Por Daniela SilvaEl lado B de los candidatos: cuáles son sus mascotas, sus autos y qué club de fútbol apoyan
Tener o no animales de compañía, el vehículo que manejan y de qué equipo son hinchas. Revisa los detalles menos conocidos de los candidatos que compiten por llegar a La Moneda.

A horas de las elecciones presidenciales y parlamentarias, los candidatos no solo han dado a conocer sus programas desplegándose en giras y debates, sino que también han llevado a cabo un riguroso trabajo en redes sociales para acercarse a la ciudadanía, algunos mostrando también las mascotas que los acompañan en su diario vivir.
Evelyn Matthei (Chile Vamos, Amarillos y Demócratas) tiene de mascota a Pixie, una pug de un año y cinco meses que llegó para que Cookie, otra perrita de la familia, no estuviera sola.

“Queríamos una compañera para nuestra Cookie, que tiene más años y la sentíamos solita. Pero no se llevaron muy bien, así que Cookie vive con mi hija y nosotros con Jorge (su marido) vivimos con Pixie, quien nos acompaña con sus travesuras”, detalló a La Tercera.
En cuanto a su programa, en el eje “Una mejor calidad de vida”, dedica un apartado titulado “Cuidado de nuestras mascotas”, donde plantea una política integral de bienestar animal. Allí se consideran medidas como programas de formación en tenencia responsable, sanciones contra el maltrato, centros comunales veterinarios gratuitos y áreas verdes habilitadas para mascotas, con regulación ambiental y planes de control de animales asilvestrados.

En el caso de la candidata Jeannette Jara (PC), por redes sociales ha compartido fotos de Manzana, una perrita mestiza que la acompaña en casa. Según detalló a este medio, la adoptó gracias a una amiga como regalo de cumpleaños para su hijo, quien deseaba tener un perro al que cuidar.
“Fue amor a primera vista desde el comienzo”, cuenta. Además de Manzana, también tiene a Duque, Maya y Negrita, los otros tres canes de la familia que viven en Padre Hurtado y que también aparecen ocasionalmente en sus publicaciones.

En el programa de gobierno de la candidata oficialista se incluye un plan de bienestar animal: un seguro veterinario administrado por Fonasa, una Red Nacional de Clínicas Veterinarias, un millón de esterilizaciones y el fortalecimiento de la Ley Cholito.
“La salud de los animales también es parte de nuestra salud como sociedad”, dice la candidata, que además propone transformar los zoológicos en parques de conservación.

José Antonio Kast (Partido Republicano) ha mostrado en redes sociales su vida en el campo, en donde ha hecho mención que tiene ocho perros: Fito, Flaca, Pinto, Pulga, Checho, Socio, Coca y Mila, además de gallinas, conejos y caballos.
“Me gustan mucho los animales, con mis hijos tenemos ocho perros”, ha escrito en sus cuentas, acompañando el mensaje con fotos en su parcela.
Su programa no incluye propuestas formales sobre animales, sin embargo este año en medio del lanzamiento de su campaña presidencial en Antofagasta prometió un “trato respetuoso hacia ellos, pero también mirando el bienestar de las personas”. Esto, luego de explicar por qué en 2017 fue el único diputado que votó contra la Ley Cholito.

Eduardo Artés (independiente) vive en su casa de San Miguel con Pelusa, una mestiza de 15 años. En Instagram ha publicado sobre su relación con ella:
“Nos tenemos bastante afecto y no deja que cualquiera se me acerque. El cuidado es mutuo”, escribió en un post.
Según relatan en el entorno del candidato, Pelusa llegó a su vida inesperadamente, en plena pandemia, y que desde entonces se volvió parte inseparable del candidato. Pese a que no lo acompaña a pautas, reconocen que cuando Artés viaja o aparece en televisión, Pelusa “sabe que es él”.
En su programa propone una política veterinaria pública nacional, con tolerancia cero al maltrato animal y medidas para la restauración de la fauna nativa. En su discurso el cuidado animal forma parte de la justicia social y del respeto a la vida.

