El ambiente al interior del Internado Nacional Barros Arana (INBA) está, derechamente, convulso, con solicitudes de renuncia que suman y siguen desde la llegada de Mario Desbordes (RN) a la alcaldía en reemplazo de Irací Hassler (PC). Primero fue la rectora María Alejandra Benavides. Ahora es el turno de cuatro inspectores.

“Es evidente la grave crisis que enfrenta el INBA y es urgente tomar decisiones de fondo”, dice de entrada el propio Desbordes.

Las “decisiones” a las que hace referencia el edil, dicho está, se resumen en dos grandes medidas administrativas. La primera ocurrió el 2 de julio, cuando se le pidió la renuncia a la entonces rectora Benavides -a cargo del INBA el día de la explosión que terminó con 35 estudiantes heridos- tras una mala evaluación de desempeño, según se justificó. Esta idea de desvinculación, en todo caso, había sido anunciada por Desbordes incluso antes de asumir.

La segunda decisión sucedió la mañana de este martes, cuando cuatro inspectores fueron desvinculados de la institución. Conocedores de las desvinculaciones señalan que les dejaron ver “falta de confianza” y que, coincidentemente, todos eran cercanos a la exrectora.

“Recibimos la educación pública de Santiago en condiciones muy lamentables, reflejo de un abandono total y de la falta de autoridad para enfrentar esta situación. Hoy, más que nunca, se requieren acciones concretas y oportunas que permitan abordar cuanto antes esta crisis, porque la educación pública es fundamental para los vecinos de Santiago”, asevera Desbordes.

Pero este es solo un capítulo más de una teleserie que comenzó hace un tiempo y que mantiene dividida a la comunidad, tanto estudiantil como de funcionarios.

De hecho, el despido se da apenas un día después de un comunicado elevado por los inspectores generales. De ellos, según fuentes conocedoras, hoy cuatro fueron cesados y uno trasladado.

Voces internas del establecimiento señalan no comprender la decisión. “Es como si se estuviera haciendo a propósito para generar un mal clima”, dicen.

En su comunicado los profesionales hacían mención a una nota que este domingo publicó La Tercera, en la que se daba cuenta del semestre al rojo que ha debido enfrentar Gonzalo Saavedra, el rector interino designado por Desbordes tras la desvinculación de Benavides.

“Nuestros medios formales para establecer coordinaciones se encuentran llenos de mensajes que rara vez son respondidos por el rector. Estas no respuestas son un hecho preocupante e inadecuado, porque cada situación que pueda presentarse conlleva un contexto diferente, en especial si se trata de “salidas” que implican niveles altos de violencia", dijeron, entre otras cosas, como que no han recibido respuestas a solicitudes de reuniones con Saavedra. En el escrito manifestaban, además, un “importante aumento de las manifestaciones violentas en estos tres meses”, correspondientes a los del interino al mando.

Con Saavedra al mando los hechos violentos se han seguido dando y en algunos casos intensificando, y su presencia genera división en la comunidad, tanto en estudiantes como trabajadores. Algunos no le perdonan haberse referido en un audio como “hueones con TEA” a parte de los alumnos, y otros recuerdan permanentemente que quedó tempranamente en el camino del concurso por ADP, que realiza una consultora externa, cuando Benavides fue la seleccionada.

La división en el INBA es tal que en el mismo reportaje de La Tercera se señalaba que el grupo de inspectores generales, que llegaron al INBA con la antigua rectora, además de su no coordinación, nunca aceptaron la salida de Benavides.