
La reunión secreta en que Jorge Almirón y Aníbal Mosa intentaron limar asperezas
La relación entre el timonel de Blanco y Negro y el entrenador se rompió después de que el mandamás impulsara una salida que, hasta ahora, no se ha producido.

A mediados de mayo, la relación entre Aníbal Mosa y Jorge Almirón se rompió. Los albos empataron ante Ñublense, un resultado que terminó agotando la paciencia del sector directivo que encabeza el timonel, que determinó autorizar al portomontino y a la administración de Blanco y Negro para negociar la salida del estratega.
Un mes después, el transandino sigue en su cargo. En principio, porque se aferró al contrato que lo liga al club hasta fines del próximo año (después de una renovación impulsada por Mosa). En ese mismo plano, no hubo entendimiento económico respecto de la ejecución de un adiós para el que los albos habían previsto gastar entre US$ 800 mil y US$ 1,2 millones. La decisión y la cifra no satisficieron al estratega ni a su entorno. Basta decir que Pablo del Río, el agente del técnico, criticó la actuación dirigencial en una entrevista con El Deportivo. “Hubo un apresuramiento y una exposición innecesaria”, se quejó.
La reunión secreta en que Jorge Almirón y Aníbal Mosa intentaron limar asperezas
El domingo, en la antesala del partido entre Audax Italiano y los albos, en La Florida, el empresario portomontino. “Hemos ido acercando las posiciones. Hemos tenido conversaciones con Jorge. La institución es lo primero. Él lo entiende así. Y también es lo que corresponde”, declaró el timonel, intentando zanjar un capítulo que, sin dudas, significaba una distracción para todos los estamentos del club popular.
Hasta ese momento, la definición para el vínculo entre ambos se reducía a un concepto: profesionalismo. “Son dos personas adultas”, decían en la intimidad del Cacique, en relación a dos protagonistas que tendrían, inevitablemente, que seguir relacionándose. Se precisaba, por ejemplo, que nunca se habían dejado de hablar ni de saludarse. Igualmente, la tensión se percibía. "Cada uno está haciendo su trabajo muchachos, eso es lo importante, cada uno tiene que hacer su trabajo. Lo importante es quedarse con el triunfo hoy, muchachos, eso es lo que le interesa a los colocolinos", había dicho luego del triunfo sobre Cobresal.

Mosa dio el paso para la búsqueda del restablecimiento de la comunicación. Este sábado, se reunió con Almirón, en un encuentro que no trascendió públicamente y que, hasta el momento, en el detalle de su contenido se mantiene en el ámbito de lo privado, pero que El Deportivo pudo confirmar. Lo hizo con el afán de ‘normalizar’ la comunicación.
En el diálogo, el dirigente intentó limar asperezas con el estratega, ya con una decisión anunciada: que el extécnico de Boca Juniors no se moverá del club. En principio, hasta el término de la temporada. De hecho, se le solicitaron las respectivas evaluaciones para determinar si habrá necesidades que satisfacer. Eso sí, la dirigencia tiene una certeza: solo llegarán nuevos jugadores si se concreta alguna partida. El presupuesto de la institución quedó suficientemente dañado después del descalabro en que terminó transformándose la participación en la Copa Libertadores. Los efectos, incluso, se sentirán en 2026. Le quedan tres partidos internacionales como dueño de casa sin recibir público producto de los incidentes ante Fortaleza.
Los cuestionamientos
Almirón se fue de vacaciones, como todos sus jugadores, que tienen una semana para recargar fuerzas. Después, tendrán que ponerse al día ante Universidad Católica y Universidad de Chile, duelos en los que no estará el suspendido Arturo Vidal. El estratega partió a España, donde conserva varios afectos por su estadía profesional en el país europeo.
El DT pudo haberse ido algo más tranquilo, pero en Macul repararon en la caída frente a los floridanos y hasta en los pálidos cometidos ante La Calera (triunfo por 0-1) e Iquique (2-2) para seguir cuestionándolo. La más convincente actuación frente a Cobresal (4-0) sirvió apenas para maquillar alguna convicción.
En ese escenario, en Macul mantienen abierta, cuando menos, una ventana de salida: la posibilidad de que el estratega aproveche su permanencia en el Viejo Continente para activar algún ofrecimiento por sus servicios. En ese caso, eso sí, en Macul aspirarían a una salida consensuada que les permita ahorrarse una indemnización cuantiosa incluso en su extremo mínimo.
En el entorno del DT definen la situación en pocas palabras. “Está todo igual”, sentencian.
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