En el caso de Marco Enríquez-Ominami (independiente) la convivencia con sus perros, dice, refleja un compromiso personal con la adopción y el rescate animal.
“Se llaman Benito y Loló. Benito tiene 12 años, lo adoptamos. Es ansioso y, como un candidato tradicional, quiere caerle bien a todo el mundo. Loló tiene 9 años, es una perra rescatada. Íbamos a ser su hogar temporal y nos enamoramos de ella”, declara el candidato a este medio.
En su entorno explican que la familia de ME-O ha tenido siempre una fuerte inclinación por rescatar animales.
“En mi casa se adopta porque creemos en darle una nueva vida a un perrito abandonado”, explica.
Su programa impulsa una Política Nacional de Bienestar Animal con hospitales veterinarios públicos regionales, educación ambiental desde la infancia y centros de rescate para fauna silvestre.
“El bienestar animal refleja el tipo de sociedad que queremos construir”, señala.

Por su parte, Harold Mayne-Nicholls vive con Mona y Lisa, dos pastoras suizas que llegaron en marzo de 2020, tras un robo en su casa en Peñalolén.
“Siempre hemos tenido cariño por los animales. En pandemia llegaron Mona y Lisa, después de que nos entraron a robar. Antes teníamos a Laika, una San Bernardo impresionante. Jugaba a abrazarte. Nos dejó hace unos años”, recuerda.
Antes de ellas tuvo cinco pastores alemanes, sumando siete perros en total a lo largo de su vida. Recuerda con cariño a los primeros, a los que les gustaba cazar conejos en su parcela.
Aunque su programa no contempla medidas específicas sobre animales, comenta que le gustaría incorporar ese tema. “He estado siempre rodeado de mascotas”.

Johannes Kaiser (PNL) contó que en 2022 tuvo un husky llamado Mauser, al que debió regalar años después tras mudarse a un departamento.
“Esperaba que fuese un gran cazador, pero terminó siendo simplemente un peluche. Era injusto con el pobre perro”, explicó en una entrevista en 2025.
Su programa no cuenta con propuestas animalistas o de mascotas.
El candidato Franco Parisi (Partido de la Gente) por su parte, si bien no tiene mascotas propias, afirma que comparte constantemente con los cuatro perros de su hermana Zandra, que reside en Chile. Entre ellos se encuentran dos collies (Eve y Paco), una mestiza llamada Coco y un galgo de nombre Guatón.

“Tengo regalones y regalonas”, señaló el candidato consultado al respecto.
En su programa de gobierno incluye una red de “Cesfam Vet”, interoperable con municipios y con servicios veterinarios básicos gratuitos; un registro único “Pet ID Chile”; fiscalización de criaderos ilegales y unidades de rescate rápido junto a Carabineros y ONG. También plantea un sello “Pet Friendly Responsable” para empresas que apoyen la protección animal.
Los equipos de fútbol de los candidatos presidenciales

