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Las misteriosas y repentinas muertes de funcionarios y empresarios cercanos al Kremlin

La repentina muerte del exministro de Transportes, Roman Starovoit, recordó los casos de otras figuras cercanas al gobierno ruso que han perdido la vida en el último tiempo en extrañas circunstancias.

El exministro de Transporte ruso, Roman Starovoit. Foto: Archivo

Un número creciente de funcionarios, ejecutivos de empresas y figuras públicas rusas han muerto en circunstancias extrañas o violentas este año. Aunque algunos decesos fueron oficialmente declarados como accidentes o suicidios, su frecuencia y el contexto han alimentado la especulación. Al menos eso es lo que plantea el diario The Moscow Times, que sostiene que algunas víctimas pueden haber sido defenestradas por sus opiniones políticas, vínculos de corrupción o posesión de conocimientos inconvenientes.

El lunes pasado por la mañana, el Presidente Vladimir Putin despidió a su ministro de Transporte, Roman Starovoit.

Ya por la tarde, Starovoit había fallecido. Su cuerpo fue descubierto en un parque a las afueras de Moscú con una herida de bala en la cabeza. Supuestamente, había una pistola junto al cuerpo. Los investigadores dijeron que presumían que el exministro se había quitado la vida.

“El suicidio de Roman Starovoit pocas horas después de la orden del presidente de despedirlo es un suceso casi único en la historia rusa”, declaró el periódico sensacionalista Moskovsky Komsomolets, citado por el periodista Steve Rosenberg de la BBC.

El exministro de Transporte, Roman Staravoit. Foto: Archivo

La cadena señaló que hay que remontarse a agosto de 1991 para encontrar el ejemplo de un ministro que se haya suicidado: tras el fracaso del golpe de Estado de los comunistas de línea dura, uno de los cabecillas del golpe -el ministro del Interior soviético Boris Pugo- se pegó un tiro.

Varios periódicos rusos vincularon lo ocurrido con Starovoit con los sucesos en la región de Kursk, fronteriza con Ucrania. Antes de su nombramiento como ministro de Transporte en mayo de 2024, Starovoit había sido gobernador regional de Kursk durante más de cinco años.

Bajo su liderazgo, y con grandes sumas de dinero del gobierno, el gobernador Starovoit inició la construcción de fortificaciones defensivas a lo largo de la frontera. Estas no fueron lo suficientemente sólidas como para impedir que las tropas ucranianas irrumpieran y tomaran territorio en la región de Kursk el año pasado.

Desde entonces, el sucesor de Starovoit como gobernador, Alexei Smirnov, y su exadjunto Alexei Dedov han sido arrestados y acusados de fraude a gran escala en relación con la construcción de las fortificaciones.

“Es muy posible que el señor Starovoit se haya convertido en uno de los principales acusados en este caso”, sugirió el diario económico Kommersant. Las autoridades rusas no lo han confirmado.

“Lo más dramático de esto, con toda la reestalinización que ha estado ocurriendo en Rusia en los últimos años, es que un alto funcionario del gobierno (se suicida) porque no tiene otra forma de salir del sistema”, dijo a la BBC Nina Khrushcheva, profesora de Asuntos Internacionales en The New School en Nueva York.

A juicio de Rosenberg, “(Starovoit) debió temer que lo condenaran a decenas de años de prisión si lo investigaban, y que su familia sufriría enormemente. Así que no hay salida. Inmediatamente pensé en Sergo Ordzhonikidze, uno de los ministros de Stalin, quien se suicidó en 1937 porque sentía que no había salida. Cuando piensas en 1937 en el contexto actual, eso te hace reflexionar profundamente”.

El presidente ruso, Vladímir Putin, observa mientras se reúne con estudiantes en el Centro Educativo Sirius de Sochi, el 19 de mayo de 2025, tras una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Donald Trump. Foto: Archivo ALEXANDER KAZAKOV

El periodista de la BBC señaló que la muerte de Roman Starovoit recibió escasa cobertura en la televisión estatal.

De hecho, el principal boletín de noticias vespertino del lunes en Rusia-1 incluyó un informe de cuatro minutos sobre el nombramiento de Putin de un nuevo ministro de Transporte interino, Andrei Nikitin.

Según la BBC, 40 minutos después, hacia el final del informativo, el presentador mencionó brevemente la muerte de Starovoit.

“El presentador de noticias le dedicó apenas 18 segundos, lo que significa que la mayoría de los rusos probablemente no considerarán los dramáticos acontecimientos del lunes como un acontecimiento significativo. Para la élite política, la historia es distinta. Para ministros, gobernadores y otros funcionarios rusos que han buscado formar parte del sistema político, lo ocurrido con Starovoit servirá de advertencia”, indicó Rosenberg.

