
Los difíciles momentos por los que atravesó Valentina Toro: “Me devolvía en el avión llorando después de pelear”
La karateca de 25 años obtuvo un oro en la Premier League Karate de Marruecos luego de difícil inicio de año. Además, habla acerca de su sueño de ser la número uno del mundo, los sacrificios deportivos y hasta de privilegios.

Valentina Toro vive los días más felices de este 2025. La karateca pasó por meses complicados, con eliminaciones tempranas y mucha frustración. Sin embargo, hace dos semanas, poco a poco se fue reencontrando con su nivel en la Premier League Karate de Marruecos, a tal punto que se quedó con un oro que tiene un sabor muy especial.
Ya en Chile, con más tranquilidad y acompañada de su familia, analiza con El Deportivo cómo llegó a su tercer metal dorado en la liga más competitiva del mundo. Aunque su vida no ofrece demasiado descanso, porque ya está pensando en los Juegos Mundiales y en el Campeonato Mundial Específico. Ambos eventos serán antes de fin de año.
No había sido un año fácil para usted hasta ahora.
Fue un semestre duro. Yo el año pasado tuve un 2024 muy exitoso. De las tres Premier League que asistí, en las tres saqué medalla: bronce, oro y oro, lo que me dejó como la mejor de mi categoría (-55), pero todo eso fue una gran presión para este año. Pensaba “tengo que hacerlo de nuevo”. En la primera de este año, no pasé la ronda de grupos; después, en la segunda Premier League, tampoco pasé; en la tercera, tampoco; luego vino el Campeonato Panamericano, en donde aspiraba al oro y perdí el paso a la final. No me sentía con buenas sensaciones en el tatami.
Imagino que eso genera que se disfrute más este oro en Marruecos
Cuando llegué a Marruecos dije “vengo a pasarlo bien, a intentar disfrutar”, me había ido de todas las competencias llorando, me devolvía en el avión llorando después de pelear. Comenzó el torneo, me sentí bien y gané en la primera pelea, en la segunda pasó lo mismo y de repente me vi en la semifinal contra la campeona del mundo y gané. Grité de felicidad, miré a mi entrenador, me dijo “ves que no había que rendirse, que podías” y ahí me largué a llorar. Lloré mucho, ni para cuando gané los Juegos Panamericanos lloré así, era dejar atrás este semestre de mierda que tuve, siempre sintiéndome mal. Y en la final solo estaba enfocada en disfrutar. Gané más que la medalla, era reencontrarme conmigo. Yo no empecé a hacer karate por el éxito, por las medallas, por ganar plata, ni por la fama; yo comencé con el karate porque me gustaba y pasaba tiempo con mi papá, porque me encantaba agarrarme a combos.

¿Por qué siente que había ocurrido esa baja en el rendimiento?
Yo creo que es algo natural que debe pasar. Aunque nos encantaría, el éxito no es lineal. El karate es también un deporte muy estratégico, entonces, cuando estás en el top basta con poner mi nombre en YouTube y están todas mis peleas. Así es más fácil leerme, la Vale hace esto en determinados momentos. Yo antes era la chilena que nadie conocía y que peleaba bien de repente, pero cuando ya te conocen y te enfrentas con las mismas rivales de siempre, es un juego mental todo el rato.
¿Se vuelve a reactivar el sueño de ser la número 1 del mundo en su categoría?
Sí. Yo soy campeona mundial Sub 21, fui también en 16-17, entonces me queda solo la categoría adulta, así que por eso vamos.
En julio del año pasado escribió una columna en La Tercera en la que lamentaba que el karate no estuviera en París 2024. ¿Cómo se convive con la frustración de no poder asistir a unos Juegos Olímpicos?
Es triste, pero la verdad es que ya asumí que no somos un deporte olímpico y que por eso a veces nos discriminan en muchas cosas. Por ejemplo, en becas, si yo gano un Panamericano no es lo mismo a que lo gane alguien de esgrima, porque ellos sí acceden a una beca mucho mayor del Estado. Cuando son años de Juegos Olímpicos nadie está ni ahí con el karate. Es el deporte que elegí, lo amo. Yo creo que la vida, el destino y Dios me tienen otras cosas preparadas.
Usted entrena, compite, viaja, estudia, es activa en redes sociales. ¿Cómo compatibiliza la vida de una persona normal con la de una deportista profesional?
Es difícil, pero yo soy súper disciplinada en lo que hago. Como que estoy siempre aprovechando el tiempo. Soy súper hiperactiva, tengo mucha energía: me levanto, voy a la universidad, a entrenamiento, trasnocho de repente y también soy súper humilde para pedir ayuda cuando lo necesito. Si tengo que pedirles a compañeros que me repasen la materia de nuevo, lo hago.

¿Es muy difícil ser deportista en Chile?
Yo creo que sí, pero yo me siento privilegiada en el mundo del deporte. Porque soy reconocida, entonces tengo mucho apoyo de empresas privadas, tengo apoyo de Mitsubishi y de otras marcas. Cuando gano, la prensa me busca. Hay otros casos de equipos de básquetbol o vóleibol, que entrenan y entrenan en el CEO y nunca les dan la Beca Proddar, o se lesionan y les quitan la beca. Yo creo que ser deportista en Chile es una gran inversión de tiempo, de salud mental, te lleva al límite física y mentalmente, y no todos los deportistas tienen la suerte de contar con los medios que necesitan.
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