Mundo

¿Quiénes son los drusos? La comunidad étnico-religiosa que eleva la tensión entre Israel y Siria

Los enfrentamientos entre miembros de esa minoría y las fuerzas leales al presidente interino Ahmed al-Sharaa provocaron la intervención del gobierno de Benjamin Netanyahu, elevando la tensión en Medio Oriente. Tras la mediación de EE.UU., Damasco anunció que los drusos serán responsables de la seguridad en Sweida.

Las fuerzas de seguridad sirias entran en la ciudad de Sweida, de mayoría drusa, el 15 de julio de 2025, tras enfrentamientos entre tribus beduinas y combatientes drusos.

Los enfrentamientos que han dejado más de 500 muertos esta semana en la ciudad de Sweida, al sur de Siria, han puesto en el centro de atención internacional a una comunidad religiosa milenaria que vive en el epicentro de las tensiones de Medio Oriente: los drusos.

Los enfrentamientos comenzaron el domingo entre combatientes drusos y tribus beduinas sunitas, después del secuestro de un comerciante de verduras druso que desencadenó una serie de raptos en represalia, según la versión del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). La agencia EFE, en tanto, señaló que el conflicto estalló tras la difusión de una grabación falsa atribuida a un líder druso y que contenía insultos contra el profeta Mahoma.

Las fuerzas del gobierno sirio anunciaron el lunes su intervención para frenar la violencia, y fueron desplegadas el martes en la ciudad de Sweida, hasta entonces en manos de combatientes drusos.

Los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales de Siria y los miembros de esta minoría étnico-religiosa derivaron en la intervención de Israel y, una vez más, suscitaron temores de un colapso en el frágil orden posguerra del país.

El Ejército y las fuerzas de seguridad sirias desplegados en Sweida, en el sur de Siria, el 14 de julio de 2025.

Sin embargo, Estados Unidos no está interesado en una nueva crisis. Su secretario de Estado, Marco Rubio, anunció un acuerdo para detener el conflicto. “Hemos contactado con todas las partes implicadas en los enfrentamientos en Siria. Hemos acordado medidas específicas que pondrán fin a esta preocupante y aterradora situación esta noche”, indicó este miércoles.

Durante la jornada, Israel lanzó varios ataques aéreos que estremecieron a Damasco. Los bombardeos incluyeron al Ministerio de Defensa. También afirmó que había atacado un “objetivo militar” en la zona del palacio presidencial, mientras que una fuente del Ministerio del Interior sirio informó de bombardeos fuera de la capital en “las proximidades del aeropuerto (militar) de Mazzeh”.

Tras los ataques, Israel prometió destruir las fuerzas gubernamentales sirias bajo control del presidente interino Ahmed al-Sharaa. El gobierno del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirma que el régimen que llegó tras la deposición del dictador Bashar al-Assad ha atacado a las comunidades drusas en el sur del país.

El Ministerio de Salud sirio dijo que al menos tres personas murieron y 34 resultaron heridas en los ataques israelíes a Damasco. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria calificó los bombardeos como una “escalada peligrosa”.

Los ataques de Israel habrían llevado “la situación a una escalada a gran escala, de no ser por la efectiva intervención de la mediación estadounidense, árabe y turca, que salvó a la región de un destino desconocido”, dijo Ahmed al-Sharaa en su primera declaración televisada desde los bombardeos. Continuó diciendo que proteger a los ciudadanos drusos y sus derechos es “nuestra prioridad” después de los enfrentamientos en Sweida.

Posteriormente, Siria anunció que su Ejército había comenzado a retirarse de Sweida, golpeada por la violencia, tras una ola de ataques israelíes contra la capital del país y un llamado de Estados Unidos a que las fuerzas gubernamentales abandonaran la ciudad sureña de mayoría drusa.

La declaración del Ministerio de Defensa no mencionó ninguna retirada de otras fuerzas de seguridad del gobierno sirio, que se habían desplegado en la ciudad el martes con el objetivo declarado de supervisar una tregua previa acordada con los líderes de la comunidad drusa luego de días de combates mortales con las tribus beduinas locales.

Sin embargo, ese cese del fuego pareció tener poco efecto, ya que algunos testigos informaron que las fuerzas gubernamentales se unieron a los beduinos para atacar a los combatientes drusos y a los civiles en un ataque sangriento por toda Sweida.

Este jueves, Al-Sharaa anunció que los drusos serán responsables de la seguridad en Sweida. “Hemos dado prioridad a los intereses de los sirios antes que al caos y la destrucción”, declaró el presidente interino de Siria. “Hemos decidido que las facciones locales y los jeques sabios asuman la responsabilidad de mantener la seguridad en Sweida”, dijo, refiriéndose a “la necesidad de evitar hundirse en otra guerra a gran escala” tras cuatro días de violencia.

