El régimen de Nicolás Maduro ha confirmado la reactivación de vuelos humanitarios para repatriar a ciudadanos venezolanos que residen en Perú y Chile, utilizando Bolivia como punto de conexión debido a las dificultades diplomáticas con estos dos países sudamericanos.

Esta medida, anunciada inicialmente en mayo, busca sortear las restricciones diplomáticas que Venezuela enfrenta con ambos países, que no permiten vuelos directos del gobierno venezolano.

El ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, informó este viernes que se están coordinando los detalles con la embajada venezolana en Bolivia para habilitar un vuelo la próxima semana, cuyo destino final será el Aeropuerto Internacional de Maiquetía en Caracas.

Durante una transmisión por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), Cabello destacó que lo esencial en esta operación es garantizar que los vuelos cuenten con un número suficiente de migrantes confirmados para asegurar que las aeronaves viajen con la capacidad completa de pasajeros. “Es hacer la coordinación”, comentó Cabello, refiriéndose a la necesidad de contar con solicitudes confirmadas antes de activar cada vuelo.

Debido a la falta de relaciones diplomáticas con Perú y Chile, los aviones no pueden aterrizar en estos países. En consecuencia, los migrantes interesados en regresar deben trasladarse primero a Bolivia, donde podrán formalizar su solicitud para abordar los vuelos de repatriación. Cabello reconoció que este proceso presenta dificultades logísticas, siendo el principal desafío el traslado previo de los migrantes a Bolivia, lo cual implica un costo adicional y la gestión individual de cada persona interesada en retornar.

Esta iniciativa forma parte del “Plan Vuelta a la Patria”, un programa gubernamental creado para promover el retorno voluntario de los ciudadanos venezolanos que emigraron en los últimos años debido a la crisis económica y política en el país. Además de los vuelos desde Perú y Chile, este plan ya ha facilitado el regreso de migrantes desde países como Honduras, México y Estados Unidos.

El viernes pasado, un vuelo procedente de Texas aterrizó en Venezuela con 237 migrantes a bordo, marcando el vuelo número 51 del plan. Cabello destacó que entre los repatriados se encontraban siete niños, quienes, según las autoridades venezolanas, habrían estado “secuestrados” en Estados Unidos, sumándose a otros siete menores que regresaron la semana pasada como parte de conversaciones bilaterales entre Caracas y Washington.

Aunque no se dieron detalles sobre el mecanismo de inscripción para los migrantes en Perú y Chile, Cabello reiteró que aquellos interesados en regresar deben presentarse en Bolivia para formar parte de los vuelos de repatriación.