El Deportivo

Las dos grandes trabas que tiene la U para reforzarse y que complican más el retorno de Eduardo Vargas

La concesionaria estudiantil deberá resolver un par de problemas antes de comenzar a contratar nombres para el segundo semestre.

La compra del pase de Lucas Di Yorio es uno de los temas a resolver en la U. Foto: Felipe Zanca/Photosport. FELIPE ZANCA/PHOTOSPORT

Una semana clave vivirá Universidad de Chile de cara al mercado de pases para el segundo semestre. Tal como lo acordaron en el directorio de Azul Azul, la comisión fútbol comenzará a operar este lunes, y no a fines de julio como estaba pactado, y lo primero que hará será reunirse con el gerente deportivo, Manuel Mayo.

Allí le plantearán al ejecutivo que la instancia mayor de la sociedad anónima tiene como prioridad la renovación de sus jugadores más valorados antes que la contratación de refuerzos para lo que se viene en los próximos meses (recta final del torneo y repechaje de Copa Sudamericana).

El tema no es menor, pues son once los futbolistas que terminan su vínculo con la U. Entre ellos están dos de los emblemas del equipo: Charles Aránguiz y Marcelo Díaz. Solo la del Príncipe tiene carta blanca. La del capitán es más difusa. “Se deben conversar los montos y los plazos”, dicen en La Cisterna, aunque creen que todo se dará de manera expedita.

Otras de las prioridades para los directivos es el vínculo de Fabián Hormazábal. El lateral derecho ha tenido una buena campaña y lo más probable es que sea vendido al extranjero en este mercado o en el veraniego, por lo que se busca un nuevo contrato donde existan mejores económicas para el jugador y una buena cláusula de salida para las arcas del club.

Los jóvenes Pedro Garrido, Flavio Moya, Ignacio Vásquez y Renato Huerta también están en la mencionada situación. Con ellos se hará un evaluación detallada para fijar la cifra que se invertirá y quién de ellos tendrá más beneficios a la hora de la firma final.

La U debe afinar detalles para negociar con Vargas. Foto: Andrés Piña/Photosport. ANDRES PINA/PHOTOSPORT

La contratación de Eduardo Vargas tiene ciertas condiciones

Otro de los temas que ronda en Azul Azul es el posible regreso de Eduardo Vargas a La Cisterna. Si bien el nombre se conversa entre algunos directores, hay consenso en que su retorno no es prioridad para la institución. “No existe el entusiasmo que había el año pasado con la llegada de Charles Aránguiz. De hecho, casi no se habló del tema”, reveló un director a El Deportivo.

Por lo mismo, la carpeta de Turboman será la última que revisarán Mayo y la instancia encabezada por Cecilia Pérez, pues antes deben ver el futuro de sus tres delanteros: Nicolás Guerra, Lucas Di Yorio y Rodrigo Contreras.

El primero es formado en el Centro Deportivo Azul y tiene el beneplácito del entrenador Gustavo Álvarez. Enn el caso de los dos siguientes, las cosas se pueden complicar pues la U deberá comprar sus pases para que se queden, sus préstamos vencen en diciembre, y sus cartas no son baratas.

Además, ya se decidió que al goleador de la selección chilena se le comunicará que no se pagarán sueldos fuera de mercado ni se emulará lo que hicieron con el Aránguiz en su regreso, al cual se le ofreció un sueldo cercano a 40 millones de pesos mensuales.

“Jugadores tan importantes para la U siempre tienen la puerta abierta, pero tienen que coincidir una serie de cosas: el momento del club, del jugador y el presupuesto. No podemos volvernos locos, tirar la casa por la ventana y después quebrar el club”, sostuvo Aldo Marín, uno de los directores del club.

También se va a revisar el caso de Javier Altamirano, quien llegó a préstamo con una opción de compra a fin de año. Su rendimiento no ha sido destacado. Incluso fue sustituido por el argentino en el compromiso con Coquimbo Unido, por lo que se conversará con todos los involucrados en este caso.

Fabricio Formiliano saldrá de la U en este mercado. Foto: Alejandro Pizarro Ubilla/Photosport. ALEJANDRO PIZARRO/PHOTOSPORT

Los que se pueden ir y la otra traba para los refuerzos

Distintos son los casos de Cristopher Toselli, Fabricio Formiliano e Ignacio Tapia. Los tres jugadores no son prioridad para Azul Azul e incluso a Formiliano se le buscará una salida en este mercado para poder rentabilizar la inversión que se hizo en el defensa uruguayo.

Más problemáticas son las renovaciones de Lucas Assadi e Israel Poblete. El primero estaba llamado a ser la nueva joya de la cantera laica y su rendimiento este año dejó mucho que desear, desvalorizando su pase. Y si bien se quiere rentabilizar la formación de Assadi, tampoco se hará ninguna apuesta al alza en su renovación. No así con Poblete, manteniendo los pies en la tierra, Azul Azul se abrirá a su continuidad.

Todas estas conversaciones tienen un arma sobre sus cabezas: el plazo. El directorio está preocupado por el cierre del libro de pases, el cual tiene como plazo el 9 de agosto venidero. ¿La razón? El mercado seguirá abierto en Europa y en ligas sudamericanas como la argentina, por lo que podrían llegar ofertas irrenunciables lo que implicaría desprenderse de valores que no tendrán reemplazo posible. No hay margen de error para armar un plantel para pelear el torneo y avanzar lo más arriba posible en la Copa Sudamericana.

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