Por Francisco MenesesUna Banca de Desarrollo a la luz de los Premios Nobel de Economía

La discusión sobre la creación de una banca de desarrollo en Chile —la Agencia de Financiamiento e Inversión para el Desarrollo (AFIDE)— se ha concentrado en detalles técnicos y debates coyunturales. Sin embargo, vale la pena volver a mirarla con perspectiva, especialmente a la luz de los Premios Nobel de Economía de los últimos dos años.
El propósito de la AFIDE es entregar garantías, créditos y apoyo a fondos de capital de riesgo para empresas que hoy no acceden al financiamiento. Esta agencia toma la Gerencia de Inversiones y financiamiento de la CORFO y la lleva a ser una agencia publica con altos estándares. Su misión no es competir con la banca o los fondos de inversión, sino a apoyarlos para corregir fallas estructurales en el acceso al crédito y al capital, que afectan a miles de empresas innovadoras.
El reciente Premio Nobel de Economía 2025, otorgado a Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt, destacó que la innovación es la principal fuente del crecimiento económico sostenido. Según su investigación, los países que crecen son aquellos que logran transformar la innovación en productividad, a través de políticas que promuevan la competencia, la inversión y la creación de conocimiento. En Chile, donde la productividad lleva más de quince años estancada, el desafío es evidente: sin financiamiento adecuado, no hay innovación posible.
La AFIDE es parte de la respuesta moderna a ese desafío. A través de un fondo de fondos, podría apalancar de forma eficiente los recursos públicos para llegar al segmento de empresas más dinámicas y tecnológicas, mientras que sus programas de garantías crediticias podrían movilizar más de un punto del PIB en nuevos créditos productivos. Del mismo modo, mediante créditos de segundo piso, la agencia podría apoyar sectores estratégicos como la transición energética o la digitalización de las PYMEs.
Pero el debate de fondo no es solo financiero, sino institucional. Como recordaron Daron Acemoglu y James Robinson, ganadores del Nobel 2024, las economías que prosperan son aquellas que desarrollan instituciones inclusivas: organismos que fomentan la participación, protegen derechos y promueven mercados competitivos e innovadores. Acá el concepto clave, es institución. AFIDE no es una nueva burocracia, sino una oportunidad para fortalecer la arquitectura institucional que apoya las empresas chilenas. Una entidad estable, profesional y de largo plazo, capaz de integrar instrumentos financieros y de trabajar junto a la banca, los fondos de inversión y los organismos multilaterales. Así funcionan las agencias equivalentes en Canadá, Inglaterra, Francia o Alemania, que combinan crédito, garantías e inversión en innovación bajo estructuras técnicas y autónomas.
Los emprendedores y emprendedoras de Chile merecen una institución estable, técnica y de largo plazo, que los acompañe en el mercado bancario y de capitales, en lugar de un conjunto de políticas dispersas, negociadas por cada gobierno y luego olvidadas. CORFO cumple un rol valioso en materia de subsidios, pero como servicio público no tiene la estructura ni el mandato para operar con la agilidad y autonomía que requiere el sector financiero.
Algunos sostienen que este no es el momento de crear una nueva institución. En realidad, llegamos tarde. El Mercado de capitales lleva 6 años sin IPOs y el Mercado bancario con un ratio deuda sobre el PIB que nos lleva a retroceder 13 años. El Proyecto de la AFIDE va en la dirección correcta para hacerse cargo de problemas estructurales del país y apoyar al sector privado para hacer crecer la economía. Este es parte del camino al desarrollo.
Por PhD. Francisco Meneses. Ex Gerente de Inversiones y financiamiento de la CORFO. Ex gerente de finanzas corporativas de Banco Estado.
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