Por José Miguel WilsonAcusación constitucional en el Senado: futuro de Pardow se tambalea entre el abismo y la salvación
A pesar de la aplastante derrota que sufrió en la Cámara por el error en las cuentas de luz, el exministro de Energía tiene un margen para revertir el libelo en el Senado. A su favor juegan las abstenciones, las ausencias y las consideraciones personales que podrían llevar a algunos senadores de oposición a votar en contra. El problema es que también hay oficialistas que podrían aprobar.

Con un pronóstico reservado, pero con una tenue luz de esperanza, llegará este martes al Senado el exministro de Energía, Diego Pardow (FA), quien fue acusado constitucionalmente por las bancadas de oposición por el error metodológico que derivó en un doble cobro inflacionario en las cuentas de la luz.
A ello se le sumó el problema de la empresa de transmisión Transelec, que alertó en octubre de 2024 sobre un error en la valorización de sus activos, que también incidió en un alza de las tarifas.
Ambos temas conforman los dos capítulos del libelo ingresado por los diputados de la UDI, RN, libertarios, Evópoli, republicanos, socialcristianos, demócratas, amarillos y el PDG, y que fue aprobado por una amplia mayoría en la Cámara: 80 votos a favor, 39 en contra y 16 abstenciones.
Sin embargo, en la Cámara Alta el escenario es menos adverso, con lo cual el desenlace aún es incierto. Los senadores están divididos y el alineamiento de la oposición y el oficialismo es más difuso. Probablemente habrá votos cruzados. Además, hay varios parlamentarios en reflexión.
Desmarques
De hecho, hay cuatro senadores de oposición que, bajo reserva de identidad, admiten que -en principio- no están por aprobar la AC, pero a su vez, hay alrededor de cinco legisladores aliados del Ejecutivo sobre los que existen dudas respecto de su voto, o que derechamente respaldarán la presentación.
Así, hay señales que permiten anticipar que el senador Pedro Araya (PPD) podría votar igual que su hermano, el diputado Jaime Araya (independiente PPD), quien aprobó el libelo.
La misma duda genera la postura que asumirán los senadores del comité Independiente-Federación Regionalista Verde Social, Alejandra Sepúlveda (independiente) y Esteban Velásquez (FREVS), ya que el exabanderado de esa colectividad, el diputado Jaime Mulet (FREVS), también votó a favor y será uno de los legisladores que defenderá la acusación en el Senado. No obstante, más que el factor Mulet, los hechos son los que complican a esta bancada.
Entre los socialistas, señalan que el senador Fidel Espinoza (PS), quien regresa este lunes de un viaje oficial, es otra de las incógnitas, ya que siempre ha tenido una visión crítica del gobierno y del Frente Amplio, partido donde milita Pardow.
La posición de la senadora Fabiola Campillai (independiente) igualmente es un misterio.
A ellos se suma el independiente Karim Bianchi, quien si bien no ha adelantado cómo votará, la semana antepasada arremetió con dureza contra el extitular de Energía, a quien acusó de “mentirle al país”. El padre del senador, el diputado Carlos Bianchi, fue uno de los que aprobaron el libelo.
Para agregarle más suspenso al resultado, hay un viaje programado de dos senadores, que hasta el momento no estarán presentes: Felipe Kast (Evópoli) e Iván Flores (DC).
El punto es que el libelo para ser aprobado requiere, necesariamente, 26 votos de los 50 senadores, salvo que alguno de los viajeros pida permiso constitucional. Ahí baja el quórum a 25 votos. De todos modos, a favor del exministro juegan las abstenciones, las inhabilidades y las ausencias.
Con todo, basta que se apruebe solo uno de los dos capítulos del AC para que Pardow quede inhabilitado de ejercer cargos públicos por cinco años, independientemente de que el Presidente Gabriel Boric ya haya hecho valer la responsabilidad política de los hechos pidiéndole la renuncia.
Revancha UDI y antifrenteamplismo
En medio de este escenario, hay dos factores que complican las chances del exsecretario de Estado.
Aunque la fundamentación jurídica genera ciertas dudas, los hechos aludidos en el escrito son considerados graves por la mayoría de los senadores de oposición. En todo caso, en la misma derecha hay quienes admiten que el factor humano complica la decisión que deben adoptar, debido a que estiman que Pardow ya “pagó” de algún modo con su renuncia, por lo que el libelo solo tendría como efecto una “muerte civil” por los próximos cinco años.
En la misma contestación que envió el extitular de Energía, además de sus descargos jurídicos y políticos, apeló a esa consideración humana. “Es del todo relevante informar, que previo a mi incorporación al gabinete del Presidente de la República, ejercí como profesor titular de la Universidad de Chile, cargo académico que he desarrollado por más de una década y que es mi deseo volver a ejercer. De acogerse la presente acusación, se me impediría continuar desempeñando dicho rol docente, una labor que es mi vocación, que deseo desarrollarla en mi alma mater”, planteó en su respuesta.
Al respecto, la bancada de la UDI, integrada por 9 senadores, es una de las que tienen la mirada más estricta. Para el gremialismo, la izquierda y la centroizquierda no tuvieron clemencia contra el exministro del Interior Andrés Chadwick (ex UDI), quien ya había salido del cargo por su responsabilidad en el manejo del orden público durante el estallido social de 2019.
Además, recuerdan que Pardow, cuando era director de la ONG Espacio Público, tuvo un papel crítico contra el segundo gobierno de Sebastián Piñera, en el manejo de la pandemia.
Un senador gremialista, a título personal, admite que está complicado -por tenerle estima al acusado-, pero agrega que “por qué razón debiera inmolarme” ante la presión pública, cuando los mismos diputados del oficialismo ya condenaron al exministro en la votación en la Cámara.
Esa fue una derrota dolorosa que golpeó anímicamente a La Moneda, ya que 14 diputados presuntamente aliados del Ejecutivo, estuvieron dentro de los 80 votos a favor. Si 13 de ellos se hubieran abstenido, Pardow se habría salvado.
En el gobierno y en el oficialismo creen que el mal sabor que dejaron las elecciones, donde algunos resultaron derrotados, puede haber incidido. Pero además, de fondo, ven una enemistad no declarada de algunas tiendas oficialistas en contra del Frente Amplio, lo que indirectamente perjudica al acusado.
Pesar en el oficialismo
El martes pasado, el exsecretario de Estado abandonó el Congreso, visiblemente afectado, luciendo lentes. Según algunas versiones, ese día hubo lágrimas en una reunión íntima con varios ministros y asesores, que se realizó al final de la jornada, en la oficina de la Secretaría General de la Presidencia, ubicada a un costado de la Cámara.
Incluso, si no hubiera sido por el despliegue de La Moneda, el resultado habría sido peor, pues lograron dar vuelta algunos votos por abstenciones e influir en que otros diputados se ausentaran con sus respectivos pareos de la oposición, entre ellos Karol Cariola (PC), quien siempre fue la mayor detractora de la gestión Pardow en el Congreso.
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