
“Preparados para la guerra”: Reino Unido anuncia plan de rearme en medio de la creciente amenaza rusa
El gobierno laborista de Keir Starmer anunció el mayor plan de modernización militar desde la Guerra Fría, que va a incluir submarinos nucleares, fábricas de municiones, nuevas unidades de ciberdefensa y una fuerte inversión en armamento; todo, mientras crecen las presiones fiscales en el país.

Reino Unido va a invertir en submarinos, drones y capacidades de guerra digital para enfrentar lo que el país considera nuevas amenazas, en especial la de Rusia, en el contexto del conflicto en Ucrania, los riesgos nucleares y los ciberataques. Así lo dijo el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, al resaltar que el país avanza hacia “la preparación para la guerra como el objetivo central” de las Fuerzas Armadas.
El ambicioso rearme forma parte de una revisión estratégica de la defensa llevada a cabo por el gobierno, que describió el nuevo y amenazador panorama y pidió que se aumente la producción de drones y se acumulen más municiones y equipos.
Hay una “creciente agresión rusa”, cuyas “acciones imprudentes aumentan el costo de la vida en nuestro país”, afirmó este lunes el premier británico. Ya había iniciado la revisión de la estrategia de defensa de Reino Unido, en julio de 2024, antes de presentar este lunes el amplio plan en materia de defensa, que tiene como objetivo preparar a las Fuerzas Armadas británicas para responder a nuevas amenazas.
Durante una visita a Glasgow, en Escocia, Starmer reveló su hoja de ruta para convertir a Reino Unido en una nación “preparada para el combate” y “equipada para las próximas décadas”.
Entre las nuevas amenazas consideradas por el gobierno británico se encuentran, en especial, Rusia y su actitud bélica, los riesgos nucleares y los ciberataques. Por ello, los principales pilares de la nueva estrategia de defensa serán submarinos nucleares, fábricas de municiones, sistemas cibernéticos avanzados y modernización del arsenal atómico.
“No podemos ignorar la amenaza que representa Rusia. Hemos visto lo que ocurrió en Ucrania hace poco más de tres años”, declaró Keir Starmer a la cadena estatal británica BBC.
Sobre la amenaza rusa, el diario Daily Mail, citando la revisión estratégica de la defensa -un documento de 144 páginas-, revela los aterradores “métodos de ataque” para los que Reino Unido debería prepararse si se viera obligada a entrar en un conflicto importante con ese país.
Según este documento, el presidente ruso Vladimir Putin podría saturar las defensas británicas si tuviera que librar una guerra este año. ¿Y cuáles serían sus métodos? Enjambres de drones, bombardeos con misiles, puertos bombardeados, plataformas petrolíferas y satélites saboteados, y oleadas de ciberataques, detalla el Ministerio de Defensa británico.
Frente a amenazas como esta, el plan británico contempla un aumento progresivo del gasto en defensa hasta el 2,5% del PIB en 2027, con la ambición de alcanzar el 3% en el futuro, aunque sin un compromiso específico. Starmer aseguró que será “el mayor aumento sostenido del gasto en defensa desde el fin de la Guerra Fría”, con unos 13.400 millones de libras (US$ 18.100 millones) más al año a partir de 2027.
Preparación para el conflicto
“Vivimos en un mundo más peligroso y más impredecible que en cualquier otro momento desde la Guerra Fría”, advirtió el primer ministro al presentar el plan, señalando que la nueva estrategia de defensa de Reino Unido parte de la premisa de que capacitarse activamente para escenarios bélicos es la mejor forma de prevenirlos.
La revisión estratégica establece tres grandes metas: adoptar una doctrina “OTAN primero” que refuerce la integración de Reino Unido dentro de la Alianza Atlántica; fortalecer la capacidad operativa del Ejército con mejoras salariales y una reserva plenamente entrenada y acelerar el desarrollo de tecnología militar “a ritmo de tiempos de guerra”, según el propio Starmer, especialmente en los ámbitos digital y cibernético.
El líder laborista insistió en que estas transformaciones son imprescindibles para disuadir amenazas como la agresión rusa o los ciberataques. Aseguró tener “100% de confianza” en que el plan se implementará, aunque evitó comprometerse con una fecha concreta para alcanzar el 3% del PIB en gasto militar, cifra que se venía planteando como objetivo para los próximos años.

