Por Marta QuinterosLas elecciones clave que pueden acentuar el giro a la derecha de América Latina en 2026
A partir del triunfo de José Antonio Kast en Chile el domingo pasado, el panorama regional muestra un reordenamiento de alianzas, liderazgos y electorados de cara a comicios presidenciales decisivos el próximo año.

La victoria de José Antonio Kast en la segunda vuelta de la elección presidencial en Chile el domingo pasado no solo representa un triunfo para su candidatura y el Partido Republicano, sino que también se produce en un contexto regional en el que sectores de derecha han comenzado a ganar terreno en distintos países del continente.
Con los últimos comicios, la derecha, con diversos matices, gobernará 11 países: Argentina, Bolivia, Chile (a partir de marzo), Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras (una vez que se resuelva la disputa electoral) Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana. Por su parte, la izquierda, también en distintos grados, mantiene los gobiernos en ocho: Brasil, Colombia, Cuba, Guatemala, México, Nicaragua, Uruguay y Venezuela.

Tras el triunfo de Kast, es probable que el péndulo político se siga desplazando hacia la derecha en la región, de cara a las elecciones presidenciales previstas durante 2026 en Colombia y Perú. Así lo proyectó la firma Citigroup esta semana, asegurando que un giro en tal dirección sentaría las bases para “una mejor percepción y reformas”, según su informe de perspectivas económicas y estrategia de la región.
El reporte de la empresa de servicios financieros con sede en Nueva York añade: “En cualquier caso, se espera que las elecciones en Colombia y Perú derroquen a sus gobiernos de izquierda y mejoren la confianza de los inversores, que ha limitado el crecimiento en los últimos años”.
Campañas anti Petro
Para Miguel Fierro, presidente de la fundación Un Millón de Voces, Colombia vive un escenario político muy polarizado de cara a las elecciones, cuyo calendario para determinar al sucesor del presidente izquierdista Gustavo Petro tiene fijadas las legislativas y primarias en marzo, la primera vuelta en mayo y una eventual segunda vuelta en junio.
Ello, “porque hay un desgaste, no hay ejecución, hay muchos escándalos de corrupción, de orden público, y la situación con Washington es sin precedentes: tenemos más de 200 años de relaciones binacionales con Estados Unidos, donde pues hemos tenido algunas crisis, pero nunca tan acentuadas como la actual”, destaca el analista.

Todos problemas de los que el responsable es Petro, indica Fierro. El mandatario es altamente impopular, “pues todas sus agendas legislativas y sus decisiones de gobierno han hecho que este gobierno sea un completo fracaso, tanto en la economía como en la seguridad nacional. Nos regresó 25 años en el tiempo, a cuando el país estaba sitiado por los grupos narcoterroristas y organizaciones de crimen organizado”, critica.
“Entonces esto ha generado en Colombia que haya mucha oferta de candidatos antioficialistas o que se desmarcan de Gustavo Petro incluso”, explica sobre el jefe del Ejecutivo, cuya popularidad disminuyó más de un punto a 37%, mientras que la proporción de colombianos que lo desaprueban subió dos puntos a 61%, según Latam Pulse, una encuesta realizada por AtlasIntel para Bloomberg News y publicada este mes.
Con todo, aún no hay una candidatura totalmente consolidada porque hay muchos aspirantes.
La oposición, por su parte, está fragmentada, pero con un candidato que ha adquirido fuerza: Abelardo de la Espriella, abogado que ha conectado con el voto anti-Petro y que podría pasar a segunda vuelta. “Una gran parte del pueblo colombiano ya me ve como presidente de la República. Que un hombre como yo (...) esté de segundo en la general es un logro enorme que me llena el corazón”, celebró el derechista tras otra encuesta de Invamer en la que figuró con un 18,2% en la intención de voto, a inicios de mes.
Asimismo, la senadora colombiana Paloma Valencia, nieta del expresidente conservador Guillermo León Valencia (1962-1966), fue elegida este lunes candidata del partido opositor uribista Centro Democrático para las elecciones presidenciales de 2026. “Damos un paso firme para vencer en las urnas un modelo de gobierno castro-chavista que pretende profundizar y radicalizar reformas que están destruyendo a Colombia”, dijo el presidente de esa fuerza, Gabriel Vallejo.
Por el contrario, quien figura como el caballo del oficialismo es el senador Iván Cepeda, víctima y testigo en el caso contra el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) y cuyo padre era congresista de la Unión Patriótica (el brazo armado de las FARC). En el sondeo de Invamer, es Cepeda quien lidera la intención de voto. Su programa enfatiza en la continuidad de la “paz total” -el modelo de Petro de negociación con grupos criminales-, la reconciliación nacional y la defensa de los derechos humanos.

