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Trump da giro radical sobre publicación de archivos de Epstein en medio de revuelta de destacada voz del movimiento MAGA

El Presidente de EE.UU. rompió con su postura inicial y pidió liberar los documentos ligados al magnate acusado de delitos sexuales, justo cuando la representante republicana por Georgia, Marjorie Taylor Greene, ofreció disculpas por su rol en la política tóxica y acusó a Trump de activar ataques en su contra.

Trump sorprende con apoyo a divulgar archivos del caso Epstein, mientras Marjorie Taylor Greene se desmarca y denuncia amenazas. Foto: Archivo

En medio de las tensiones en el Partido Republicano de Estados Unidos hubo dos giros abruptos para la colectividad oficialista este domingo: el presidente Donald Trump ahora pidió divulgar los archivos del caso Epstein, mientras la representante por Georgia, Marjorie Taylor Greene, que tradicionalmente había sido una de sus más férreas colaboradoras, se desmarcó públicamente de su retórica, pidió disculpas por contribuir a la política tóxica y acusó al inquilino de la Casa Blanca de alimentar amenazas en su contra.

El mandatario pidió a los republicanos en el Congreso que voten a favor de la publicación de archivos relacionados con el difunto delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein, en una repentina inversión de su posición anterior. A última hora del domingo, Trump escribió en su red Truth Social: “Los republicanos de la Cámara de Representantes deberían votar para publicar los archivos de Epstein porque no tenemos nada que ocultar”.

“Y es hora de pasar de este engaño demócrata perpetrado por los lunáticos de la izquierda radical para desviarse del gran éxito del Partido Republicano”, agregó.

La publicación del Presidente en su plataforma de redes sociales se dio después de que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, dijera anteriormente que creía que una votación sobre la publicación de los documentos del Departamento de Justicia en el caso Epstein debería ayudar a poner fin a las acusaciones “de que él (Trump) tiene algo que ver con esto”.

La Casa Blanca ha luchado por contener la sospecha dentro de la base generalmente leal de Trump, el movimiento Make America Great Again (MAGA), de que la administración está ocultando detalles de los delitos de Epstein para proteger a la élite rica con la que el financiero se asoció, incluido Trump.

La revuelta política de Greene

El domingo, Marjorie Taylor Greene hizo algo que los políticos casi nunca hacen: dijo que lo sentía, dejando entrever que el bloque más leal del trumpismo ahora enfrenta su mayor fisura en años. La representante de Georgia repudió el domingo su papel en la intensificación de la política envenenada del país, en su más reciente y marcada ruptura con Trump y su retórica provocadora, profundizando así su propia e intrigante reinvención política.

“Me gustaría decir, humildemente, que lamento haber participado en la política tóxica; es muy perjudicial para nuestro país”, dijo Greene a Dana Bash, de CNN, en una sincera entrevista en “State of the Union”. Así, Greene se posiciona como una voz para la unidad en un momento en que su partido está sumido en un conflicto interno, instando a Trump y a otros colegas republicanos en los últimos días a que cesen las hostilidades.

“He estado trabajando mucho en esto últimamente: dejar de lado los cuchillos en la política. Realmente solo quiero ver que la gente sea amable entre sí. Y necesitamos encontrar un nuevo camino que se enfoque en el pueblo estadounidense, porque, como estadounidenses, sin importar de qué lado estemos, tenemos mucho más en común que diferencias”, señaló Greene.

Greene, una de las voces MAGA más destacadas, explicó que había estado reflexionando sobre sus acciones políticas pasadas tras el horrible asesinato del ícono conservador Charlie Kirk en septiembre. Y teme que ahora su propia seguridad esté en riesgo. Más tarde, el domingo, escribió en X que “los ataques injustificados y feroces” de Trump contra ella “fueron un silbato para radicales peligrosos” y que estaba recibiendo múltiples amenazas.

Los comentarios de Greene el domingo fueron notables por varias razones, indica la cadena CNN. Primero, ver a una política responder directamente a una pregunta y expresar arrepentimiento fue inusual. Bash le preguntó a Greene, quien una vez interrumpió al presidente Joe Biden durante su discurso sobre el Estado de la Unión, por qué criticaba la política tóxica solo cuando iba dirigida a ella. “Creo que es una crítica justa”, respondió Greene.