La negativa a dar una fecha para el plan sucede en un contexto marcado por el débil crecimiento económico de Reino Unido. De momento solo garantizó que llegará al 2,5% en 2027 y no se comprometerá con un cronograma hasta que pueda decir cómo lo financiará, pese a que el secretario británico de Defensa, John Healey, declaró previamente que “sin duda” se alcanzará el 3% para 2034.
El esfuerzo de rearme se enmarca en un contexto fiscal complejo para Reino Unido, cuyas finanzas públicas están cada vez más presionadas por el aumento de la deuda -cuyos intereses casi duplican el presupuesto destinado a defensa-, el envejecimiento de la población, el crecimiento del gasto social y un gasto público sostenido al alza, que mantienen bajo tensión las cuentas del Estado.
En ese escenario, los expertos advierten de que elevar el gasto militar exigirá recortes en otras áreas o un crecimiento económico sostenido.
Submarinos, armas y fábricas
Reino Unido cuenta actualmente con una flota de nueve submarinos, siete de ellos de la clase Astute, equipados con misiles balísticos Trident. Estos submarinos patrullan de forma constante, bajo el más estricto secreto en cuanto a su ubicación, y representan el pilar central de la estrategia británica de disuasión nuclear.
La nueva estrategia del gobierno británico plantea un ambicioso plan de rearme que integra inversión en infraestructura militar, modernización tecnológica y el fortalecimiento de la capacidad disuasiva del país. Entre los anuncios más relevantes destaca la construcción de hasta 12 nuevos submarinos de ataque, que estarán propulsados por energía nuclear.

Estos sustituirán progresivamente a la actual flota de clase Astute a partir de finales de la década de 2030, y se desarrollarán en el marco de la alianza Aukus junto a Estados Unidos y Australia. Los submarinos se construirán en los astilleros de Barrow y Raynesway, en la localidad de Derby, y la previsión señala que podría producirse uno cada 18 meses.
Reino Unido cuenta con otros cuatro submarinos Vanguard, propulsados con energía nuclear y también portadores de armas atómicas con el sistema de misiles Trident. Starmer anunció que destinará 15.000 millones de libras (US$ 20.000 millones) al programa de armas nucleares del país, que incluye el desarrollo de nuevas ojivas atómicas para los sistemas de ataque de los submarinos Vanguard.
El primer ministro destacó la importancia del programa de disuasión nuclear británico en un momento en que han aumentado las tensiones globales.
El plan contempla además la construcción de al menos seis nuevas fábricas de municiones, la adquisición de hasta 7.000 armas de largo alcance de fabricación nacional y el fortalecimiento de la infraestructura submarina. Paralelamente, se prevé la creación de nuevas unidades de ciberdefensa, con un enfoque especial en la protección de redes, datos sensibles y las capacidades digitales de las Fuerzas Armadas.
Disuasión nuclear en el mar
Reino Unido invertirá cerca de 18.000 millones de euros en garantizar la continuidad de su llamada estrategia de Disuasión Nuclear Continua en el Mar, que asegura la presencia constante y secreta de al menos un submarino patrullando en aguas profundas. Este programa emplea a unas 9.000 personas.
Además, Starmer prometió modernizar las instalaciones del Establecimiento de Armas Atómicas y reforzar la producción y adquisición de nuevas cabezas atómicas.

La nueva estrategia de defensa, elaborada por el exsecretario general de la OTAN George Robertson, rompe con décadas de Reino Unido enfocándose en intervenciones exteriores. En su lugar, prioriza la protección del territorio nacional y una preparación activa para posibles conflictos, indica el diario El País. El documento propone fortalecer la seguridad en la zona euro-atlántica bajo el marco de la OTAN.
Junto al refuerzo armamentístico, el gobierno laborista se ha comprometido a mejorar las condiciones de vivienda y equipamiento de todos los miembros de las Fuerzas Armadas. La administración laborista ya anunció su compromiso de incrementar hasta el 2,5% (actualmente está en el 2,3%) la partida presupuestaria destinada a defensa en abril de 2027.
Starmer redobló su apuesta en medio de la presión ejercida por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha instado a Europa para reforzar su capacidad militar, por lo que anunció que Reino Unido elevará su gasto en defensa hasta el 3% del PIB en la próxima legislatura.
Trump y Rusia
“El mundo ha cambiado y debemos responder”, declaró el secretario Healey tras la presentación de la nueva estrategia militar del país, que responde a un panorama internacional marcado por la agresividad creciente de Rusia, la incertidumbre sobre el compromiso de Estados Unidos con la seguridad europea y la presión de los aliados de la OTAN para aumentar el gasto militar.

Uno de los factores que impulsan este rearme es el repliegue estadounidense en su compromiso como líder dentro de la OTAN, evidenciado en las declaraciones de Trump, quien advirtió que Europa debe asumir más responsabilidad en su propia defensa. Trump se reunió en marzo con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
El nuevo plan de defensa también plantea reforzar la seguridad europea y extraer lecciones del conflicto en Ucrania, con Rusia señalada como la principal amenaza para Reino Unido.
En cuanto al esfuerzo económico que implica el rearme, en el plano internacional han surgido críticas de varios aliados europeos que consideran que el objetivo del 2,5% hacia 2027 es insuficiente, y respaldan una propuesta de la OTAN para elevar el umbral hasta el 5% en 2032, según consignó la BBC.
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