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La investigación por supuesto pago de sobornos a expresidente mexicano que puso en la mira otra vez a Pegasus

Enrique Peña Nieto habría recibido 25 millones de dólares por parte de dos empresarios israelíes a cambio de contratos públicos, entre ellos la compra del programa espía Pegasus. El software se hizo conocido mundialmente en 2021, cuando se reveló que miles de personalidades fueron vigiladas a través de esta tecnología.

El expresidente mexicano Enrique Peña Nieto. Foto: Archivo

La Fiscalía General de México informó esta semana que se ha abierto una investigación sobre el supuesto pago de sobornos que habría recibido el expresidente Enrique Peña Nieto por parte de dos empresarios israelíes a cambio de contratos, entre ellos la compra del programa espía Pegasus durante su sexenio (2012-2018).

El viernes pasado, el periódico israelí The Marker publicó que Peña Nieto recibió 25 millones de dólares por parte de los empresarios israelíes Uri Emmanuel Ansbacher y Avishai Samuel Neriah a cambio de cuantiosos contratos públicos.

Unas acusaciones que el expresidente mexicano se apresuró a negar a través de sus redes sociales. “Lamento encontrarme con notas que, sin el mínimo rigor periodístico, hacen afirmaciones a la ligera y dolosamente. Totalmente falsa la nota sobre supuestas aportaciones. Es una insinuación carente de sustento alguno. Queda la duda, en interés de quiénes se hace tal publicación”, escribió Peña Nieto a través de su cuenta de X.

El fiscal general, Alejandro Gertz Manero, adelantó que solicitarán información a las autoridades israelíes para que puedan incluirse en la carpeta de investigación que recién se ha abierto por esta causa, y evitar que no se pierdan estas acusaciones en “denuncias que no se sostienen”, como ya ocurrió anteriormente.

“Nosotros ya abrimos una carpeta y vamos a reclamar a las autoridades de Israel que esta información que dieron de carácter mediático la podamos añadir a una carpeta para poder seguir adelante”, apuntó el fiscal.

Según lo señalado por el medio israelí en su publicación, el pago tenía como objetivo asegurar la venta del software a instituciones mexicanas como la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), la extinta Procuraduría General de la República (PGR), y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

El reportaje de The Marker también precisa que Uri Emmanuel Ansbacher es quien habría fungido como intermediario de NSO Group (empresa encargada del desarrollo de Pegasus) para la venta del software de espionaje al gobierno de Peña Nieto.

“El acuerdo más famoso que negociaron fue la venta de Pegasus, el software fraudulento del fabricante israelí de ciberataques NSO, a varias autoridades del país”, apuntó el diario israelí.

“Gran parte de los fondos mencionados en el proceso se destinaron a financiar gastos políticos, probablemente en la campaña que eligió a Peña Nieto como Presidente en 2012”, compartió una de las fuentes citadas por The Marker, misma que dijo estar “familiarizada con los negocios” de los empresarios involucrados.

El reportaje también refiere que la sociedad entre ambos empresarios israelíes llegó a su fin tras la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la Presidencia de México, hecho que también significó la renuncia de funcionarios públicos a sus cargos, incluidos aquellos a cargo de las dependencias involucradas en la implementación del software Pegasus.

Oficialmente adquirido para labores de inteligencia y combate al crimen organizado, el programa, desarrollado por la firma israelí NSO Group, fue criticado luego de que se descubrió que fue utilizado para espiar ilegalmente los teléfonos de periodistas, defensores de derechos humanos y a políticos de oposición.

Al respecto, el medio mexicano Sin Embargo apunta a que estos señalamientos contra Peña Nieto se suman a otras investigaciones previas contra el expresidente, quien actualmente reside en España y enfrenta indagatorias por presunto lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y delitos electorales.

El gobierno de Peña Nieto, señala el portal, ha sido señalado anteriormente por el uso de Pegasus para espiar a figuras clave, incluyendo al círculo cercano del entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, así como a periodistas y defensores de derechos humanos.

En 2023, un testigo protegido de la Fiscalía General de la República (FGR) confesó que el expresidente Enrique Peña Nieto ordenó utilizar el sistema Pegasus para espiar a los empresarios Carlos Slim Helú y Germán Larrea, y a periodistas como Carmen Aristegui.

De acuerdo con “Zeus”, el testigo protegido de la Fiscalía, era el propio Peña Nieto, a quien se le conocía como “El Patrón”, el que ordenaba a quién se debía espiar.

Polémica en Colombia

Los cuestionamientos a Pegasus no se limitan a México. En septiembre de 2024 el jefe de la inteligencia de Colombia denunció que el gobierno del expresidente Iván Duque (2018-2022) compró el software espía israelí con dinero proveniente del lavado de activos, según una investigación ordenada por el mandatario Gustavo Petro.

