Aldea del encuentro
11 MARZO
Con dos ciclos, uno en enero, y otro durante marzo y abril, el clásico evento teatral del verano ha apostado por retomar la presencialidad como una forma de apoyar al alicaído sector de la cultura. Ensayos y presentaciones con distancia social, no ver a nadie mientras se monta una obra y trazabilidad en las salas son parte de las medidas que se han tomado para que la idea funcione.
Luces ultravioleta, obras para uno y sillas móviles: así funciona Santiago a Mil en pandemia
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