Consultados sobre a qué equipo alientan, Colo Colo, la U y la UC dominan las preferencias entre los candidatos presidenciales.
Según reveló Franco Parisi a El Deportivo, siempre ha sido un amante del fútbol, y durante su infancia y adolescencia practicó en las canchas de Avenida Las Rejas y en Maipú. Fue en el Instituto Nacional, afirmó, donde se enamoró de Universidad de Chile.
En el 2013, sin embargo, señala que tuvo una mala experiencia con un dirigente de Azul Azul y desde entonces se ausentó un tiempo de los recintos deportivos.
Actualmente, indica que su “gran ídolo” es Iván Zamorano, y se inclina por apoyar a La Roja.
“Más que un equipo en particular, hoy soy hincha de la selección chilena. Y aunque estuve alejado un poco de los estadios, ahora, cada vez que puedo, asisto al estadio a ver fútbol nacional”, declara.
Jeannette Jara en tanto, afirma que se hizo hincha de Colo Colo gracias a un relato radial.
“Mi papá ponía esa grabación de Vladimiro Mimica y después la repetía muchas veces, con este relato tan inspirador para la final de Copa Libertadores de 1991, que para mí refleja en buena parte lo que es el club: ‘Colo Colo es mano de trabajador, mano callosa de obrero. Es sangre araucana que corre por las venas. Es pulmón de trabajador’”, detalló a El Deportivo.
Sobre un jugador en particular, Jara se inclina por Carlos Caszely. “Es sin duda una leyenda del deporte nacional y unos de los grandes referentes en la historia de Colo Colo”.
Del actual plantel, dice que Lucas Cepeda, (“es el que más encara”, dice), pero no deja fuera a las Albas.
“Creo que acá fue muy importante la obtención de la Copa Libertadores por parte de Colo Colo Femenino en 2012, con grandes jugadoras como Christiane Endler, que sin duda inspiraron a muchas mujeres y niñas colocolinas”, apuntó.
Marco Enríquez-Ominami por su parte, explicó que su amor por Universidad de Chile nació cuando era un adolescente gracias a su padre, Carlos Ominami.
“Él me enseñó la fuerza de la U, que por supuesto en esos años (1987-1988) perdía todos los partidos, sin parar, a tal punto que después nos fuimos a Segunda División”, expresó.
Héctor Hoffens, Sandrino Castec, Esteban Valencia y Marcelo Salas están en su galería de ídolos y también “la resiliencia” de la barra Los de Abajo.
“A pesar de que estábamos con un equipo desastroso, seguía con más fuerza asistiendo al estadio y cantando”, señaló.
Su fanatismo, sin embargo, nació tras una derrota en el Estadio Nacional.
“Nosotros jugábamos contra Iquique, creo, y como siempre… volvimos a perder. Y yo le digo a Carlos que era raro que le gustara un equipo que siempre pierde y Carlos me dice: ‘Esa es la fuerza de la U, la de un equipo que siempre resiste’. Y recuerdo que eso me hizo clic en la cabeza… un equipo que siempre resiste”, afirmó.

Johannes Kaiser, por su parte, señaló que le gustaba el fútbol, y que por mucho tiempo, fue hincha de Universidad Católica. Sin embargo, lo dejó de seguir.
“No me gusta que el fútbol se mezcle con política ni que se politice el deporte, tal como sucedió -por ejemplo- en el Mundial, cuando andaban todos con la banderita de los LGTB... Más allá de que yo respeto el proyecto de vida de las personas, no me gusta que se transforme en política y no me gusta que el deporte se mezcle con política. Lo encuentro totalitario”, sentenció.
Su gusto por el fútbol, sin embargo, retorna cuando ve a la Selección y recuerda las hazañas de sus ídolos Marcelo Salas e Iván Zamorano.
“No pude ir al Mundial en Francia, pero recuerdo que seguí todos los partidos por la televisión y aún no me saco de la cabeza al árbitro que nos robó el partido contra Italia”, aseguró en conversación con El Deportivo, en referencia a Lucien Bouchardeau.
José Antonio Kast, se ha declarado hincha de Universidad Católica, aunque señala que la violencia de las barras bravas lo fue alejando de los recintos deportivos.
“Picaba papel un mes antes para poder tirar en la cancha. Antes era un espectáculo, había un show antes de los partidos, creo que muy parecido a lo que se vive hoy en Estados Unidos”, reveló en una entrevista con AS.
Ante la violencia en los estadios, hoy promete “tolerancia cero”.
“Los clubes deberán asumir un rol activo en la erradicación de la violencia, invirtiendo en infraestructura segura, segmentación adecuada del público y sistemas de control, además de comprometerse en la despolitización de las barras bravas, muchas de las cuales hoy responden a intereses ideológicos o disputas internas”, planteó en La Tercera.
Eduardo Artés por su parte, indica que su amor por el fútbol nace en El Tambo, una localidad cercana a San Vicente de Tagua Tagua, de la Región de O’Higgins. Allí, dice que pateaba una pelota de trapo junto a sus compañeros de colegio y nació su amor por Colo Colo.
Del equipo popular, sus ídolos son Misael Escuti y Carlos Caszely. A este último lo considera “el máximo referente del fútbol chileno”. Sin embargo, su pasión por el fútbol fue disminuyendo con la aparición de las sociedades anónimas, pues cree que este deporte en particular es “una expresión social, de trabajadores y comunidades”.
Evelyn Matthei se declara hincha de Universidad de Chile, sin embargo también señala que no se fija en los colores a la hora de elegir a sus ídolos.
“Me gustan el liderazgo de Claudio Bravo y la garra de Gary Medel”, señala. En cuanto a quién admira más, apunta a Christiane Endler.
“Ella no solo es una futbolista vigente, sino también una líder y un ejemplo para muchas mujeres de que podemos soñar en grande. Es valiente y preciosa. Es un orgullo para todas las chilenas y chilenos”, afirmó a El Deportivo.

