Nacional

ME-O a alumnos de liceos emblemáticos: “Propongo que busquemos un protocolo de protesta; no es aceptable la violencia”

El candidato presidencial fue protagonista de un conversatorio efectudado en el Instituto Nacional y que contó con la presencia de otros estudiantes de establecimientos tradicionales. Ahí, entre otras cosas, zanjó su postura frente a las movilizaciones y también sobre el futuro de militares presos tras la dictadura.

Los van a convencer en los próximos 50 días que este instituto hay que cerrarlo, que es ineficiente”.

La frase corresponde al candidato presidencial independiente Marco Enríquez-Ominami. El contexto, un conversatorio efectuado este lunes en el Instituto Nacional (IN), con casi 300 estudiantes de ese recinto educacional, pero también representantes de los liceos santiaguinos Javiera Carrera e Isaura Dinator, además del 7 de Providencia y del 7 de Ñuñoa.

Durante poco más de una hora el aspirante a La Moneda entregó sus impresiones sobre diversos temas moderados por el Centro de Estudiantes del IN divididos en cinco ejes: propuesta programática en educación pública, sistema de evaluación y reconocimiento docente, contingencia y actualidad nacional, una pregunta del público, y movilización y protesta estudiantil.

Sobre esto último, y con las movilizaciones recientes que protagonizó el Instituto Nacional, ME-O contextualizó que como sociedad se está en un momento de desorganización civil y que “después del estallido social lo que quedó es una caricatura de que todo lo que pasó fue delincuencia, y (no) las causas que hicieron que durante tres meses cientos de miles de chilenos protestaran al lado de la violencia”.

La protesta es muy importante”, añadió, aunque instalando una propuesta en caso de ser electo: “Sí propongo algo, lo que vengo a anunciar. Para este debate sospechaba que esa pregunta iba a aparecer: yo tengo que construir un protocolo de protesta, tiene que haber acuerdos, porque lo que no es aceptable es la violencia, porque por muy imperfecto que sea el Estado de derecho, la violencia, en ninguna de sus fórmulas, ni en el hogar, ni entre adultos y menores, ni entre menores, nunca. Busquemos un protocolo, busquemos una comisión donde estén las regiones representadas, los entes educativos, los apoderados, busquemos un acuerdo, porque la violencia, no".

Esto lo justificó así: “Se los digo porque soy hijo de la violencia, me llamo como me llamo porque tuve dos padres y a uno lo mataron. Mi apellido es hijo de eso, tengo la edad del momento más violento de nuestra historia y mi padre creía en la protesta, era un revolucionario que creía en la lucha armada para derrotar a Pinochet. Y murió en combate. Eso que me produce un gran orgullo -su lucha armada contra la dictadura- yo no estoy de acuerdo para la democracia”, se extendió, antes de insistir con que “es fundamental ponernos de acuerdo en un protocolo; la violencia no es tolerable, no hay espacio, ninguno, porque en Chile, por muy mal que esté todo, hay un Estado de derecho y tiene que imponerse”.

Luego aseguró que no le parece “que debilitemos la organización social y sindical”, sumando que “los intermediarios de la sociedad son clave” y que prefiere entenderse con un centro de alumnos o sindicatos que con movimientos.

Derechos humanos

Casi sobre el final del conversatorio el candidato presidencial abordó los derechos humanos. “La historia es como la sombra, te persigue toda la vida, y por tanto tienes que asumirla. Y tenemos una cicatriz en la historia”, inició.

Luego contó a los presentes que tiene dos tíos que son detenidos desaparecidos. “Yo tengo solo dolor, no tengo odio, no tengo revancha, le doy la mano a Kast, a Kaiser, a Matthei, a Parisi. Doy por perdida la batalla porque en esta sala probablemente la mitad esté de acuerdo con ellos. Ya entendí que en Chile yo represento a apenas la mitad de los que no aceptamos los detenidos desaparecidos. En Chile la mitad cree que estuvo bien que mi tío estuviera desaparecido”, prosiguió.

Y añadió: “Lo que me preocupa es otra cosa: esta derrota en materia de derechos humanos, que hoy se trata de recuperar tarde y mal, hay que hacer algo muy audaz: todavía están vivos muchos de los que desaparecieron a esta gente y hoy nos dicen mucho a nosotros que tenemos ánimos de revancha porque no queremos liberar a unos militares que tienen 80 o 75 años. Que en la izquierda somos crueles, que por qué no hacemos un gesto y liberamos a equis”, expuso, antes de aventurarse con una idea.

“Yo digo ningún problema, yo Presidente de la República no quiero a alguien sobre los 70 años preso, es absurdo. Hay muchos países que dicen que después de los 70 años la cárcel es absurda, que hay criterios de humanidad. Solo pido que hablen, que colaboren y pidan perdón, porque ellos saben. Lo que pido es que nos pongamos de acuerdo en algo: todos los que están presos que digan dónde están, que digan dónde está mi tío, por decir algo. Solo eso, de ahí en adelante no tengo ningún problema, incluso liberar a quienes están de 70 o 75 años a terminar sus días, ya fueron condenados por la justicia, ya no hay discusión histórica: usaron el Estado para matar gente. Es un tema denso, pero se los quería expresar para que reconozcan mis valores”, se extendió en ese punto.

Tras ello le preguntaron por la figura de Augusto Pinochet, quien hace poco salió como una imagen valorada por los chilenos según Cadem. Al respecto, ME-O dijo que “el Estado y la democracia han decepcionado a los chilenos, que han votado por izquierda y derecha y nada ha cambiado, entonces la figura de un dictador es muy atractiva, porque queda la idea de que este sí que actuaba. Es mentira lo que quieren decir: la dictadura fue un desastre”, señaló, en referencia a aspectos sociales y económicos.

Educación

Además de otros temas, al inicio del conversatorio le preguntaron al aspirante a Palacio sobre la reforma educacional que se está llevando a cabo, donde se traspasan los colegios desde los municipios a Servicios Locales de Educación Pública (SLEP). Ya en su aventura presidencial anterior, Enríquez-Ominami había propuesto pausar el proceso, idea en la que ahora dijo querer insistir.

A mi los SLEP no me gustan, yo paralizaría esto. Suspender en el corto plazo, en el largo la verdadera reforma es construir un Estado docente”, dijo.

Asimismo, señaló como contexto que “se nos ha hecho creer que el tema de la educación es un tema de plata, por eso casi todos los ministros de Educación son economistas: (Nicolás) Eyzaguirre, (Sergio) Bittar, (Joaquín) Lavín, (Ricardo) Lagos, (Jorge) Arrate, (José Pablo) Arellano, y se me olvidan, porque estaba la idea de que el problema de este colegio, de este liceo, todo era plata”.

Además, instaló algunas ideas sueltas, como terminar con la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), prohibir celulares en las salas de clases o comentar que la inteligencia artificial en los colegios es una buena herramienta “como esclava, no como amo”.

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