
“No todos van a cumplir”: subsecretario de Redes sincera que el gobierno no alcanzará meta en listas de espera
Aunque Bernardo Martorell destaca una mayor productividad del sistema y releva que sí han logrado reducir los tiempos, las cifras siguen en niveles críticos: más de 2,2 millones de personas esperan una consulta de especialidad y más de 370 mil aguardan por una cirugía. Peor aun, hay establecimientos de salud donde la mediana supera el año.

Las listas de espera se mantienen como una de las principales piedras en el zapato no solo para el Ministerio de Salud, sino que para un gobierno que ha prometido incansablemente -hasta hoy- atacarlas y reducirlas.
Y es que las cifras, si bien muestran avances, no permiten suponer que la meta autoimpuesta por el Presidente Gabriel Boric en junio de 2023 de reducir a 200 los días de espera para cirugías se cumplirá. Este es el mismo plazo que en el gobierno se ponen como referencia para las consultas de especialidad cada vez que se informa sobre las listas de espera. Ese mismo plazo es el que al interior del Ejecutivo ya se empieza a asumir que no se cumplirá.
Al 31 de marzo de este año los datos alcanzan su punto más alto en cuanto a registros: 2.239.878 personas esperan una consulta nueva de especialidad —lo que equivale a 2.728.211 prestaciones— y 370.265 personas aguardan por una cirugía, correspondientes a 421.535 intervenciones pendientes. Por ejemplo, en marzo de 2022 eran 2.170.667 y 333.945, respectivamente.
“Se explica, en parte, porque hay más usuarios en Fonasa y también porque la población está más envejecida y presenta mayor complejidad. Hoy tenemos un millón y medio de afiliados más que hace algunos años, un 19% más de adultos mayores, y la proporción de personas con cinco o más enfermedades crónicas pasó de 10% a 17,6% en la última década”, intenta explicar Bernado Martorell, quien asumió como subsecretario de Redes Asistenciales a inicios de abril.
De hecho, el experto en salud pública recalca que lo importante para una persona no es con cuántos individuos más está en la lista, sino cuánto se demora en ser atendida. En ese contexto, destaca que aunque hay más personas aguardando, los tiempos se han mantenido estables y en algunos casos reduciendo, lo que demuestra que hay mayor productividad del sistema.
Pero a pesar de esto los 200 días siguen lejos: según el nuevo informe que el Minsal está obligado a enviar a la Cámara de Diputados y al Senado, entre marzo de 2021 (un año antes de asumir este gobierno) y marzo de 2025 la mediana de espera para una cirugía disminuyó en 241 días, pasando de 540 a 299, es decir, ahora se está 99 días por encima de la meta, con menos de un año de administración por delante.
Hubo meses, eso sí, en que se registraron tiempos más bajos. Por ejemplo, en enero la mediana fue de 291 días y cuando asumió este gobierno la mediana de espera era de 490 días, o sea la redujo en 191 días.
Mientras, para las consultas de especialidad, entre marzo de 2021 (aún en Piñera II) y marzo de 2025 la mediana bajó a 210 días, pasando de 476 a 266 en estos cuatro años, aunque cuando asumió esta administración estaba en 336. Es decir, se ha reducido en 70 días.
El tema es que la promesa de Boric en su segunda cuenta pública -reducir la mediana de espera a 200 días- sigue lejos de cumplirse.
En tal sentido, el subsecretario de Redes ahonda que hay cinco servicios de salud que sí han cumplido esta meta para las consultas de especialidad: Arica y Parinacota, Aconcagua, Concepción, Talcahuano y Osorno. Por el contrario, hay servicios de salud que incluso superan los 400 días y los casos con mayor mediana de tiempos de espera son el Metropolitano Norte, Antofagasta, Araucanía Sur, Tarapacá y Reloncaví. Mientras que para las cirugías solo dos servicios cumplen la meta: Talcahuano y Araucanía Norte.
En ese contexto, Martorell sincera que la promesa será difícil de cumplir: “Creo que muchos servicios van a cumplir, pero probablemente no todos, porque hay servicios que están muy críticos en presupuesto y en tiempo de espera. Entonces, esos son desafíos mayores”.
Es decir, el gobierno terminaría su mandato con hospitales que podrían demorarse hasta un año en entregar la atención.
Medidas
Pese a que los tiempos de espera han mostrado una tendencia oscilante en los últimos meses, el subsecretario defiende que se han implementado diversas medidas para sostener su reducción y mejorar la productividad del sistema. “Estamos tomando varias medidas. Dado que hay una meseta, esto habla de mejor productividad. A pesar de eso, estamos empujando los tiempos hacia abajo”, asegura.
Entre las acciones destacadas menciona la incorporación de herramientas tecnológicas -como el nuevo sistema de información de listas de espera (SICTE), la interoperabilidad entre plataformas, el portal del paciente, el visor ciudadano y la expansión del hospital digital, que permitió 1,2 millones de consultas el año pasado-, así como el fortalecimiento financiero de los servicios de salud.
“Trabajamos en el equilibrio presupuestario, con un suplemento de más de 350 mil millones de pesos para que puedan funcionar el resto del año. 21 servicios ya tienen presupuesto suficiente y con otros 7 estamos trabajando uno a uno”, detalla.
Además, enfatiza que se han implementado metas de gestión y producción, con foco en los casos más críticos, como los pacientes que superan el percentil 75 de espera.
Y concluye que “todas las esperas nos conmueven. En ningún caso estamos conformes con los resultados, y trabajamos todos los días para fortalecer nuestras redes de salud, asegurar los recursos que necesitan y, al mismo tiempo, exigirles mayor eficiencia y un mejor nivel de productividad”.
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