Opinión

Chile converge

Chile converge

El último Encuentro Nacional de la Industria, realizado bajo la máxima Chile Converge: El futuro nos reúne, se realizó en medio de un cuadro que combina bajo crecimiento y una crisis de seguridad que deteriora expectativas y frena inversión. Ante ese escenario, vale la pena recordar que el país ya cuenta con varias bases comunes para avanzar. No todo parte de cero.

Luego de analizar diez estudios distintos, en Sofofa identificamos seis grandes Convergencias para Chile, un esfuerzo que ordena un diagnóstico compartido y delinea una hoja de ruta que nos permita volver a crecer al 4%. Uno de esos puntos es decisivo: la política exterior y comercial como un activo estratégico.

Durante 35 años, Chile construyó una apertura que lo posicionó como un país confiable y predecible. Hoy los envíos al exterior representan cerca de un tercio del PIB, los que en 2024 anotaron un récord al superar los US$ 100 mil millones. Las cifras de este año siguen la misma tendencia, con un crecimiento del 5,6% entre enero y octubre, según Subrei. Estos números no son casualidad: son el resultado de una política pública sostenida en el tiempo, pese al importante declive de las exportaciones como porcentaje del PIB.

Hoy, resulta fundamental potenciar el alineamiento permanente de nuestra política exterior y comercial con las oportunidades coyunturales. Esta es, de hecho, una de las convergencias identificadas por Sofofa y que promueve como un nuevo impulso exportador.

Puede sonar majadero, pero existe un claro alineamiento de “astros” en favor del cobre, litio, tierras raras, renio, molibdeno, yodo y otros minerales críticos, que posicionan a Chile como un socio global imprescindible en el marco de la transición enérgica y digital. Por otro lado, la diversificación es un objetivo más estratégico y necesario que nunca, con India, ASEAN y Medio Oriente emergiendo como mercados clave para dicha estrategia.

Por eso, más que elaborar diagnósticos, esta semana una delegación del sector privado chileno —incluyendo a Sofofa— está en Nueva Delhi acompañando las negociaciones para un CEPA moderno y comprehensivo con India.

El sector privado está trabajando para ser un aporte como un puente de continuidad frente al próximo cambio de gobierno, para que las nuevas autoridades puedan seguir potenciando esa estrategia diversificadora con toda la potencia de un fluido despliegue público-privado, desde el primer momento. Lo anterior, bajo el entendido de que las relaciones exteriores, incluyendo su aspecto comercial, son una política de Estado que trasciende la administración de turno.

El próximo gobierno enfrentará un entorno internacional más volátil, con tensiones geopolíticas y una competencia creciente por recursos estratégicos. Justamente por eso es importante poner sobre la mesa aquellas convergencias que sí existen. Chile tiene una oportunidad, pero también una responsabilidad: consolidar una política exterior que abra mercados, dé certezas y permita que el país recupere dinamismo. Es una condición para volver a crecer.

Por Rodrigo Yáñez, secretario general de Sofofa

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