
Aprendiendo de Puerto Varas

El reciente sismo grado 6,5 en Copiapó pasó casi desapercibido, lo que deja en evidencia que, gracias a nuestra cultura y normas sísmicas, somos un país preparado y resiliente para enfrentar desastres recurrentes como los terremotos. Lamentablemente, no podemos decir lo mismo del megaincendio de Valparaíso y Viña de 2024. Su vergonzosa reconstrucción da cuenta que no estamos tan preparados para desastres socioambientales producto del cambio climático.
En este contexto cobra relevancia el caso del tornado que asoló Puerto Varas el 25 de mayo pasado, ya que son pocos los casos urbanos de los que sacar lecciones. Si bien el 2019 una tromba marina de similar categoría desoló el sector El Trébol, entre Talcahuano y Concepción, en el caso de la localidad lacustre el tornado atravesó en diagonal como si fuera “el dedo del diablo” por más de 12 km, afectando a 1.086 personas y una superficie de 83 hectáreas.
Tuve la oportunidad de visitar la zona el día siguiente y una semana después del tornado, y pese a lo compleja de la situación, es destacable la respuesta y capacidad de recuperación liderada por el alcalde Tomás Gárate, su equipo y la comunidad. A minutos de la tragedia se activó el Cogrid regional y comunal, se emitió el decreto de emergencia comunal, alerta roja y un despliegue integrado de Carabineros, Fuerzas Armadas, municipio y empresas de suministros, lo que llevó a que no se reportara ningún robo o saqueo.
Al día siguiente se activó el retiro de escombros, demolición de viviendas, catastro de hogares y emprendimientos, y se repusieron en un 87% los suministros críticos. Ese lunes llovió copiosamente, e incluso granizó, lo que acrecentaba aún más el sentido de urgencia.
A los tres días ya se había iniciado la entrega de materiales de construcción de emergencia y ayuda humanitaria; y al cuarto se cerró el catastro de Fichas Básicas de Emergencia FUBE y su validación con el MDS, así como la reposición total del suministro eléctrico y agua potable.
El jueves se dio por superada la etapa de emergencia y se pudo retornar a clases; y el viernes se procedió con el pago del bono de recuperación para hogares afectados, el envío de la solicitud de viviendas de emergencia con Senapred y la aplicación de la ficha MINVU para subsidios habitacionales definitivos. El 6 de junio ya se habían demolido todas las casas irrecuperables y entregado el 100% de las viviendas de emergencia.
A una semana del tornado, el municipio presentó el “Plan de Recuperación Pto. Varas se levanta”, con un catastro detallado de los daños: 378 edificaciones afectadas, 27 destruidas, y 202 muy o medianamente afectadas. Hay 110 emprendimientos afectados, 7 de ellos con pérdida total. El Plan incluye una cuantificación daños de 31.3885 millones de pesos y 6 líneas de acción para su recuperación: bienestar social, fortalecimiento institucional, restauración patrimonial, reactivación económica y turística, y reconstrucción habitacional e infraestructura pública.
Más allá de la excelente gestión de la emergencia, las tres lecciones que sacamos de esta tragedia fueron: la capacidad de contar con un catastro y plan de reconstrucción a la brevedad, el sentido de unidad y el llamado a la colaboración público-privada en el proceso. Todo lo que no se tuvo en Valparaíso, y que augura un mejor proceso para lo que será una dura, pero resiliente recuperación de una de las ciudades más bellas del país.
Por Pablo Allard, decano Facultad de Arquitectura UDD
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