Mundo

“No temíamos a la muerte si moríamos cumpliendo nuestra misión”. El testimonio de Belal Khaled, fotoperiodista palestino en Gaza

Desde el corazón de la Franja de Gaza, el documentalista visual ha dado a conocer la dura realidad de su pueblo con una cámara y una misión clara: mostrar lo que sucede allí. Estos días, en Chile, presenta su exposición “Palestina tiene una pena”, y relata a La Tercera cómo ha sido trabajar directamente desde el territorio asediado por la ofensiva israelí.

“No temíamos a la muerte si moríamos cumpliendo nuestra misión”: el testimonio de Belal Khaled, fotoperiodista palestino en Gaza. Foto: Cortesía de Stephanie Elías Musalem

Quiero que mi trabajo ayude a cambiar el mundo. La cámara también puede ser un arma, una herramienta de resistencia. Como fotoperiodista, siento que estoy ayudando a mi pueblo a alzar sus voces. Por eso elegí tomar una cámara y comenzar esta carrera: para transmitir mi mensaje y el de mi pueblo al resto del planeta”, dice el fotoperiodista palestino Belal Khaled, a días de lanzar su próxima exposición en Chile, en un comunicado enviado a La Tercera.

Estos días se encuentra en Santiago, preparándose para la inauguración de su exposición “Palestina tiene una pena”, que será presentada en el Museo Violeta Parra a partir del próximo martes 17 de junio y cuyo título hace referencia a la canción de la compositora y cantante chilena “Arauco tiene una pena”. La muestra documenta la ofensiva israelí en Gaza, a través de una serie de imágenes captadas durante los primeros 200 días de la crisis iniciada en 2023.

“No temíamos a la muerte si moríamos cumpliendo nuestra misión”. El testimonio de Belal Khaled, fotoperiodista palestino en Gaza. Foto: Cortesía de Stephanie Elías Musalem

Será una exposición inmersiva, que recorre temas como maternidad, vida y muerte, hambre, exilio y resiliencia. En el mismo contexto, anteriormente Khaled inauguró en Chile otra exposición llamada “200 disparos”, que retrata 200 días de la operación militar israelí. Aquella exposición fue inaugurada el pasado 16 de mayo en el Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello, en Recoleta, y estará abierta hasta este viernes con acceso gratuito.

Khaled, quien nació como refugiado en Khan Younis en 1992 y pasó toda su infancia en Gaza, es reconocido por documentar la vida en contextos de guerra. Comenzó su carrera en 2013 cubriendo los ataques israelíes sobre Gaza para la Agencia Anadolu y ha reportado conflictos en Siria, Armenia, Zimbabwe y Somalia. Sus imágenes han sido publicadas en The Guardian, Time, The Wall Street Journal y The New York Times.

Actualmente vive en Doha, Qatar, desde donde viajó el pasado 8 de octubre de 2023 hacia Gaza para fotografiar lo que estaba sucediendo allí, un día después del ataque de Hamas. Sus dos exposiciones en Chile se enmarcan dentro de la conmemoración de la Nakba que se inició en 1948 y que, desde entonces, ha despojado y expulsado a palestinos de sus territorios. Ambas muestras fueron curadas por la periodista y directora de contenidos del Centro de Información Palestina (CIP), Stephanie Elías Musalem, y por el artista visual y cineasta Bruno Salas Zarzar.

En conversación con La Tercera, el fotoperiodista cuenta cómo ha sido para él retratar desde la zona de conflicto todo lo que ocurre en la Franja de Gaza, y cómo ese trabajo ha impactado en su vida, tanto profesional como personalmente.

¿Cómo fue para usted fotografiar todo lo que estaba pasando en la Franja de Gaza?

