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El complejo futuro de FEMA, la agencia de emergencias en EE.UU., tras el desastre de Texas

La agencia gubernamental para manejar emergencias ya estaba enfrentando amenazas de ser eliminada. Si bien las inundaciones en el estado sureño pusieron a prueba las capacidades de la entidad al no poder desplegar más equipos de rescate, el presidente Trump ha cambiado su tono sobre la FEMA

El futuro de la agencia FEMA en Estados Unidos peligra tras el desastre de Texas. Foto: Archivo

Las inundaciones del 4 de julio en Texas, que dejaron al menos 129 personas muertas y más de 170 desaparecidas, ofrecieron una primera mirada a cómo la Agencia Federal para Manejo de Emergencias (FEMA) podría abordar las catástrofes, mientras el presidente estadounidense Donald Trump ha presionado para desmantelar la agencia y poner la respuesta de emergencia en manos de los estados.

La FEMA, establecida en 1979 por el presidente Jimmy Carter, coordina la respuesta federal a los desastres y sirve como respaldo para los estados si no pueden satisfacer las necesidades sobre el terreno. Específicamente, la misión de la agencia es ayudar a las personas antes, durante y después de los desastres, incluidos huracanes, tornados, terremotos e inundaciones.

Pero la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, pidió el miércoles pasado que la FEMA sea eliminada en su forma actual, incluso mientras la agencia de ayuda envió especialistas y suministros a Texas para ayudar a responder a las devastadoras inundaciones.

Los comentarios de Noem fueron una reafirmación de su pensamiento sobre el futuro de la FEMA, pero son notables dado el papel crítico actual de la agencia en el desastre de Texas. Hasta este viernes continuaba la búsqueda urgente de las personas desaparecidas tras las devastadoras inundaciones, y aumentaban las preocupaciones sobre los sistemas diseñados para notificar a los residentes en situaciones de emergencia.

Los funcionarios locales y federales han enfrentado el escrutinio por su respuesta, incluyendo preguntas sobre si podrían haber hecho más para advertir a la gente sobre el aumento del nivel de las aguas del río Guadalupe. Las autoridades han declarado que su enfoque actual está en el rescate y la recuperación.

Pero dos días después de que las catastróficas inundaciones azotaran el centro de Texas, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias no respondió a casi dos tercios de las llamadas a su línea de asistencia para desastres, según documentos revisados por The New York Times.

La falta de respuesta se debió a que la agencia había despedido a cientos de contratistas de los centros de llamadas, según una persona informada del asunto que habló bajo condición de anonimato para poder hablar de asuntos internos.

Asimismo, un informe del Times reveló que a los funcionarios del condado de Kerr se les negó repetidamente el financiamiento para un sistema de alerta de inundaciones, a pesar de haberle dicho a FEMA en octubre que era “probable” que se produjeran inundaciones mortales dentro de un año.

Trump en un Texas devastado

Donald Trump visitó el viernes la ciudad afectada. “Es una cosa horrible, una cosa horrible”, dijo el mandatario a los periodistas antes de abordar el Air Force One rumbo a Texas.

El presidente estadounidense conversó con funcionarios locales, junto con la primera dama y el gobernador de Texas, Greg Abbott. Posteriormente se realizó una mesa redonda, en la que junto a Trump estuvieron presentes los senadores Ted Cruz y John Cornyn, así como los congresistas Dan Crenshaw y Brandon Gill.

Un funcionario con el que conversó era el administrador de la ciudad de Kerville, Dalton Rice, cerca de árboles derribados por la inundación, un camión de bomberos y un mapa del área.

También recibió información de funcionarios electos locales y visitó lugares en el condado de Kerr, el epicentro de los daños. El representante estadounidense Pete Sessions, republicano de Texas, se unió también al mandatario.

Respuesta tardía de la FEMA

La región montañosa de Texas es especialmente propicia a las inundaciones torrenciales y ha sufrido algunas de las riadas más mortíferas del país, según consignó la agencia Reuters. La última comenzó con lluvias inesperadamente fuertes. Más de 300 mm de lluvia cayeron en la región en menos de una hora antes del amanecer del 4 de julio.

En solo cinco horas, según datos del medidor de inundaciones, el nivel del río Guadalupe pasó de aproximadamente 30 cm a 10,4 metros, o aproximadamente la altura de un edificio de tres pisos. Y, además de eso, la sequía excepcional en la región solo empeoró las inundaciones, ya que el suelo reseco no puede absorber tanta lluvia repentina.

