
La creciente preocupación por los ataques rusos al patrimonio cultural de Ucrania
Más de 500 patrimonios culturales ucranianos han sido destruidos por las fuerzas rusas, según la UNESCO. Iglesias, museos, bibliotecas y monumentos se han convertido en objetivos sistemáticos de la ofensiva del Kremlin.

En el centro de Kherson, Ucrania, el Palacio de Cultura de los Constructores Navales fue destruido durante un ataque con drones del Ejército ruso. Las fuerzas del Kremlin atacaron el edificio -una de las estructuras más emblemáticas de la ciudad en su distrito histórico- dos veces: la segunda tras la llegada de los rescatistas, quienes lograron acogerse en un refugio, según informó el Servicio de Emergencia Estatal ucraniano en Telegram este lunes.
El ataque causó daños considerables y provocó un incendio a gran escala, indicó el Servicio Estatal de Emergencias. Construido alrededor de 1860, éste fue un centro cultural y de reuniones, notorio porque allí asistían figuras como el compositor ruso Modest Mussorgsky. Tuvo distintos usos, incluyendo teatro o el lugar donde se reunía la Duma Municipal. Era un centro de vida cultural, con bailes, veladas creativas y billares, destacó el diario The New Voice of Ukraine.

Éste es sólo uno de los cientos de patrimonios culturales ucranianos destruidos por Rusia. Desde 2022, más de 500 monumentos han sido dañados o destruidos por ataques rusos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Esto incluye a iglesias, monumentos, bibliotecas, o museos -en los que se cuentan al menos 150 sitios religiosos-, en más de tres años de guerra, según el organismo de la ONU.
Destrucción y saqueos
Entre los sitios destacados que han sido destruidos por los ataques aéreos rusos está la Catedral de la Transfiguración en Odesa, que fue bombardeada en julio de 2023, dejando su interior devastado. También se encuentra el Palacio Popov, en la región de Zaporiyia; o el Museo Conmemorativo Literario de Hryhoriy Skovoroda, en la región de Kharkiv, que fue alcanzado en mayo de 2022 y quedó en llamas.
El Monasterio Ortodoxo de Sviatohirsk, en la región de Donetsk, fue bombardeado varias veces, igual que los memoriales del Holocausto en Drobytsky Yar y Babi Yar, que también fueron atacados con misiles. Además de la destrucción, se han saqueado museos. Tal es el caso del Museo de Historia Local de la ciudad de Izium, al este de Ucrania, un monumento que data del siglo XIX.
Éste sufrió daños severos en los primeros enfrentamientos de 2022, con impactos de misiles que destruyeron el techo y causaron inundaciones. Durante la ocupación rusa de marzo a septiembre de 2022, los guardias rusos custodiaron la entrada, pero no lograron acceder a una colección especial, incluyendo un valioso volumen de evangelios del siglo XVIII que los trabajadores del museo habían ocultado.
Tras ser liberado, el museo ha sido restaurado en sus estructuras, aunque sigue en riesgo debido a su cercanía con el frente y los ataques nocturnos con misiles. La mayor parte de sus obras ha sido evacuada con éxito, y el volumen de evangelios, que también resistió la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, sigue siendo conservado tras mantenerse oculto durante el conflicto actual.
Pero, con aquella evacuación, ahora la institución es una especie de museo fantasma. Su colección ha desaparecido; sus puertas están cerradas al público por el peligro de ataques; y su comunidad, cuya memoria colectiva atesora, se ha reducido a la mitad de los 40.000 habitantes que tenía antes de la invasión, según consignó el diario británico The Guardian.
Desde la ocupación ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014, los tártaros indígenas de Crimea han sido objeto de saqueos de más de 110 artefactos culturales y se han dañado monumentos históricos, consigna el portal Euronews.
Y Sumy, la ciudad cultural que también es capital regional en el norte de Ucrania -ubicada a unos 24 kilómetros de la frontera rusa- se ha convertido en un blanco frecuente de ataques con aviones no tripulados, misiles y artillería rusos durante el último año, debido a la proximidad de la región a la frontera rusa.
La destrucción en cifras
La protección del patrimonio cultural de Ucrania, amenazado por más de tres años de guerra total, estuvo en el centro de la Conferencia Sobre la Reconstrucción de Ucrania el pasado 10 y 11 de julio, donde la Comisión Europea y 25 Estados miembros respaldaron la preservación de la cultura ucraniana.
La destrucción de patrimonios a manos de las fuerzas rusas es una estrategia “deliberada”, “coordinada” y “estratégica” por parte de Moscú, según el Comisario de Cultura de la Unión Europea, Glenn Micallef. “Nuestros enemigos, los agresores rusos, saben que una nación es más que un simple territorio. Una nación es su gente, su historia, sus tradiciones, sus valores, su cultura”, declaró a Euronews el comisario Micallef.
“Por eso tenemos que ser firmes en este punto. Debemos seguir apoyando a nuestros amigos ucranianos”, añadió.
En junio de 2025, el Ministerio de Cultura y Política de Información de Ucrania informó que más de 1.400 sitios de patrimonio cultural habían sido dañados o destruidos por las fuerzas rusas. La UNESCO ha verificado hasta la fecha 501 de estos sitios, entre ellos museos, iglesias, bibliotecas y monumentos históricos.
Según The Associated Press, la UNESCO estima que las pérdidas totales, directas e indirectas, en estos sectores han ascendido a más de 19.000 millones de dólares desde el inicio de la invasión a gran escala. Ucrania necesitará alrededor de 9.000 millones de dólares durante la próxima década para restaurar y reabrir sus sitios culturales y su industria turística, según consigna en su página web el portal turístico Visit Ukraine.

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