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Método noruego, una estricta dieta y mucha cabeza: el camino que llevó a Martín Vidaurre a la élite del ciclismo mundial

El deportista de 25 años consiguió una inédita victoria para Chile en el circuito mundial de ciclismo de montaña, en Val di Sole. Luego de años de un sacrificado y minucioso trabajo, el chileno se instala en lo más alto de la disciplina.

Método noruego, una estricta dieta y mucha cabeza: el camino que llevó a Martín Vidaurre a la élite del ciclismo mundial. . Por @UCI_MTB

Martín Vidaurre cosecha los éxitos tras décadas pedaleando. El ciclista se coronó en Val di Sole y obtuvo su primer triunfo en la distancia olímpica del circuito mundial de ciclismo de montaña, en lo que también es una victoria inédita para el deporte chileno. La competencia en Daolasa di Commezzadura se ha transformado en el territorio favorito del nacional, pues en 2021 se consagró como campeón mundial Sub 23.

“Es maravilloso. Amo Italia, amo a la gente que está presente acá, me dieron toda la fuerza hoy. Tengo muy buenos recuerdos de 2021 cuando fui campeón Sub 23. Estoy tan feliz. Es increíble. Ha sido una vuelta larga estar aquí, es mi tercer año en la liga y ganar una Copa Mundial es todo lo que uno quiere. Estoy más que feliz. Esto es para mi gente, para mi país. Es fantástico”, aseguró tras imponerse en la Copa del Mundo desarrollada en Italia.

A sus 25 años, Vidaurre acumula grandes éxitos en el ciclismo. Ya va por su tercera temporada en el circuito UCI XCO en la categoría Elite, en el que compite con el equipo Specialized Factory Racing. También tiene dos Juegos Olímpicos en el cuerpo (16° en Tokio 2020 y 11° en París 2024), además de sus dos medallas panamericanas (bronce en Lima 2019 y plata en Santiago 2023). Sin embargo, su notoriedad viene tras años de un extenso, sacrificado y prolijo trabajo para instalarse en lo más alto de la disciplina.

Él lo tiene claro y el esfuerzo se ha graficado en resultados. “Al final lo que manda siempre va a ser la forma física con la que uno llega al evento, qué tan descansado estás y qué tan entrenado estás. Esto es números, es ciencia, es realidad. La cabeza te puede ayudar un montón a tomar decisiones, estrategias, pero al final siempre el más fuerte va a ganar. Lo más importante va a ser el trabajo que hiciste previamente y qué tan claro estás con tus decisiones. El cuerpo es como una máquina, uno tiene que aceptar que no todo es mental y que hay que ser realista”, aseguró hace unos meses, en una entrevista con El Deportivo.

Foto: @UCI_MTB (X).

Un trabajo íntegro

Vidaurre nació con una bicicleta a su lado. La pasión fue inculcada por su padre Cristóbal, quien es un avezado e histórico competidor en Chile. Catalina, hermana menor de Martín, también vive por la disciplina. Ambos comenzaron a pedalear a los dos años, mientras que Martín arrancó a competir a los cinco. Diez años después, inició su camino como profesional, en el que este año cumple una década.

A su lado trabaja Jorge Cajigal, doctor en ciencias del deporte y entrenador de los Vidaurre, que ha recorrido un extenso camino junto a los deportistas nacionales. “Primero hay que contar con la materia prima: el talento. Sobre esa base, a ese talento físico, también técnico, hay que trabajarlo. Cuando partimos con Martín, en el año 2015, era un diamante en bruto, que uno lo está sacando de una roca, pero si uno le empieza a pegar a un diamante muy fuerte, se rompe. Esto es como una escultura, formar a un deportista es como una escultura. El entrenamiento son golpes que va recibiendo, pero son golpes que tiene que recibir en su justa medida, porque si es muy suave, la escultura no se forma, pero si es demasiado fuerte, la escultura se rompe. Por eso uno se apoya en la ciencia, para poder hacer el trabajo con la mayor cantidad de información y números, que en el fondo la ciencia va a servir como un apoyo”, señala en conversación con El Deportivo.

“En el proceso, uno va formando un deportista talentoso, y va considerando muchos factores que también son claves, donde está está el factor psicológico, la educación psicológica, la educación nutricional. Está el factor social que también es fundamental, sobre todo estos deportes individuales, donde es muy fácil que el deportista no se relacione adecuadamente con sus pares, y eso también hay que respetarlo. Por eso es tan importante las relaciones para formar a una persona integral, que además es deportista. Hay que prepararlo psicológicamente, físicamente, nutricionalmente, en lo técnico, en lo táctico, en todo, en lo social, cosa que cuando llegue a la élite, habiendo tenido un desarrollo integral, pueda soportar lo que significa llegar a alto rendimiento, con toda la presión, salir adelante con la frustración, porque esto no es difícil, es extremadamente difícil. Ni Martín ni nadie nos imaginábamos lo difícil que iba a ser llegar a triunfar”, continúa.

