Minutos de mucha aflicción se vivieron en la última jornada de Wimbledon. En el court central del torneo británico, el número uno del planeta el italiano Jannik Sinner se medía por los octavos de final del torneo ante el búlgaro Grigor Dimitrov.

Partido en el que el eslavo sorprendió desde el inicio al mejor del planeta. En su primer servicio, Dimitrov rompió el servicio de Sinner y encaminó rápidamente una ventaja inalcanzable para su rival y hacerse con el primer set por 6-3.

En la segunda manga, el vigésimo primero del mundo tomó aún más confianza. Inició 2-0 arriba y no falló con su saque. El revés le dio duros problemas al italiano y terminó por imponerse por 7-5 para dejar contra las cuerdas a uno de los máximos favoritos al título.

Mala suerte

En el comienzo del tercer set todo iba como en los actos anteriores, aunque sin quiebres por lado. El parcial estaba 2-2, pero en el quinto juego se instaló el estupor en la cancha central.

Dimitrov estaba al servicio, cuando en el sexto punto del quinto game el búlgaro sintió un fuerte dolor entre el brazo y el pecho. De inmediato se sentó en el césped, lo que provocó la reacción de su oponente, quien corrió a ver como estaba el eslavo.

“¡Mi pecho, mi pecho!”… se escuchaba en el ambiente, mientras el búlgaro hablaba con Sinner. La asistencia médica de la organización no demoró en atender al tenista. Después de un par de minutos, Dimitrov confirmó que no seguía en el partido cuando estaba cerca del triunfo para avanzar a cuartos de final, lo que hubiera sido un verdadero batacazo para el torneo.

El búlgaro de 34 años completa así una seguidilla de malas situaciones, en lo que a su físico se refiere. Este es el quinto abandono consecutivo en Grand Slam por lesión. Antes, en Roland Garros 2025, le había sucedido algo parecido tras sentir dolores en la parte baja de la cadera.

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