“Teníamos dos opciones: guerra abierta con la entidad israelí a costa de nuestro pueblo druso, su seguridad y la estabilidad de Siria y de toda la región, o dar a los ancianos y jeques drusos la oportunidad de entrar en razón y dar prioridad al interés nacional”, explicó.

Israel, que ocupa y anexó la mayor parte de los Altos del Golán sirios, donde vive una importante población drusa, reiteró en los últimos días que no permitirá ninguna presencia militar en el sur de Siria, cerca de su frontera común.

El ministro de Defensa, Israel Katz, afirmó que su país “no abandonará a los drusos en Siria” y que el Ejército operará en la región de Sweida “para eliminar a las fuerzas que atacaron” a ese grupo.

Esta minoría étnico-religiosa, que suma aproximadamente un millón de personas repartidas entre Siria, Líbano, Israel y Jordania, se ha convertido en una pieza clave del complejo tablero geopolítico de la región, especialmente tras la caída del régimen de Bashar al-Assad en diciembre pasado.

Soldados de la 810ª Brigada Regional de Montaña operan en el sur de Siria, en una foto de las Fuerzas de Defensa de Israel publicada el 13 de julio de 2025.

“Son una comunidad supratribal que trasciende el espacio y la geografía”, explicó Makram Rabah, profesor de historia en la Universidad Americana de Beirut.

Los drusos de Medio Oriente “han desempeñado un papel muy importante” en la región, apuntó el docente, quien añadió que ellos forman parte de las “comunidades fundadoras de Líbano, Siria, Jordania y Palestina modernos”.

Sus líderes han tenido un papel importante en el nacionalismo en Medio Oriente desde el Imperio Otomano y contra las interferencias extranjeras en la región.

En Siria, el líder druso Pasha Al-Atrash, que dirigió una insurrección entre 1925 y 1927, fue precursor de la independencia de Siria de Francia, conseguida en 1946.

En Líbano, el líder druso Kamal Jumblatt desempeñó un papel clave desde la década de los 50 hasta su asesinato en 1977, ordenado por Siria durante la guerra civil.

Walid Jumblatt, de 75 años y que tomó el relevo de su padre, instó a los drusos de Siria a rechazar la “injerencia israelí”. Así pues, los líderes reafirmaron su lealtad a una Siria unida, aunque algunos pidieron protección internacional por la violencia.

En Israel, el líder espiritual druso, el jeque Mowafaq Tarif, le pidió al Estado que protegiera a los drusos sirios.

Comunidad hermética

Los drusos conforman una comunidad árabe que profesa una religión monoteísta y secreta que hundió sus raíces en el Islam chiita ismailí durante el siglo XI, concretamente en Egipto. Su fe nace entonces como una rama chiita durante el reinado del califa al-Ḥākim bi-Amr Allāh, a quien algunos teólogos empezaron a venerar como una figura divina, lo que fue rechazado oficialmente como herejía.

La doctrina fue proclamada públicamente en 1017, generando disturbios. En el interior del movimiento hubo luchas de poder entre sus líderes, donde aparece la figura de Muḥammad al-Darāzī, un católico que renunció y se opuso a la fe en la que nació y que fue probablemente asesinado. El movimiento quedó vinculado a su nombre, al-Darāzī, de donde deriva la denominación de “drusos”.

La fe drusa se extinguió gradualmente en Egipto, pero sobrevivió en zonas aisladas de Líbano, Siria y en el Golán sirio ocupado por Israel, donde los misioneros habían establecido comunidades importantes.

Su fe ha evolucionado a lo largo de los siglos para incorporar elementos de otras tradiciones religiosas -hinduismo, filosofía griega antigua, cristianismo y judaísmo-, creando un sistema de creencias único y complejo, destaca Infobae.

Lo que distingue a la religión drusa es su carácter hermético: no acepta conversos, prohíbe el proselitismo y desalienta enérgicamente el matrimonio fuera de la comunidad. Los drusos creen en la reencarnación y su estructura religiosa está gobernada por el Majlis al-’Uqāl, un consejo de líderes espirituales que supervisa las prácticas religiosas y vela por la preservación de la integridad cultural de la comunidad.

Su vestimenta tradicional es negra y se distingue según el género: los hombres llevan turbantes blancos y las mujeres se cubren la cabeza y parte del rostro con un largo velo del mismo color.