El futuro de la agencia FEMA en Estados Unidos peligra tras el desastre de Texas. Foto: Archivo

Con todo ello, la FEMA no envió equipos de búsqueda y rescate a Texas Hill Country hasta el lunes, más de 72 horas después de las inundaciones mortales, según CNN. Para el lunes por la noche había 86 empleados de FEMA en Texas. Esa cifra aumentó a 311 para el martes por la noche.

Por ejemplo, cuando las ciudades del centro de Texas quedaron sumergidas por la crecida de las aguas, los funcionarios de FEMA se dieron cuenta de que no podían ubicar con antelación equipos de búsqueda y rescate urbano de una red de equipos estacionados regionalmente en todo el país.

En el pasado, la agencia federal habría enviado rápidamente estos equipos -que están entrenados específicamente para situaciones que incluyen inundaciones catastróficas-, más cerca de una zona de desastre en previsión de solicitudes urgentes, dijeron varias fuentes de la FEMA a CNN.

Pero mientras los equipos de rescate de Texas se apresuraban a salvar vidas, los funcionarios se dieron cuenta de que necesitaban la aprobación de Noem antes de enviar esos recursos adicionales. La secretaria de Seguridad Nacional no autorizó el despliegue de los equipos de Búsqueda y Rescate Urbano de FEMA hasta el lunes, más de 72 horas después del inicio de las inundaciones, según informaron varias fuentes a CNN.

El gobernador de Hawái, Josh Green, a la derecha, y la administradora de FEMA, Deanne Criswell, observan un edificio destruido durante un recorrido por los daños causados por los incendios forestales el 12 de agosto de 2023, en Lahaina, Hawái. Foto: Archivo Rick Bowmer

Los funcionarios de Seguridad Nacional han defendido la respuesta federal en Texas y el plan del presidente Trump de desmantelar FEMA y transferir más responsabilidad de la respuesta a desastres a los estados.

La amenaza inicial del presidente

Apenas días después del inicio de su segundo mandato, el presidente Trump anunció que recomendaría la desaparición de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, calificándola de inflada e ineficaz.

Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, fue aún más contundente durante una reunión de gabinete en marzo al afirmar sin rodeos: “Vamos a eliminar FEMA”.

En junio pasado, Trump insistió con que quería “desvincularse de FEMA y que queremos que vuelva al nivel estatal”. Hace unas semanas dijo que quería comenzar a “eliminar gradualmente” la agencia después de esta temporada de huracanes, para “desvincularse de FEMA” y “reducirla al nivel estatal”. Ya firmó una orden ejecutiva en enero pasado, destinada a renovar FEMA, y ha hablado de “deshacerse de ella” por completo.

Pero ahora, mientras la administración lidia con las inundaciones mortales en Texas, Trump y sus asesores ya no hablan de una demolición total de la agencia. Con la atención nacional centrada en la necesidad de que el gobierno federal responda eficazmente a los desastres, los funcionarios de la Casa Blanca enfatizan, en cambio, sus planes de reformar la agencia, afirmando que esa fue la intención desde el principio.

Así, el domingo posterior a las inundaciones, cuando se le preguntó si todavía planeaba eliminar gradualmente a la FEMA, Trump suavizó el tono y dijo a los periodistas que era “algo de lo que podemos hablar más tarde, porque ahora mismo están ocupados trabajando, así que lo dejaremos así”, según recuerda el portal Axios.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que el futuro de FEMA es una discusión en curso, cuando se le preguntó si la inundación había impulsado al mandatario a reevaluar su posición sobre la revisión de la agencia de emergencias.

“El presidente quiere garantizar que los ciudadanos estadounidenses siempre tengan lo que necesitan en momentos de necesidad”, declaró Leavitt a la prensa el lunes. “Ya sea que esa asistencia provenga de los estados o del gobierno federal, ese es un debate político que continuará. Y el presidente siempre ha dicho que quiere que los estados hagan todo lo posible, si no más”.

“Queremos que la FEMA funcione bien”, declaró el viernes a la prensa Russell T. Vought, director de la Oficina de Administración y Presupuesto. “Y, como saben, el presidente seguirá planteando preguntas difíciles a todas sus agencias”.