Su cambio de postura también fue significativo porque alguna vez fue una de las defensoras más entusiastas de las tácticas y la retórica mordaz que son centrales en la política MAGA y en las declaraciones públicas de Trump. Cuando llegó a Washington tras ser elegida en 2020, Greene era conocida por promover teorías conspirativas, incluso sobre tiroteos escolares y las creencias del movimiento de extrema derecha QAnon.

Pero el presidente Trump desestimó sus preocupaciones, diciendo a los periodistas el domingo: “No creo que su vida esté en peligro… Francamente, no creo que a nadie le importe”, refiriéndose a la legisladora de Georgia como “Marjorie ‘Traidora’ Greene”.

Sospechas por caso Epstein

La ruptura entre Trump y Greene, una de sus seguidoras más entusiastas en las elecciones de 2024, se agravó por su decisión de sumarse a un esfuerzo en la Cámara para divulgar archivos de investigación sobre el delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein. Trump ha tratado de distanciarse del financista, con quien era amigo desde la década de 1980 hasta principios de la de 2000, cuando esa relación se quebró.

Trump dijo que la separación ocurrió después de que Epstein “contratara” a miembros del personal femenino de su resort de Mar-a-Lago en Florida, diciendo repetidamente que lo “echó” del club por esa razón. La semana pasada, un tramo de los correos electrónicos de Epstein publicados por el Comité de Supervisión de la Cámara reavivó el escrutinio de su asociación de años.

Trump sorprende con apoyo a divulgar archivos del caso Epstein, mientras Marjorie Taylor Greene se desmarca y denuncia amenazas. Foto: Archivo

Los mensajes incluyen declaraciones de Epstein de que Trump “pasó horas” en su casa con una de sus víctimas, y que “sabía de las chicas” en la red de abusos del financista. El mandatario ha negado durante mucho tiempo cualquier conocimiento de las acciones de Epstein, y Karoline Leavitt, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, denunció los “correos electrónicos publicados selectivamente” para “crear una narrativa falsa y difamar” al Presidente.

Aun así, la publicación de los mensajes solo ha aumentado las preguntas sobre la relación del Presidente con Epstein. Es por ello que las demandas de Greene para liberar los archivos del caso Epstein encendieron la molestia pública de Trump y reactivaron las dudas sobre su resistencia a permitir la difusión de documentos que las víctimas de trata sexual buscan hacer públicos. Aunque Trump fue cercano a Epstein —quien se suicidó en prisión en 2019—, no existen pruebas que lo vinculen a conductas delictivas.

Este choque ha alimentado especulaciones en Washington sobre las razones detrás del giro de Greene. Su cambio resulta llamativo: pocas figuras políticas cuestionan su propia trayectoria y se distancian de los comportamientos que las definieron. Trump es el ejemplo contrario, alguien que ha sostenido durante años la idea de no pedir disculpas jamás y de responder siempre a cualquier ataque.

Marjorie Taylor Greene y Donald Trump. Foto: Archivo

Los comentarios de Greene el domingo también llamaron la atención porque profundizaron su ruptura con Trump, en un raro ejemplo de una legisladora republicana dispuesta a criticar públicamente al Presidente, quien ha mantenido un férreo control sobre su partido durante casi una década y ha provocado que los republicanos en el Capitolio renuncien a su papel de supervisión constitucional, destacó CNN.

Greene, otrora una firme aliada de Trump, ha perdido el favor del Presidente por su apoyo a la publicación de los archivos. Trump declaró el viernes que ya no apoyaría ni respaldaría a Greene, quien se presenta a la reelección en 2026.

La representante, por su parte, lamentó la fractura, insistiendo el domingo en que la ruptura “se debe por completo a los archivos de Epstein”. Le dijo a Dana Bash, de CNN, en “State of the Union” que no entendía por qué el Presidente se oponía a la publicación de los archivos, ya que no cree que haya estado implicado en nada ilegal.

“Esa es la pregunta que todos se hacen: ‘¿Por qué luchar contra esto con tanta fuerza?’”, dijo Greene.

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