Dispersos por cuatro países

Aunque dispersos por cuatro países, los drusos mantienen vínculos familiares e históricos que trascienden las fronteras nacionales. Más de la mitad de la población drusa mundial reside en Siria. Se calcula que representan alrededor del 3% de la población del país, concentrándose principalmente en la provincia meridional de Sweida -conocida como Jabal al-Druze o “Montaña de los Drusos”-, en la provincia vecina de Quneitra, algunos suburbios de Damasco como Jaramana y Ashrafiyat Sahnaya, y en los Altos del Golán, territorio que Israel capturó de Siria en la Guerra de los Seis Días de 1967 y anexó en 1981.

El gobierno de la familia Al-Assad, dominado por miembros de la minoría alauita -de la rama chiita del islam-, había oprimido a gran parte de la mayoría sunita del país mientras otorgaba a las minorías algunos poderes.

Antes del inicio de la guerra civil siria en 2011, se calculaba que unos 700.000 drusos vivían en ese país.

Durante el conflicto de 14 años en Siria, los drusos tenían sus propias milicias, en parte para defenderse de los militantes musulmanes que los consideran herejes. En 2018, miembros del grupo Estado Islámico atacaron a los drusos en la provincia de Sweida, matando a más de 200 personas y tomando como rehenes a más de dos docenas.

Desde que el presidente sirio Bashar al-Assad fue derrocado el 2024, las fuerzas extremistas sunitas leales al nuevo presidente Ahmed al-Sharaa se han enfrentado violentamente a las minorías religiosas.

El gobierno de transición a cargo de Al-Sharaa, un exlíder terrorista que antes tenía el nombre de guerra Abu Mohamed al-Golani, prometió incorporar a las minorías, incluidos los drusos, pero el nuevo gobierno de 23 miembros anunciado a finales de marzo solo tiene un miembro druso, el ministro de Agricultura, Amjad Badr.

En Siria, los drusos fueron históricamente partidarios tempranos del Partido Baaz Árabe Socialista, y oficiales militares drusos participaron en el golpe de Estado de 1963 que llevó al partido al poder, donde permanecería hasta la caída de Al-Assad.

Unos 200.000 drusos viven en Líbano, principalmente en el centro montañoso y en el sur del país, cerca de las fronteras con Israel y Siria, según las estimaciones. En Líbano, los drusos ejercen una notable influencia política a través del Partido Socialista Progresista, la principal formación drusa del país.

En los Altos del Golán sirios, anexados por Israel, más de 22.000 drusos tienen estatuto de residentes permanentes. Solo 1.600 han aceptado adoptar la nacionalidad israelí, mientras que el resto sigue apegado a su identidad siria. Los drusos comparten el territorio con alrededor de 25 mil colonos judíos, distribuidos en más de 30 asentamientos.

Por su parte, Israel ha mostrado su apoyo a los drusos. Unos 153.000 drusos son ciudadanos israelíes y viven principalmente en el norte. Son vistos como una minoría leal y a menudo sirven en el Ejército. “Son una minoría preferencial respecto a los árabes israelíes y los beduinos”, dijo a TN el presidente de la Unión Mundial del partido israelí Meretz, Darío Teitelbaum. “Son soldados aguerridos”, comentó.

“Las guerras del ’67 y más aun del ’73 y la conquista de las Alturas del Golan prácticamente partieron familias a ambos lados de la frontera, y ante el pogromo que los drusos sirios sufren, sus hermanos en Israel salen en su ayuda. Israel los apoya, pero presiona para que quienes incursionaron al territorio sirio regresen a Israel”, afirmó Teitelbaum.

Israel no quiere militantes islámicos cerca de la frontera norte del país. Desde la caída de Al-Assad, las fuerzas israelíes han tomado el control de una zona de amortiguación patrullada por la ONU en Siria cerca de la frontera con los Altos del Golán anexados por Israel y han llevado a cabo cientos de ataques aéreos en sitios militares.

Algunos drusos del sur de Siria también se han asentado en la vecina Jordania, donde se calcula que la comunidad cuenta con entre 15.000 y 20.000 miembros. Según Rabah, los drusos “no reconocen” las fronteras trazadas, sobre todo porque hay muchos matrimonios entre drusos en toda la región. Fuera de Medio Oriente, la diáspora drusa se ha extendido a Norteamérica, Sudamérica y Australia.

Más sobre:SiriaIsraelDrusosEE.UU.NetanyahuAl-SharaaLíbanoJordaniaAltos del GolánSweidaMundo

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

Piensa sin límites. Accede a todo el contenido

Nuevo Plan digital $990/mes por 5 meses SUSCRÍBETE