Inter de Miami de Lionel Messi lo tenía todo para la hazaña. Vencía cómodamente por 2-0 en su casa hasta los 80 minutos. Sin embargo, permitió la levantada de Palmeiras que alcanzó el empate 2-2, que puso a los paulistas primeros en el Grupo A y obliga a los norteamericanos a jugar con el PSG en la próxima ronda, el domingo, en Atlanta.

Pero no era un partido cualquiera. Al margen de la importancia de meterse en octavos de final, el equipo que terminara segundo debía de enfrentar al actual monarca de la Champions League de Europa, en la próxima ronda.

En ese escenario, el elenco brasileño trató de golpear primero, rápidamente. A los 4 minutos, un cabezazo del paraguayo Gustavo Gómez obligó a una reacción de Óscar Ustari.

Pese al urgente dominio de los paulistas, la escuadra de la Major League Soccer no se amilanó. Antes de los 10 minutos, el control de Lionel Messi en el área fue defendido en extremo por la zaga de O Verdao.

Fue solo el aviso de lo que ocurriría momentos más tarde. El reloj apenas superaba el cuarto de hora cuando el equipo cristalizó un contragolpe letal. Luis Suárez superó la marca de Gómez y cedió a Tadeo Allende, quien corrió 40 metros para enfrentar al golero Weverton y derrotarlo para el 1-0.

Palmeiras intentó reaccionar. Adelantó sus líneas, apretó bien arriba la salida de los estadounidenses y comenzó a abrir el juego por las puntas. Pasada la media hora, el exjugador de Colo Colo Maximiliano Falcón falló en el juego por abajo y el balón terminó en los pies de Facundo Torres, pero su remate se fue por muy poco.

Cerca del descanso, el argentino José Manuel López intentó de cabeza para los brasileños, aunque su remate se fue desviado, como fiel reflejo de la desesperación de su equipo.

En el tiempo complementario, el partido ganó en emociones, desde el mismo reinicio. Solo se jugaban segundos, cuando un cruce de Marcelo Weigandt impidió el empate de Torres.

Sin embargo, tal como ocurrió en la primera fracción, el equipo sudamericano dejaba muchos espacios para el contragolpe. A los 49’, Messi quedó frente al arco, pero su disparo bajo fue bien contenido por el golero Weverton.

A los 53’, Allende volvió a poner de cabeza a la adelantada zaga de O Verdao. Nuevamente, gracias al pase del uruguayo Suárez, pero esta vez la definición cruzada del transandino se fue ancha.

Messi quería su gol y estuvo muy cerca de consumarlo. Poco antes de la hora de juego, el campeón del mundo tomó un balón cerca de la frontera del área, mas su remate se fue apenas sobre el arco de Palmeiras.

La segunda conquista llegó a los 65 minutos. Como en sus mejores tiempos, el uruguayo Suárez eludió a tres rivales, enganchó en el área y clavó la pelota en un ángulo para el 2-0, un verdadero golazo.

O Verdao no bajó los brazos y encontró una tardía reaccionó para conseguir el descuento. A diez minutos del final, Paulinho rescató un balón en el área y puso el 2-1 con ajustada definición.

A tres del final, el equipo de Florida no pudo mantener la ventaja. Un centro desde la derecha de Paulinho obligó a un mal despeje de Maxi Falcón. La pelota quedó servida para Mauricio, quien fusiló a Ustari para el 2-2.

Mal resultado para los de la MLS, que en octavos deberá medirse al campeón francés, mientras que los paulistas medirán a sus compatriotas de Botafogo, en octavos de final, el sábado en Filadelfia.

Empata Porto

En el otro partido del Grupo A, que se jugó en simultáneo en New Jersey, Porto de Portugal empató 4-4 con Al Ahly de Egipto, resultado que dejó eliminadas a ambas escuadras del Mundial de Clubes.

Partido en el que los europeos, parte de las grandes decepciones de este torneo, siempre fueron en desventaja para despedirse con una amargo empate. Un hat-trick de Abou Ali (15’, 45+2’ y 51’) y otro de Ali Ben (64’) construyeron la victoria africana.

Por el lado de los Dragones lusitanos descontaron Rodrigo Moura (23’), William Gomes (50’), el español Samu Aghehowa y Pepé (89’); para despedirse con solo dos puntos en el Grupo A.

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