La verdad es que fue muy duro e increíble todas las escenas que vimos en Gaza en ese momento. Como fotoperiodista que ha cubierto todas las guerras contra Gaza antes de 2023 -cubrí unas cuatro o cinco- pensábamos que duraría unos días, quizás un mes, y que luego terminaría como las guerras anteriores. Pero, por desgracia, fue muy duro. La humanidad, la cantidad de personas que fueron asesinadas cada día fue igual a la de un mes en la guerra anterior. Así que cada día llevábamos nuestra cámara. Empezábamos nuestro día con las casas que estaban en ruinas por la noche y la gente que seguía atrapada bajo los escombros, porque nadie podía moverse. Así que empezábamos el día desde ese punto.

Imágenes de la exposición "Palestina tiene una pena", que se presentará en el Museo Violeta Parra. Foto: Cortesía de Stephanie Elías Musalem

Capturamos fotos de niños y mujeres. La mayoría de las víctimas eran mujeres y niños, porque todas las casas incluían una gran cantidad de civiles, de niños y mujeres. Y los hombres solían dormir en la calle porque las casas eran demasiado pequeñas. Por eso, el número de víctimas se redujo a niños y mujeres. Luego, íbamos al hospital y, a cada momento, llegaban docenas de ambulancias, con heridos y muertos. En esta guerra, vimos diferentes lesiones en las personas afectadas por los cohetes. Vimos las heridas que quemaban los cuerpos y causaban graves lesiones en los niños. La mayoría de las lesiones, como la pérdida de extremidades, también se debían a la enorme explosión. Esta fue la primera guerra que enfrentamos con este tipo de lesiones.

Luego pasamos de los hospitales a los momentos de despedida entre las familias y los niños, donde fallecieron. Y suele ser muy difícil ser fotógrafo entre medio de personas que lloran, gritan y se despiden de sus hijos, padres y familias. Capturamos muchísimas historias. Por ejemplo, capturamos casos en que había fallecido toda la familia, y solo uno seguía vivo. Es muy difícil ver a alguien que perdió a su familia en un instante. No tiene palabras para decir. No tiene ganas de llorar. Porque, además, a veces está herido. Así que no puede llorar. A veces entierran a su familia sin ver la última foto por última vez. Es muy muy difícil cargar con todo este dolor como fotógrafo, especialmente cuando eres parte del pueblo.

Las personas con las que tratamos son como nuestros amigos, vecinos, colegas, porque Gaza es un área muy pequeña. Así que nos conocemos muy bien. Es muy difícil ser fotoperiodista y encontrar un equilibrio entre tu trabajo y tu lado humano en Gaza.

¿Alguna vez temió por su vida mientras trabajaba en esa zona?

En realidad, el miedo estuvo dentro de nosotros todo el tiempo, por supuesto. Pero no permitimos que el miedo nos detuviera por lo que hacemos allí. Porque si tenemos miedo y nos quedamos en nuestras casas esperando que los cohetes nos maten, nadie verá los crímenes y nadie va a escuchar las voces de estas víctimas en Gaza. Así que el miedo, por supuesto, estaba en nosotros. Pero como dije, no temíamos a la muerte si moríamos cumpliendo nuestra misión como fotoperiodistas. Y desde el comienzo de la ocupación bélica, los fotoperiodistas fueron atacados por su trabajo.

Imágenes de la exposición "Palestina tiene una pena", que se presentará en el Museo Violeta Parra. Foto: Cortesía de Stephanie Elías Musalem

Quieren ocultar la verdad al mundo. Quieren borrar todas las imágenes del suelo. Así que la gente no puede ver lo que hace el ejército bárbaro en Gaza. Y el costo fue enorme para un periodista. Perdimos nuestras oficinas, perdimos nuestras casas, perdimos a algunos de nuestros compañeros. Algunos perdieron a sus familias por sus trabajos, porque atacaron a sus familias solo para presionarlos para que dejaran de hacer este trabajo. Pero ellos no accedieron frente a eso. Continuaron con su trabajo, se levantaron de nuevo y tomaron su cámara o su micrófono para transmitir un mensaje. Entonces, como te dije, no temíamos a la muerte si moríamos durante nuestra misión.

Respecto a su primera exposición, ¿qué significa para usted el título “200 disparos”?

