El Brasileirao se trasladó a Filadelfia. Palmeiras y Botafogo protagonizaron el primer enfrentamiento entre sudamericanos y elencos de un propio país. En el Lincoln Financial Field, el Verdao se impuso sobre el actual campeón de la Libertadores con un gol en la prórroga y se metió en los cuartos de final del Mundial de Clubes. Ahora, espera rival entre el Chelsea y el Benfica.

El encuentro arrancó con la intensidad propia del certamen brasileño. Ahí, el conjunto dirigido por Abel Ferreira salió a presionar alto y se hizo cargo del ritmo. Se adueñó de la pelota y comenzó con al distribución ante un replegado Fogao.

Su principal arma fueron las punzantes pasadas de Estevao, acostumbrado a jugar por derecha, pero que en esta oportunidad se instaló en la izquierda como una verdadera amenaza. Eso sí, no lograron constituir peligro claro más allá de aproximaciones. La superioridad del Verdao no se tradujo en profundidad ni mucho menos en el marcador. En el cierre de la primera mitad, Botafogo logró tener más protagonismo. Salió de su repliegue y logró incomodar con buenas triangulaciones en el último tramo, aunque tampoco fueron relevantes.

Agónico tanto

La tónica fue similar en el complemento, con la cancha inclinada sobre el arco de Botafogo. En el 50′ parecía llegar la apertura de la cuenta tras un doble remate de Estevao, pero el tanto fue desestimado por una posición de adelanto de Richard Ríos.

La intensidad no bajó. Palmeiras mereció un descuento, pero el arquero John Victor se transformó en figura con una serie de intervenciones a lo largo del parcial. Solo una gran actuación del meta evitó que el Porco se llevara el triunfo en el tiempo reglamentario.

Poco a poco crecía la posibilidad de los lanzamientos penales, pero Paulinho sentenció el encuentro en el suplemento. En el 100’, el atacante recibió por la derecha y encaró. Enganchó hacia dentro para pasar entre dos defensores y sacó un ajustado zurdazo raso. Golazo para desatar la euforia de los paulistas. En esta oportunidad, nada pudo hacer el portero carioca, que fue el más destacado del cotejo.

Botafogo, lógicamente, reaccionó. Salió en busca del empate y generó más que en todo el resto del encuentro, pero no fue posible. Palmeiras se impuso por la mínima y se metió entre los ocho mejores del Mundial de Clubes. El Porco, eso sí, sufrirá dos bajas sensibles: Joaquín Piquerez y Gustavo Gómez, su capitán. El primero por acumulación de tarjetas amarillas y el segundo por una tarjeta roja en el cierre. Su rival saldrá entre Chelsea y Benfica.