“A diferencia de antes, cuando uno podía conseguir estos trabajos, enriquecerse y ascender del nivel regional al federal, hoy, eso claramente no es una carrera profesional si quiere seguir vivo”, afirmó Nina Khrushcheva.

Otras muertes

Pero la muerte de Starovoit es una más en una lista de otros decesos ocurridos en extrañas circunstancias en Rusia. Entre otros casos se encuentran el ocurrido el 4 de julio pasado en el que Andrey Badalov, vicepresidente de 62 años de la petrolera Transneft, cayó desde el piso 17 de un edificio en Moscú. Su muerte fue declarada como suicidio.

Badalov había desempeñado un papel clave ayudando a la compañía a mitigar el impacto de las sanciones occidentales.

El presidente ruso, Vladimir Putin, hace un gesto durante una ceremonia de firma tras las conversaciones con el jefe militar de Myanmar, el general Min Aung Hlaing, en Moscú, Rusia, el 4 de marzo de 2025. Foto: Archivo Pavel Bednyakov

Mientras que el 27 de febrero pasado, el coronel Evgeny Golovatiy, subjefe de la dirección anticorrupción de la policía rusa, se disparó en su oficina de Moscú.

Poco antes, el 4 de febrero. Artur Pryakhin, director de la agencia antimonopolio de la República de Karelia, cayó desde una ventana del quinto piso. Según informes, una nota dejada en su oficina pedía disculpas a su esposa, daba instrucciones sobre sus finanzas y pedía que nadie fuera culpado por su muerte.

El 14 de enero de 2025. Konstantin Klyuev, subdirector de la administración municipal de Vladivostok, fue encontrado muerto tras caer del tercer piso de un hotel en la ciudad tailandesa de Pattaya. La policía de ese país lo calificó como un accidente.

El 21 de noviembre de 2023, el general de división Mikhail Maksimenko, exjefe de Seguridad Interna del Comité de Investigación de Rusia, fue encontrado muerto en prisión. La causa oficial de la muerte fue un suicidio.

Grigory Klinishov, de 92 años, codiseñador de la bomba de hidrógeno soviética, fue encontrado ahorcado el 17 de junio de 2023. Su cuerpo fue descubierto por su hija, que vivía con él.

El 8 de junio de ese mismo año, el juez Artyom Bartenev cayó desde una altura de 12 pisos desde su departamento en Kazán. Vestía traje, como si se dirigiera al trabajo.

El viceministro de Ciencia, Piotr Kucherenko, quien había criticado en privado la guerra en Ucrania, falleció el 20 de mayo de 2023, en un vuelo procedente de Cuba. La causa oficial de la muerte fue una enfermedad repentina.

El 16 de febrero de 2023, Marina Yankina, jefa de finanzas del Distrito Militar Occidental, cayó desde una ventana del piso 16 en San Petersburgo.

Tres días antes, el general de división Vladimir Makarov, recientemente destituido como jefe de la lucha contra el extremismo, fue encontrado con una herida de bala en su dacha. La causa oficial de la muerte se determinó nuevamente como suicidio.

Mientras que el 18 de julio de 2022, Zalim Kerefov, alto funcionario de la Academia de Aduanas de Rusia, fue encontrado muerto tras cortarse las venas mientras se encontraba en aislamiento.

Y el 16 de junio de ese año, Alexey Ogarev, exmiembro del Kremlin, fue encontrado muerto en su domicilio en las afueras de Moscú. Anteriormente se desempeñó como alto funcionario de exportación de armas.

Un día antes, el general de división retirado Lev Sotskov, de 90 años, exoficial del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, se disparó con una pistola ceremonial. Espía condecorado y escritor, dejó una nota diciendo que estaba “cansado de vivir”.

El 1 de septiembre de 2022, Ravil Maganov, presidente de la junta directiva de la petrolera Lukoil, cayó de la ventana de un hospital. Las cámaras de seguridad no captaron el incidente, ya que al parecer estaban “en reparación”. Sobre la causa de muerte, se habló de un ataque al corazón o un suicidio.

El 18 de abril de 2022, el exvicepresidente del banco estatal Gazprombank, Vladislav Avayev, presuntamente asesinó a su esposa e hija antes de suicidarse. Ese mismo día, Vyacheslav Trubnikov, exjefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, falleció repentinamente.

Y la lista sigue. El 8 de febrero de 2022, Igor Nosov, director ejecutivo de la Corporación de Desarrollo del Lejano Oriente y el Ártico, estatal, murió de un derrame cerebral repentino.

Y el 10 de septiembre de 2022, Ivan Pechorin, director de aviación de la misma corporación, supuestamente cayó de un barco cerca de Vladivostok y se ahogó.

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