Diego Valdés decide su futuro. El volante formado en Audax Italiano seguirá en el extranjero. Cerrada su etapa en el América, uno de los equipos más importantes del fútbol azteca, continuará en el exterior. Su próxima estación será Vélez Sarsfield, uno de los animadores de la exigente liga argentina.

El chileno y el Fortín acordaron todas las condiciones relativas al arribo. En las próximas horas, el mediocampista arribará a Buenos Aires para firmar el respectivo contrato y sumarse a los entrenamientos de la escuadra que dirige Guillermo Barros Schelotto.

Pese a los sondeos de la UC: Diego Valdés elige a Vélez Sarsfield y alista la llegada a Argentina

El capítulo azteca de la carrera del exaudino partió en 2016, cuando se vinculó al Morelia. Sus buenas campañas lo llevaron, posteriormente al Santos Laguna, donde se convirtió en figura, entre ese año y 2018. El siguiente fue el principal salto: lo adquirió la poderosa escuadra de Las Águilas. Su notoriedad fue tal que llegó a convertirse en el sueldo más alto de un equipo plagado de figuras.

Sin embargo, en los últimos meses, la relación se fue debilitando, al punto de que el jugador comenzó a explorar opciones que le ofrecieran mayor continuidad, incluso resignando notoriamente sus posibilidades económicas. El club crema le puso un indecoroso cartel: transferible.

En Chile hubo un interesado por ficharlo: Universidad Católica. Los cruzados sondearon al entorno del jugador, manifestando la intención de incorporarlo de cara al segundo semestre, con la finalidad de fortalecer la estructura que ya tiene a su cargo Daniel Garnero.

Hubo un par de reuniones en los que los cruzados establecieron esa intención. No eran, por cierto, el primer equipo nacional que había puesto sus ojos en el futbolista. A comienzos de temporada también hubo tímidos acercamientos de Colo Colo.

Sin embargo, las tratativas no avanzaron. En Las Condes nunca emitieron una propuesta formal, que incluyera cifras, para quedarse con el jugador. En ese escenario, el entorno del futbolista optó por avanzar con la escuadra transandina, una opción que le resultaba atractiva a Valdés desde todo punto de vista.