Desde inicios de ese mes las autoridades colombianas seguían la pista de la supuesta compra en 2021 del programa informático que infecta teléfonos móviles para extraerles información.

De acuerdo con un informe confidencial que Petro denunció en una alocución televisada el 4 de septiembre, el software fue adquirido a cambio de 11 millones de dólares en efectivo durante el gobierno de su antecesor y rival político.

“Nosotros en la investigación que estamos haciendo tenemos la certeza de que es un lavado de dinero”, aseguró el director de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), Jorge Lemus, en una entrevista emitida por el canal público Señal Colombia.

Periodistas de Israel y Colombia ya habían denunciado esta presunta transacción irregular entre la policía colombiana y NSO Group, fabricante de Pegasus, entre cuyas funcionalidades está activar a distancia la cámara y micrófono de un teléfono, así como tener acceso a las aplicaciones instaladas en estos dispositivos.

Sin embargo, en noviembre de 2024 el embajador en Washington, Daniel García-Peña, dijo que desde la Casa Blanca le confirmaron que el gobierno de Estados Unidos fue quien financió a Colombia para comprar en 2021 el dispositivo de interceptación “con el fin de impulsar esta misión antinarcóticos crítica” contra los narcos.

Sobre el pago por el dispositivo, que según información de inteligencia israelí revelada por el presidente Petro ascendió a 11 millones de dólares entregados en efectivo, García-Peña afirmó que en la reunión le confirmaron que no era inusual hacer transacciones en efectivo por montos millonarios. “Me parece absolutamente sospechoso e irregular que esos pagos se hagan en efectivos, pero me confirmaron que así fue y que no es la única o la primera vez que eso suceda por parte de las autoridades norteamericanas”.

García-Peña también aseguró que altos funcionarios de seguridad de la Casa Blanca afirmaron que el expresidente Iván Duque no supo de la transacción ni de la adquisición del software. “Yo simplemente trasmito lo que nos comunicaron aquí en Washington, y aquí dicen que efectivamente el presidente Duque no fue informado”, añadió.

El informe que citó a Chile

Pegasus se hizo conocido mundialmente en 2021, cuando un consorcio de 17 medios internacionales reveló que miles de activistas de derechos humanos, periodistas, diplomáticos y políticos fueron espiados en México, Hungría, Polonia, Arabia Saudita y otros países.

La investigación se basó en la filtración de más de 50 mil números de teléfono celular, seleccionados para vigilancia por los clientes a nivel mundial de la empresa NSO Group, de más de 50 países, desde el año 2016.

La empresa israelí ofrece Pegasus a sus clientes, Estados, gobiernos o instituciones gubernamentales en todo el mundo. El software tiene como objetivo “recopilar datos de los dispositivos móviles de personas específicas, sospechosas de estar involucradas en delitos graves y terrorismo”, como define la empresa. Básicamente el programa funciona como una especie de virus en los celulares, permite el control del dispositivo de manera remota por parte de los espías, acceso a mensajes, llamadas, fotos, cámaras del dispositivo y hasta a las aplicaciones encriptadas como WhatsApp o Signal.

La investigación, liderada por la fundación Forbidden Stories, descubrió que este software espía se había utilizado de forma indebida, al contrario de lo que afirmaba la empresa, que aseguraba que estaba enfocado en el espionaje a delincuentes y terroristas.

Según un estudio publicado en diciembre de 2020 por The Citizen Lab -centro de investigación interdisciplinario con sede en la Escuela Munk de Asuntos Globales y Políticas Públicas de la Universidad de Toronto-, entre los clientes de Circles, empresa afiliada con NSO Group, se encontraría la Policía de Investigaciones (PDI) en Chile.

“Nuestro análisis identificó lo que parecía ser un solo sistema Circles en Chile, cuyo nombre clave era Cadillac Polaris. El sistema parece estar operado por la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), ya que los firewalls de Check Point identifican al cliente como ‘PDI de Chile’. La PDI es la principal agencia de seguridad pública de Chile. La PDI de Chile también era cliente del software espía Sistema de Control Remoto (RCS) de Hacking Team, aunque afirmaron que este solo se utilizaba para la persecución de delitos con autorización judicial previa”, señala el reporte.

En esa oportunidad el medio Interferencia contactó a la PDI para obtener una versión oficial sobre su mención en esta investigación llevada a cabo por el centro canadiense. La policía civil respondió descartando esta información, asegurando que no contaban con el software de Circles y que tampoco trabajaban con dicha empresa.

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