El expresidente de la ANFP Harold Mayne-Nicholls ha declarado ser hincha de Deportes Antofagasta. Tal era su devoción que incluso lo llevó a faltar a clases en su época escolar.
“No recuerdo por qué el partido de Antofagasta y Palestino se corrió para un día martes y convencí a mi mamá que en el colegio nos habían dicho que todos teníamos que ir al estadio, porque había que apoyar al equipo. Y mi mamá, entre que me creyó y no me creyó, me dijo que me iba a acompañar y finalmente fuimos y fue empate 1-1”, recuerda.
“Mi gran ídolo de siempre fue el arquero Constantino Zazzali y siempre digo que ‘Chamaco’ Valdés tuvo que ir a Antofagasta el año 1971 para que el ‘72, ’73 y ‘74 viéramos al mejor ‘Chamaco’ de la historia. Allá en Antofagasta lo hicimos jugador de primer nivel”, añade.
Qué autos tienen los candidatos presidenciales
Según las declaraciones de patrimonio entregadas al portal de InfoProbidad, solo cinco de los ocho aspirantes a La Moneda reconocieron tener vehículo propio: Jeannette Jara, Evelyn Matthei, José Antonio Kast, Johannes Kaiser y Franco Parisi.
Así, los únicos que no registraron automóvil fueron Marco Enríquez-Ominami, Harold Mayne-Nicholls y Eduardo Artés.
En el caso de la candidata del oficialismo, tiene un Mitsubishi Outlander del año 2020, con un motor de 2.0 litros. Su precio de reventa parte alrededor de los $14 millones.

La exalcaldesa de Providencia Evelyn Matthei en tanto, maneja un Toyota Camry LEI 2.4 de 2010, que luce una potencia de 167 Hp, una velocidad máxima de 210 km/h, transmisión manual de seis velocidades y una aceleración de 0-100 km/h en 9,1 segundos. Se puede encontrar por $6.000.000.

Kaiser presentó dos vehículos en su declaración: Toyota RAV4 4X2 2.0 (2025) y Hyundai Tucson GL 2.0 (2008).
El modelo japonés tiene una potencia de 170 HP y su precio es de $23.990.000, mientras que el auto de origen coreano tiene 142 Hp y su precio de reventa ronda los $4.000.000.

Franco Parisi posee un Mercedes-Benz GLC de 2018, un SUV que posee un motor 2.0 de cuatro cilindros en línea tiene una potencia de 197 HP y 320 Nm de torque.
En la actualidad, puede costar alrededor de $25 millones.

José Antonio Kast maneja una camioneta Nissan D21 (2008), pick-up clásico de la marca japonesa que posee 124 HP de potencia y transmisión mecánica. Su valor actual es de alrededor de $3.000.000.

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