Por Ignacia CanalesVirus respiratorios no ceden y mantienen positividad sobre el 50%: predomina la influenza
De acuerdo a los expertos, esta alza en plena primavera podría explicarse por la nueva naturaleza de los virus después de la pandemia y que la inmunidad que otorga la vacuna empieza a declinar. Con todo, advierten que los cuadros han sido leves.

Aún cuando los pronósticos del clima afirman que los termómetros alcanzarán los 32 grados durante estas jornadas, dejando así atrás la temporada más fría del año, aún hay un fantasma del invierno que atormenta a las personas: los virus respiratorios. De acuerdo a los especialistas, hay un alto volumen de consultas en los centros asistenciales.
Las cifras también coinciden. Según el último informe del Instituto de Salud Pública (ISP), de las 3.829 muestras estudiadas en los centros centinela, el 52% resultó positiva. De todas las patologías, la influenza A fue la más frecuente, con 774 casos (35,2%), especialmente en el grupo de entre 5 y 14 años. Le siguieron el rinovirus, con 573 casos (26,1%); parainfluenza, con 270 (12,3%); metapneumovirus, con 171 (7,8%); adenovirus, con 125 (5,7%), y Covid-19, con 119 (5,4%).
Frente a este escenario, Jorge Vilches, jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud, explica que “si bien cerca de 8 millones de personas ya están vacunadas contra la influenza, seguimos reiterando el llamado a protegerse con esta vacuna a quienes aún no lo han hecho. Es muy importante entender que el foco y el mayor riesgo en esta primavera lo tenemos en la influenza, que, dentro de la circulación viral, sigue teniendo una mayor preponderancia incluso más allá del invierno como se ha producido en las últimas semanas, alcanzando este virus el primer lugar en la circulación viral, con un 35% del total de virus circulando de la última semana epidemiológica”.
Pero ¿que provoca este aumento? ¿Es normal en esta época?
Alexis Kalergis, inmunólogo, académico UC y director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII), asegura que es un fenómeno que ya se ha visto antes.
“Este incremento de las infecciones respiratorias durante los meses primaverales se ha observado en años anteriores y también en el hemisferio norte, especialmente después de la pandemia de Covid-19, que generó cambios importantes en la estacionalidad de los virus respiratorios y que aún está en proceso de normalizarse”, señala.
Entre las razones que explicarían este incremento en esta época del año añade que “es posible que, al iniciarse tempranamente la vacunación contra este virus este 2025 en nuestro país -principios de marzo-, la inmunidad por esta vacunación ya haya comenzado a declinar, por lo que es importante que las personas de los grupos objetivos que no fueron vacunadas en el período que correspondía lo hagan a la brevedad, para reducir las posibilidades de incremento de casos”.
Este año la campaña de vacunación contra la influenza empezó el pasado 1 de marzo, buscando alcanzar la cobertura deseada de cara a la época más dura del invierno, y para finales de septiembre las autoridades daban cuenta que llevaban 8.100.000 dosis administradas, con un 77,78% de cobertura y con ocho de los 12 grupos objetivos con el porcentaje de vacunación logrado.
Balance en la red
Carlos Pérez, infectólogo y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián, afirma que “hemos estado viendo adultos que consultan por cuadros tipo influenza. Es decir, llegan a la consulta con escalofríos, fiebre, síntomas respiratorios, tos, gran decaimiento y que en muchos casos se han dado en contextos de infección o brotes familiares, con el niño que contagia a los papás o los abuelos, o viceversa”.
Eso sí, recalca que estas consultas no se han traducido en una carga muy pesada para la red: “En general son cuadros que obligan al reposo, pero que no han sido graves ni han requerido hospitalización. Naturalmente, las personas mayores o quienes tienen enfermedades crónicas están siempre expuestas a un mayor riesgo de complicaciones y de requerir hospitalización”.
De acuerdo a las cifras del ISP, en su mayoría, los casos de influenza A se concentran en niños y adolescentes de entre 5 y 14 años, seguidos por el grupo de 1 a 4 años. No obstante, también se detectaron contagios en personas mayores de 65 años. En tanto, el rinovirus -el segundo virus con mayor circulación- afecta principalmente a los menores de 1 a 4 años, y en menor medida, a los de 5 a 14 años.
El jefe de Epidemiología del Minsal recuerda que “la cartera sanitaria mantiene una vigilancia epidemiológica constante de los virus respiratorios que permite implementar medidas preventivas basadas en evidencia y de manera oportuna. En esta línea, reiteramos a la población mantener las medidas de autocuidado que ya conocemos: el lavado de manos frecuente; el uso de mascarilla al tener síntomas respiratorios, evitar aglomeraciones y cubrir nariz y boca con tu antebrazo al toser y estornudar”.
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