El jefe del Estado Mayor Conjunto, John Dan Caine, compareció este domingo desde el Pentágono para informar sobre el ataque de EEUU a tres instalaciones nucleares de Irán.

Caine entregó detalles sobre el ataque y señaló que “esta es la segunda misión más prolongada y jamás llevada a cabo, superada solo por las que vinieron a las días siguientes al 11 de septiembre“.

“Anoche, por órdenes del presidente del comando central, el general Michael Kurilla, se ejecutó la operación Midnight Hammer, un ataque de precisión contra tres instalaciones nucleares de Irán”.

“Esta fue una operación compleja de alto riesgo, llevada a cabo con gran destreza y disciplina por nuestras fuerzas conjuntas. Quiero agradecerle a todo nuestro personal que hizo posible esta misión. Esto refleja los altos estándares de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos”, detalló.

Agregó que “esta operación fue diseñada para degradar severamente la infraestructura nuclear de Irán. Se planificó y ejecutó en múltiples dominios. Esto fue una coordinación que demuestra nuestra capacidad de proyectar poder globalmente, con rapidez y precisión en el momento y lugar que decidamos. Esto fue una misión altamente confidencial. Muy poca gente de Washington sabía de la naturaleza del operativo".

“A la media noche del viernes, un grupo del bombardero B-2, lanzado desde Estados Unidos, partieron con el plan para mantener la sopresa táctica. Parte del grupo se dirigió hacia el oeste hacia el Pacífico como señuelos", comentó en el Pentágono.

Caine aseveró que “el grupo principal estaba conformado por siete bombarderos B-2, cada uno con dos tripulantes. Así, procedió discretamente hacia el este con una mínima comunicación. Durante el vuelo de 18 horas hasta el objetivo, hubo múltiples rebastecimientos de combustibles en el aire. Una vez sobre tierra, los B-2 se combinaron con aviones de apoyo”.

Esto fue “una operación muy cordinada que requirió sincronización exacta entre múltiples plataformas en un espacio aéreo muy limitado. Este tipo de integración es exactamente lo que nuestra fuerza conjunta hace mejor que nadie en el mundo”, comentó.

Añadió que,“ayer, aproximadamente a las 17.00 horas de tarde, en la hora del este. Antes de que el grupo de ataque ingresara a Irán, un submarino (...) lanzó más 24 misiles contra blancos terrestres claves. A medida que la operación Midnight Hammer avanzaba y un grupo entraba por el espacio aéreo de Irán, se utilizaron múltiples tácticas de distracción, incluyendo señuelos (...)“.

El jefe del Estado Mayor Conjunto también dijo que “a medida que el grupo de ataques se acercaba, el equipo de protección empleó armas de alta velocidad para su presión, para asegurar el corredor del grupo de ataque con recursos, atacando cualquier potencial amenaza de Irán".

“No sabemos si hasta el momento si hubo algún disparo contra el grupo de ataque. Aproximadamente a las 18.40 de la tarde, a las 2.30 de la madrugada, hora de Irán, se lanzaron las bombas GBU-57 (..) Como indicó el Presidente, el resto de los bombarderos atacaron a sus objetivos con un total de 14 bombas contra objetivos designados”, indicó.

Subrayó que “los tres objetivos fueron golpeados entre las 18:40 y las 7:05 hora de EE.UU. y los misiles Tomahawk fueron los últimos en impactar para que pudieramos mantener el elemento de sopresa durante la operación".

Además comentó que “tras esto, el grupo inicio su regreso. Parece ser que los sistemas antiaéreos de Irán no nos detectaron. A lo largo de la misión mantuvimos el elemento de sorpresa”.

Explicó que “en total las fuerzas de EE.UU. registraron unos 75 armas de precisión. Esto incluyó 14 bombas GBU-57 de penetración profunda”.

“El análisis de daños va a tomar tiempo, pero un análisis preliminar indica que los tres lugares sufrieron daños sustanciales y harta destrucción. Más de 125 aviones estadounidenses participaron de esta misión, incluyendo bombarderos B-2, múltiples bombaderdos de cuarta o quinta generación, docenas de aviones cisterna, un submarino con misiles dirigidos y una basta red de vigilancia”, dijo en el punto de prensa del Pentágono.

Determinó que: “Se incrementaron las medidas de protección en la región, especialmente en Irán, Siria y el Golfo. Nuestras fuerzas se mantienen en alerta máxima y están preparadas para responder a cualquier ataque de Irán o sus aliados, lo cual sería una muy mala decisión”.

“Nos vamos a defender, la seguridad de nuestro personal militar y civil sigue siendo nuestra máxima prioridad“, concluyó.