En realidad “200 disparos” es el nombre de la exposición porque son casi 200 días. Lo pasé allí en Gaza cubriendo 200 días. La población es de más de dos millones de personas. Es difícil contar todas las escenas y todo el dolor que atravesamos en esos días. Desde asesinatos, desplazamientos, hambre, hasta ataques dirigidos a civiles, a los médicos, a los periodistas, a los niños. A veces te encuentras sin hogar un día. Nos estaban bombardeando nuestras casas. Fueron 200 días de gritos y llantos. Nos despertábamos cada día, cada día capturábamos esos momentos. Fueron 200 días, pero en realidad ha sido por más de 200 años para nosotros.

¿Cómo se ha sentido de visita aquí en Chile?

Desde el principio, me sentí como en otra Palestina del mundo, porque vi muchas paredes, mucha gente, muchos con kufiya, con sandías, pintando grafitis por Palestina. Y también, cuando caminaba por la ciudad, vi muchas tiendas cuyos dueños eran originarios de Palestina, o conocí a algunos amigos que son la tercera generación de palestinos y todavía están aquí, y alzan la voz de Palestina, hablan de Palestina constantemente. Vi el apoyo y la solidaridad con Palestina, más que en cualquier otro país que haya visitado. Sí, me siento como si estuviera en Palestina aquí en Chile.

Marcha por Palestina en Santiago de Chile, en mayo de 2024. Foto: Comunidad de Palestina en Chile Comunidad Palestina de Chile

¿Cómo evalúa la misión del barco humanitario en el que viajaba Greta Thunberg a Gaza y todo lo sucedido con eso este pasado fin de semana?

Esto, por supuesto, ha ayudado a poner de manifiesto el asedio a Gaza. Este es el segundo intento de ellos por romper el asedio contra Gaza. Y, por supuesto, todos ellos sabían que los iban a arrestar allí, pero no los asustaron, no los detuvieron de hacer esto. Pero el verdadero objetivo es impulsar a todo el mundo a enviar más barcos para realizar la misma acción que ellos hicieron para presionar más contra la ocupación, para mostrar el asedio a Gaza, para poner fin a este genocidio, para detener la guerra, para llevar a juicio los crímenes, para invocar el derecho internacional, para encarar a estos enemigos, a estos monstruos que matan a niños. Todos los palestinos de Gaza tenían la mirada puesta en este lugar y esperaban allí, pero también saben que son como héroes. Son como superhéroes de verdad que actuaron con acciones reales. Y esto es muy sencillo para quienes quieren actuar de verdad. Se puede hacer más que usar las redes sociales. Se puede hacer más que protestar. Se puede hacer cualquier cosa, simplemente para romper el asedio y poner fin al genocidio.

Greta Thunberg en el barco Madleen, en el que viajaba junto a otros 11 activistas llevando ayuda hacia Gaza. Foto: Instagram/@gretathunberg

¿Tiene un último mensaje que quiera compartir con los chilenos sobre todo lo que está sucediendo en Gaza?

Es un honor para mí estar aquí en Chile y me siento como en mi segundo hogar después de Palestina. Mi mensaje es que debemos seguir apoyando a Palestina, seguir luchando contra la importación de bienes desde los asentamientos judíos. He oído hablar de la ley aquí en Chile, que querían detener la importación de bienes del asentamiento. Necesitamos impulsar esto para que esto suceda de verdad. Y también necesitamos hablar más sobre lo que está sucediendo en Gaza y, si Dios quiere, algún día todos los chilenos visitarán Gaza y Palestina cuando sean libres. Y serán nuestros hermanos y nuestros invitados allí.

Lee también:

Más sobre:Belal KhaledFranja de GazaGazaIsraelFotoperiodistaOcupaciónKhan YounisGuerra Medio OrienteMundo

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

OFERTA ESPECIAL DÍA DEL PADRE

Infórmate y disfrutaDigital + LT Beneficios $3.990/mes SUSCRÍBETE