
Boric, el gran ausente de la campaña presidencial oficialista
La figura del Presidente no fue clave en ninguna de las cuatro candidaturas del oficialismo. Salvo en el FA, imposibilitado de distanciarse del principal militante de sus filas, el resto de abanderados tomó distancia del gobierno.

Las políticas de seguridad, el acuerdo con Soquimich, la inexperiencia de los primeros meses en el poder y el manejo de la denuncia de índole sexual en contra del exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve.
Esas fueron algunas de las materias por las que los candidatos presidenciales del oficialismo sacaron a la palestra al gobierno del Presidente Gabriel Boric durante la campaña.
Aunque lo que se juega este domingo es la continuidad del gobierno frenteamplista, Jeannette Jara (PC), Carolina Tohá (PPD), Gonzalo Winter (FA) y Jaime Mulet (FRVS) hicieron un despliegue de campaña evitando exacerbar la figura del Presidente Gabriel Boric. Tuvo solo apariciones fugaces en algunas de las franjas.
Todas las referencias se dieron con un tono crítico al Ejecutivo, en línea con la estrategia de los candidatos de distanciarse del gobierno para así abrazar un electorado que vaya más allá del 30% de respaldo base con el que cuenta la administración de Boric.
Las referencias a la gestión de gobierno y al Presidente se usaron solo para resaltar algunos logros como la ley de 40 horas y la reforma de pensiones, que Jara citó varias veces. Tohá, en tanto, hizo mención a la agenda de seguridad, pero recalcando más bien su propio manejo frente al Ministerio del Interior.
Así, Boric se convirtió en una figura de bajo protagonismo en la primaria que promovió. Primero animando a Tohá a competir y luego gestionando la integración de una carta de su partido, el FA. Luego, el Presidente decidió apostar por una estrategia de total prescindencia pública.
Dicho mensaje fue transmitido con fuerza por el propio Mandatario, quien difundió ante sus ministros la idea de no inmiscuirse en los temas de campaña y seguir trabajando enfocados en las labores del Ejecutivo. Esto lo llegó a hacer en un consejo de gabinete y en otras actividades.
Su ausencia fue acompañada de un mensaje público del propio Jefe de Estado, quien dijo que no tiene un candidato preferido.
El domingo el Presidente tampoco tendrá un rol protagónico en la jornada. Votará en Magallanes y retornará el mismo día a Santiago para monitorear los resultados, pero no desde Palacio, sino que desde su casa para estar junto a su pareja y su hija recién nacida.
Las señales de prescindencia de Boric, según una fuente de gobierno, buscaron evitar suspicacias en su partido, donde saben que la apuesta de continuidad del Mandatario era Tohá, a quien le dio la oportunidad de abandonar el Ejecutivo con una gran puesta en escena y una ceremonia en horario prime.
La PPD pudo salir del gobierno con un mensaje en el patio de Los Naranjos y en la plaza de la Constitución.
Este diseño fue resentido por el entorno de Winter y Jara. Si bien esta última también abandonó el gobierno en solitario, lo hizo tras presentar su renuncia un lunes a primera hora de la mañana y con una ceremonia de cambio de gabinete con las mismas características.
Durante la campaña, Boric estuvo en contacto con todos los candidatos. Mantuvo su diseño de no involucrarse públicamente y todas las gestiones que hizo fueron privadas. Una de ellas fue una conversación que tuvo con el gobernador de Valparaíso, el independiente Rodrigo Mundaca.
La autoridad regional llegó a amenazar con una candidatura presidencial propia si es que gana Tohá, y generó revuelo en el oficialismo. Ante esto, Boric le solicitó, según dio a conocer el propio gobernador, que se reuniera con todos los abanderados presidenciales –solo lo hizo con Jara y Winter– y que llamara a votar en las primarias de este domingo.
En la misma línea, el Mandatario mandató a sus ministros a instalar la idea de que su gobierno entiende las estrategias de diferenciación, pero que para ejercer este diseño es necesario cuidar el tono.
El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, es quien se ha encargado de aterrizar ese mensaje a los partidos durante la reunión del comité político ampliado, que se realiza todos los lunes en La Moneda.
Allí, por ejemplo, el pasado 16 de junio, llamó a cuidar el tono en medio del duro enfrentamiento entre Tohá y Winter. Esa disputa se dio por dos piezas de la franja televisiva del frenteamplista, donde criticó a la ex-Concertación que hoy respalda a la líder del Socialismo Democrático.
Una semana después, el 23 de junio, Elizalde replicó, en la misma instancia, el mismo mensaje. Eso sí, en esa ocasión el titular del Interior se concentró en que la intención del gobierno es proyectar la unidad del sector el mismo domingo en la noche, pese a todas las diferencias que se muestran en la campaña.
Ayer, el ministro socialista apuntó por última vez en esa dirección, en una actividad en el Estadio Nacional: “Independientemente del afán de diferenciación, tiene que existir un lenguaje de respeto recíproco entre todos los sectores. (...). El día domingo, todos quienes participen de este proceso de primarias deben estar detrás de la opción ganadora”.
El diseño de los candidatos
Si bien al gobierno le preocupó el tenor de la campaña en la recta final, fue el propio Boric quien intentó desdramatizar las diferencias políticas entre los abanderados y las críticas a su gestión.
A inicios de junio, por ejemplo, planteó -en entrevista con CNN- que “está bien que haya debate, que haya aspereza. Es evidente que tienen el deber de diferenciarse en algo”.
Para esas fechas los abanderados del oficialismo ya estaban usando como estrategia cuestionar la gestión del gobierno. En el caso de las candidatas Tohá y Jara, exministras, prácticamente apuntaron al Ejecutivo solo para realzar los avances conseguidos bajo sus propias gestiones en las carteras que les tocó liderar.
Así, Tohá recalcó los proyectos de ley que lograron aprobar en el Congreso en materia de seguridad, mientras ella ejerció como titular de Interior. Durante la campaña esto llegó a ser valorado incluso desde la derecha por la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, quien relevó el acuerdo de la otrora alcaldesa de Santiago con el expresidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI).
Esa misma agenda fue criticada en varias ocasiones por Jara, quien cuestionó la “actitud” de Tohá en la campaña y su “autocomplacencia” al abordar los temas de seguridad. La exministra del Trabajo, por otro lado, puso en la primera línea de su campaña su agenda laboral, que se concentró principalmente en sacar adelante la reforma de pensiones.
Mulet también buscó hacer propio un logro del gobierno, al indicar, en reiteradas ocasiones, que él fue el autor del proyecto de royalty minero. El diputado regionalista, además, protagonizó una de las principales defensas a Boric, en el marco del debate organizado por La Tercera y radio Duna, donde Jara trató de “cándido” al gobierno por cómo enfrentó el acuerdo con SQM.
“No acepto el título en esta materia de cándido, ni tampoco acepto que al Presidente de la República se le considere cándido en este acuerdo”, dijo Mulet.
El único que se vio imposibilitado de usar la estrategia de diferenciación de Boric fue Gonzalo Winter, amigo del Presidente y representante de la colectividad en la que milita el Mandatario.
A lo largo de su campaña, el diputado realzó en distintas ocasiones los logros del gobierno en general y defendió al Jefe de Estado en diferentes debates.
En su equipo de campaña también participaron figuras muy cercanas a Boric. De hecho, el principal estratega electoral fue Felipe Valenzuela, amigo del Mandatario, quien abandonó el Segundo Piso de La Moneda para desembarcar en el comando de Winter.
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