
La divertida recolección de autógrafos del hijo de Novak Djokovic en Wimbledon que omite al más importante
Stefan ha acaparado miradas dentro y fuera del court inglés. El primogénito de Nole se ha convertido en un incansable coleccionista de firmas de tenistas famosos que atesora en su gorro. Sin embargo, hay que el niño de 10 años pasó flagrantemente por alto.

El serbio Novak Djokovic sigue su campaña brillante en Wimbledon. El miércoles, tras vencer al italiano Flavio Cobolli en cuatro sets, el serbio alcanzó la semifinal del torneo británico por octava versión consecutiva. Asimismo, lo hizo por décimo cuarta ocasión desde que debutó en el circuito, hace 22 años.
Pero esta versión ha sido especial para el exnúmero uno del planeta. A sus 38 años, el balcánico tiene otra manera de enfrentar la vida y el deporte. Más medido en sus declaraciones, como parte de la experiencia que ha adquirido tras ganar 24 títulos de Grand Slam.
Gran parte de esa nueva actitud coincide con la presencia cotidiana de su familia en el court inglés. En el box del equipo técnico del balcánico no han faltado un solo día su esposa Jelena, además de sus hijos Stefan de 10 años y Tara de 7, el tenista y la violinista, respectivamente.
Ambos menores juegan hoy un papel fundamental en la carrera del europeo. La pequeña ha sido motivación pública y constante para Nole, quien ha simulado tocar un violín cada vez que gana un partido, claro mensaje de complicidad entre padre e hija.
El mayor ha ido un poco más lejos en su afición deportiva. Con su papá como protagonista eterno en el pasto británico, el pequeño ha tenido la valiosa oportunidad de codearse con los mejores tenistas del planeta.
Todos, menos uno
Porque Stefan ha acaparado miradas y flashes en Wimbledon. Siempre va con el mismo gorro blanco, que con el paso de los días se ve más lleno de autógrafos de tenistas.
“Le encanta el tenis, es obvio”, advierte su orgulloso padre, quien a su vez confirma que “en realidad, la mayoría las ha conseguido por sí mismo. Creo que yo sólo se lo pedí a Jannik (Sinner), todos los demás fue él quien se acercó a los tenistas”.
Desde Taylor Fritz a Grigor Dimitrov, de Aryna Sabalenka hasta el mismo italiano Cobolli. Rúbricas que llenan el gran tesoro del primogénito del jugador con más títulos de Grand Slam en la historia del tenis.
Sin embargo, por decisión propia o simple descuido, mas no por falta de cercanía. Hay una valiosa firma que todavía no aparece en esa preciada gorra. “Sí, es verdad, tiene la firma de todos, menos la mía. Pero no importa, lo acepto”, sonríe Nole.
Asimismo, bromeó que “Stefan tuvo la oportunidad de jugar con Cobolli, mi rival en cuartos. Se enfrentaron hace unos días. Jugaron algunos puntos. Está encantado. Le pedí información para ganarle”.
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