También ha surgido más recientemente Daniel Quintero, exalcalde de Medellín que ha estado bajo el escrutinio público por problemas judiciales. El principal choque entre Cepeda y De la Espriella, según Fierro, tiene relación con la seguridad y la lucha contra el narcotráfico en Colombia, pues, contrario al proyecto petrista, el candidato De la Espriella propone enfrentar directamente a los grupos armados con las herramientas del Estado.
Rechazo a los políticos
Las elecciones generales en Perú se celebrarán el 12 de abril de 2026 y una eventual segunda vuelta presidencial está programada para el 7 de junio. En estos comicios, el país elegirá a un presidente, dos vicepresidentes, 130 diputados, 60 senadores y cinco representantes ante el Parlamento Andino, todos para un mandato de cinco años.
Enzo Elguera, analista político y CEO de la encuestadora Imasolu, comenta a La Tercera que también Perú vive un año previo a los comicios “muy fragmentado”. El país llegará a la elección con más de 30 candidaturas, “lo que refleja debilidad del sistema de partidos, desgaste político y desconfianza ciudadana”. A diferencia de otras campañas, aún no hay efervescencia ni confrontación fuerte, indica el analista.
Lo que predomina es una gran animadversión hacia la clase política. “Hay un electorado importante que no necesariamente no sabe por quién votar, sino que está esperando la visibilidad de un candidato diferente, quizás antisistema o algunos rasgos de pragmatismo, dado que se encuentra en discurso de ideologías y de segmentos políticos muy desgastados con decepciones tanto de la izquierda como de la derecha”, comenta.

De momento, hay dos candidatos consolidados en la derecha: Rafael López Aliaga (alcalde de Lima hasta que renunció para postular), quien lidera las encuestas desde hace meses. La popularidad del político ultraconservador viene del contraste con el bajo perfil del gobierno central. Le sigue en las preferencias Keiko Fujimori: segunda en los sondeos, quien tiene el voto duro más sólido del país, pese a haber perdido varias segundas vueltas representando al fujimorismo.
Lula fortalecido
Hoy, Brasil es el país de la región donde la izquierda tiene más posibilidades de mantenerse en el poder. El presidente Luis Inácio Lula da Silva lidera la intención de voto con una ventaja clara. Y la derecha, mientras siga dividida, tiene pocas opciones reales de triunfo en las presidenciales de octubre de 2026, explica a La Tercera Rafael Duarte Villa, analista de la Universidad de Sao Paulo.
Para el académico, las elecciones en el gigante sudamericano “tienen que ser vistas en el contexto latinoamericano, donde hay un avance o un repunte muy grande de la derecha conservadora hasta la derecha más moderada”. Aun así, Lula aparece como vencedor en todos los escenarios de segunda vuelta en 2026 frente a posibles candidatos de la oposición, según una encuesta de la consultora Quaest, divulgada este martes por GloboNews.

De acuerdo con el sondeo, en un balotaje entre dos candidatos, Lula alcanza el 46% de las intenciones de voto frente al 36% del senador Flávio Bolsonaro, anunciado el pasado día 5 de diciembre como precandidato del Partido Liberal, del exmandatario Jair Bolsonaro (2019-2022), preso y condenado a 27 años de prisión por intento de golpe de Estado.
“Hay algunas cosas que apuntan a que Lula todavía conserve un fuerte favoritismo, como por ejemplo una mejora grande que ha habido en el país, y, en los últimos cuatro meses, de la evaluación del gobierno, de su propia candidatura”, explica Duarte Villa. Otros elementos que juegan a favor del líder del Partido de los Trabajadores (PT) son “la propia figura de Lula y el debilitamiento de la derecha, con la ida de Bolsonaro a la cárcel”, agrega.
Asimismo, indica, hay una evaluación positiva “de la propia performance de la economía brasileña: el producto interno bruto ha crecido de una manera constante arriba del 3%, en los últimos tres años, y debe mantenerse en un ritmo de crecimiento este año”.
La derecha está fragmentada y aún no tiene un candidato único claro. Flávio Bolsonaro aparece como el nombre que se está consolidando, impulsado por el propio clan Bolsonaro. Una decisión que ha debilitado a la candidatura de Tarcísio de Freitas, gobernador de Sao Paulo, que antes era visto como el candidato más competitivo, explica Duarte Villa.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.
Plan digital + LT Beneficios por 3 meses
Navidad con buen periodismo, descuentos y experiencias🎄$3.990/mes SUSCRÍBETE


