La defensa de Noem

Mientras tanto, Noem elogió los esfuerzos de FEMA en respuesta al desastre durante una reunión de Gabinete, incluso cuando algunos legisladores como el representante Jared Moscowitz, demócrata de Florida, han pedido una investigación sobre los informes de una respuesta retrasada de la agencia.

Al hablar en una reunión de un consejo de revisión gubernamental que buscaba formas de reformar la FEMA, Noem señaló que la agencia había proporcionado recursos, incluido personal de búsqueda y recuperación, para ayudar a los funcionarios estatales y locales de Texas a liderar la respuesta.

“FEMA se ha desplegado y estamos simplificando el papeleo de la antigua FEMA, agilizándola de forma similar a su visión de cómo debería funcionar”, dijo Noem. “Ha sido una respuesta mucho mejor para ayudar a estas familias a superar esta terrible situación”, sostuvo la secretaria, según informó Fox News.

La secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, gesticula mientras el Presidente Donald Trump pronuncia un discurso durante un evento en la Casa Blanca, en Washington, el 29 de enero de 2025. Foto: Archivo Elizabeth Frantz

Y durante una visita a la zona de desastre en Texas, el viernes, Trump sugirió que la agencia ya estaba en una mejor trayectoria gracias a sus contrataciones. “Tenemos buenas personas al mando de la FEMA”, dijo el presidente. “Ya era hora, ¿no? Tenemos buenas personas. Nos fallaron en Carolina del Norte, pero cuando entramos el 20 de enero, lo solucionaron enseguida”.

La Casa Blanca sostuvo el viernes que el plan de Trump siempre había sido reformar la agencia. “El objetivo del presidente siempre ha sido convertir a la FEMA en una agencia más eficiente y productiva que realmente empodere a los estados desde la base, en lugar de empantanarlos”, dijo la secretaria de prensa, Karoline Leavitt.

Pero Noem, quien preside el consejo, también aprovechó la oportunidad para criticar duramente a FEMA por lo que describió como numerosos fracasos pasados. Aseguró que la agencia actúa con demasiada lentitud y ahoga a los funcionarios estatales y locales en la burocracia.

“La gestión federal de emergencias debería estar dirigida a nivel estatal y local, en lugar de como ha funcionado durante décadas”, afirmó la titular de Seguridad Nacional.

Críticas a líder de la FEMA

Mientras el desastre empeoraba en Texas, David Richardson, el director interino de la FEMA -el mismo que sorprendió al decir que ignoraba que en Estados Unidos existiera la temporada de huracanes-, no hizo apariciones en público, no realizó declaraciones en el sitio web de la agencia ni publicó un solo mensaje en redes sociales. De hecho, destaca el diario The Independent, no ha hecho apariciones públicas ni emitido declaraciones desde que asumió el cargo el pasado 8 de mayo. A diferencia de sus cuatro antecesores, tres de ellos nombrados por Trump, tampoco ha abierto una cuenta oficial en X.

Al respecto, los exfuncionarios de FEMA dijeron al medio Politico que esto era preocupante. No se sabe que Richardson haya dirigido ni participado en ninguna conferencia de prensa, ni que haya citado a ningún medio de comunicación. Y su ausencia en Texas puso fin a una larga práctica de los líderes de la FEMA de mantener una presencia activa en el terreno tras una catástrofe.

Específicamente, los funcionarios de la agencia manifestaron su preocupación por el hecho de que la secretaria de Seguridad Nacional esté controlando la respuesta de la FEMA. Noem, quien visitó la zona inundada del centro de Texas el sábado, supervisa 22 agencias, de las cuales FEMA es solo una.

“La secretaria tiene una cartera enorme y rápidamente se verá obligada a asumir diferentes responsabilidades para gestionar todos los asuntos que debe manejar. Se necesita al administrador de la FEMA, cuya función es únicamente gestionar el desastre”, dijo Deanne Criswell, quien dirigió la agencia durante el gobierno de Joe Biden.

Michael Coen, exjefe de gabinete de FEMA, afirmó a Politico que el hecho de que Kristi Noem haya tomado las riendas de la respuesta a las inundaciones deja un mensaje claro: “Para los gobernadores y responsables de emergencias en todo el país, cuando necesiten apoyo del gobierno federal, Richardson no será la primera persona a la que llamen”.

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