Exigente rutina y metodologías innovadoras

Vidaurre tiene una minuciosa rutina de trabajo. Se levanta a eso de las ocho de la mañana, desayuna y comienza a pedalear, en una primera sesión que puede durar hasta cinco horas, dependiendo de la preparación que requiera. El turno es matutino y nocturno para completar unas 30 horas semanales arriba de la bicicleta.

A eso hay que sumarle el trabajo en el gimnasio y la alimentación, algo crucial en su preparación. Esta se basa principalmente en carbohidratos y proteínas. La amplia cantidad de calorías que quema diariamente son un factor crucial, aunque todo debe ser medido. Vidaurre consume 2,5 gramos por kilo de peso corporal, algo común en la dieta de un atleta de élite. Si se multiplica por los 66 kilogramos que es su peso ideal, estaría comiendo un total de 165 gramos diarios únicamente de proteína.

Cuando está en Chile, su entrenamiento se radica en las montañas, específicamente en La Parva. Ahí entrena junto a su hermana. Los motivos no solo están relacionado con los beneficios que puede tener el acondicionamiento a la altitud, sino por las dificultades que existen para encontrar lugares para desarrollar la disciplina. “Las carreteras son peligrosas, hay poco respeto por el ciclista. Acá no hay cultura deportiva. En Europa, está lleno de senderos. Cuando Martín entra a algún sitio particular, nadie le pone problemas. Acá, uno lo que encuentra son alambres de púas y escopetazos o te sueltan a los perros. Las carreteras concesionadas tampoco permiten el ingreso. Te puedes ir detenido”, indica Cajigal.

Foto: @UCI_MTB (X).

Vidaurre, unas dos semanas antes de cada competencia, se marcha al lugar para aclimatarse en la altitud, humedad y diferentes condiciones climáticas propias de cada destino. Por otra parte, una parte crucial de su entrenamiento está ligado al propio Cajigal, quien tiene una cercana relación con el especialista noruego Bent Ronnestad. Ambos están trabajando de forma coordinada una investigación junto a sus academias, la INN University y la Universidad San Sebastián

Es considerado el científico más importante en el mundo del ciclismo, el número uno. Lo conocí personalmente en el Mundial de Escocia 2023 y lo invité a venir a Chile. Antes nos comunicábamos por mail, él me había pedido que escribiera un capítulo de su libro. Estamos implementando metodologías innovadoras que recién saldrán publicados en libros en 2035”, afirmó el doctor en ciencias del deporte.

Cuando vine, yo tuve dos reuniones con el Ministerio del Deporte para que aprovecháramos la oportunidad, pero no me dieron ni pelota. Yo no les estaba pidiendo plata ni nada, solo fui a contarles. Él se había pagado su viaje y quería conocer Chile, y cómo entrenamos en altitud”, añadió.

Ronnestad continúa trabajando con Vidaurre. Es quien lidera los planes de entrenamiento que son implementados por Cajigal. El año pasado se concretó el convenio de trabajo, investigación y entrenamiento luego de que viajará junto a Martín y Catalina a Noruega. “La Universidad San Sebastián creó un laboratorio hecho a petición directa de él, el SportLab. Es una réplica de los laboratorios escandinavos. Es el más avanzado de Chile y posiblemente de Sudamérica”, señala Cajigal. “Esto es para que los cinco o seis meses que pasa Martín en Chile pueda optimizar su entrenamiento. Aquí es apoyado por mí y el resto de tiempo, en Europa, lo apoya directamente Bent”, prosigue.

Martín no solo vive el éxito de su presente, sino que también se proyecta con objetivos a corto y largo plazo. “Busca consolidarse en el podio, en el top tres a nivel mundial. Pero lo que más busca, sin duda, es ser el número uno. Es tremendamente ambicioso, en el buen sentido de la palabra. La medalla de oro en los Juegos Olímpicos también, esa es la ambición, para allá va. Es un deporte longevo con figuras de 30 o incluso 40 años. El peak de rendimiento se está consiguiendo entre los 26 y 30 años, algo que va a coincidir con Martín en Los Ángeles”. indica el entrenador.

Su anhelo es absoluto. “Cuando compite, se transforma. Ahora, en Italia, cuando alcanzó al primero, faltándole una vuelta, se puso detrás. Le pegó un cambio de ritmo, lo miró con esa mirada asesina, desafiante que tiene. Lo miraba para atrás y yo sé lo que va pensando: ‘¿Y vo’ qué hue..., te voy a sacar la chucha’. Esa expresión se ve en su cara y el italiano debe haber su cara de criminal y debe haber pensado: ‘No tengo nada que hacer’. No hay que tenerle miedo a los corredores de Europa”, sentenció Cajigal.

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