Ortiz ante los micrófonos, consciente de que su continuidad pende de un hilo.

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