Desde inicios de semana que la decisión en la Unión Demócrata Independiente (UDI) parecía sólo una cuestión de tiempo: apoyar la idea del Partido Republicano de impulsar una destitución del gobernador RM Claudio Orrego (Ind.) tras un informe de Contraloría que detectó un presunto uso de recursos públicos en su campaña de reelección.

Eso se terminó de zanjar este jueves: los consejeros regionales de la UDI -Álvaro Bellolio, Nicole Aguilera, Pedro Pablo Herreros y Javier Ramírez- citaron para este viernes en la sede del partido a una pauta para referirse a “las acciones a tomar ante los casos asociados al gobernador Claudio Orrego”. Estas acciones, aseguran diversas fuentes consultadas por La Tercera, son, en efecto, el apoyo a la idea de Republicanos. De hecho, en la propia directiva del partido están al tanto de esa decisión de sus consejeros.

El documento del órgano contralor había revelado que el Gobierno Regional Metropolitano desembolsó más de $ 31 millones para una asesoría contratada con Vera y Asociados S.A., cuya finalidad era, supuestamente, el fortalecimiento institucional.

Apenas surgida esta información la tienda republicana lo apostó todo a buscar la cabeza de Orrego. Pero le faltaba el apoyo de al menos un consejero regional más: cuentan con 11 de los 34 consejeros y se necesitan 12 respaldos para impulsar el proceso en el Tricel. Por eso era clave el apoyo de otros. Y los ojos, indefectiblemente, se posaron en Chile Vamos.

Dentro de las colectividades -UDI y RN- los primeros siempre han estado más cerca de sumarse y los segundos se han declarado abiertamente en evaluación, hasta hoy. Los dos, eso sí, con el temor latente de repetir los fracasos de acusaciones constitucionales recientes. Por eso la tardanza en pronunciarse de forma definitiva.

Pero con el correr de las horas en la UDI comenzaron a decantarse por apoyar a republicanos. Sienten que hay motivos suficientes para impulsar la posible destitución, sobre todo después de haber escuchado los descargos de Orrego el pasado miércoles en el Consejo Regional, los que no convencieron. De hecho, fue todo lo contrario.

Este mismo jueves, de hecho, los llamados entre la UDI y Republicanos se dieron de forma permanente y, acorde a conocedores de esas conversaciones, ahí se dieron los acercamientos definitivos, los necesarios para dar las firmas a pesar de que el borrador del texto aún está trabajándose.

Un consejo cuesta arriba

A diferencia de su primer mandato, esta vez el gobernador de la RM, Claudio Orrego, enfrenta un Consejo Regional que no le es favorable.

Si entre 2021 y 2024 contó con una mayoría oficialista que facilitó la aprobación de sus proyectos, hoy la correlación de fuerzas se ha invertido por completo: la oposición —con 11 consejeros de Republicanos y 10 de Chile Vamos— tiene mayoría absoluta en el órgano que fiscaliza su gestión como gobernador metropolitano.

Esta nueva composición no solo ha cambiado el tono en los consejos previos a que la bomba de los convenios con ProCultura y el informe de Contraloría que revela con presuntos coaching con enfoque electoral, sino que abre por primera vez la posibilidad real de impulsar su destitución.

En este periodo, el Consejo Regional Metropolitano presenta un panorama completamente distinto al del periodo anterior. En contraste con los 8 cores que tenía Chile Vamos y la ausencia total de Republicanos en el ciclo 2021–2024, hoy ambos bloques suman 21 de los 34 escaños disponibles.

La actual mayoría opositora no solo permite bloquear iniciativas, sino también instalar ofensivas políticas de mayor intensidad, como la actual.

En el periodo anterior el oficialismo logró una mayoría relativa con al menos 18 consejeros afines, distribuidos entre el Frente Amplio (8), el Partido Comunista (5), el Partido Socialista (3), el PPD (1) y la Democracia Cristiana (1), lo que permitió sostener la gestión de Orrego durante todo su primer mandato.

Ahora la situación es completamente distinta. De los actuales 34 consejeros, solo 10 fueron reelectos desde el periodo anterior, lo que también modifica la disposición del órgano frente a la figura del gobernador.

Una señal concreta de este nuevo equilibrio es la activación —por primera vez con posibilidades reales de impacto— de la comisión de control regional, herramienta prevista en el reglamento del Consejo que fue solicitada por la jefa de bancada de RN, Valeria Ponti, en el último cara a cara que tuvo Orrego con el Consejo.

Frente a esto, el lunes de la próxima semana a las 10:00 se sortearán sus cinco integrantes, en una sesión clave liderada por la Comisión de Coordinación del consejo. La comisión nace con un mandato específico: fiscalizar los contratos firmados entre el Gobierno Regional y la consultora Vera y Asociados, en el marco de los 52 coaching cuestionados públicamente por sus montos y justificaciones.

Dentro de los cores de Chile Vamos, aseguran que, además de ocupar la experiencia cercana de la destitución de la exgobernadora de Coquimbo, Krist Naranjo, se aduce que la comisión será un factor clave para la solicitud de documentos y antecedentes para consolidar el texto que se ingresará en el Tricel.

Otro dato clave es que la discusión interna que se tiene entre cores es que, en caso de que se concrete una destitución, Chile Vamos obtendría la presidencia del Consejo Regional, a través del core y jefe de bancada, Álvaro Bellolio (UDI), debido a que fue la primera mayoría en la región capitalina.