A sus 38 años, Novak Djokovic sigue dando muestras de su grandeza. Esta vez avanzó a las semifinales de Roland Garros tras derrotar por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4 al alemán Alexander Zverev y buscará su paso a la final ante el número uno del mundo, el italiano Jannik Sinner.

Nole va por su vigésimo quinto Grand Slam y demostró mucho coraje para remontar un flojo inicio ante el número tres del mundo y finalista del año pasado.

La Philippe Chatrier estaba espléndida y desbordada y presenció un tenis de alto vuelo. El teutón comenzó bien con un quiebre en el inicio que le permitió encaminarse en el primer set.

Pero Nole se sobrepuso con una estrategia muy inteligente, que consistió en usar bastante el drop shot, y ya en el cuarto juego del segundo set rompió el saque de su rival y se defendió bien. Sascha, por su parte, sufría con los mosquitos en la cancha central de París.

A partir de ahí, el balcánico tomó el control y superó en todo aspecto a su adversario durante el tercer parcial. Sin embargo, el cuarto fue mucho más igualado. Zverev empezó perdiendo su saque y no pudo romper el del serbio en un tenso sexto juego. Cinco bolas de partido necesitó Nole para cerrar una victoria de peso.

“Bueno, mi juego se basa en correr mucho. A los 38 años, no es fácil correr así, pero está bien, está bien, es bueno. Un partido así, como el de esta noche, es la principal razón por la que seguí jugando y compitiendo a este nivel”, expresó tras su victoria.

Duro desafío

De este modo, Djokovic clasificó a su 51ª semifinal de Grand Slam, y el viernes se medirá con el número uno del mundo Jannik Sinner, quien venció por 6-1, 7-5 y 6-0 al kazajo Alexander Bublik en sesión matinal.

El italiano, que llegó a la final en Roma en su regreso después de tres meses de sanción, sigue en modo demoledor y apunta a ganar su tercer major consecutivo tras conquistar el US Open 2024 y el Abierto de Australia en esta temporada.