Cámara aprueba acusación contra Pardow y su destino queda en manos del Senado
Si bien el resultado no era sorpresivo, los 80 votos a favor, 39 en contra y 16 abstenciones, con los que fue aprobado el libelo, igualmente golpearon anímicamente al Ejecutivo. Hubo 14 desmarques de aliados del gobierno. Pese a ello, hubo señales esperanzadoras para el exministro, ya que una parte de la oposición se restó de la sesión.

Tras la votación y las ruedas de prensa, el extitular de Energía, Diego Pardow (Frente Amplio), junto a su abogado Francisco Cox y varios ministros se congregó en la oficina de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), ubicada a un costado de la sala de la Cámara, para hacer análisis íntimo de la jornada.
En la cita participaron los ministros del Interior, Álvaro Elizalde (PS), de la Segpres, Macarena Lobos (indep.), de Hacienda, Nicolás Grau, de la Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo (PC) y de la Mujer, Antonia Orellana (Frente Amplio), quien fue una de las últimas en sumarse.
El ambiente era triste. Si bien el resultado no era sorpresivo, los 80 votos a favor, 39 en contra y 16 abstenciones con los que fue aprobada la acusación constitucional presentada por la oposición contra Pardow, igualmente golpearon anímicamente al Ejecutivo.
El exministro se retiró luciendo lentes oscuros, visiblemente afectado, acompañado de algunos asesores y excompañeras de gabinete. Particularmente emocionadas se veían las ministras Orellana y Lobos.
Aparentemente en la reunión a puertas cerradas, hubo algunas lágrimas por el resultado que deja al exsecretario de Estado al borde de quedar inhabilitado de ejercer cargos públicos por cinco años, independientemente de que el Presidente Gabriel Boric ya haya hecho valer la responsabilidad política pidiéndole la renuncia por los errores en las cuentas de la luz.
El libelo acusatorio había sido presentado por todas las bancadas de oposición (UDI, RN, libertarios, Evópoli, republicanos, socialcristiano, demócratas, amarillos y el PDG) a raíz del error metodológico que aplicó un doble cobro inflacionario. A ello se le sumó, además, el problema de Transelec en 2024, que alertó un en octubre de 2024 un error en la valorización de sus activos, que también incidió en un alza de las tarifas.
Aunque igual hay una esperanza de que el Senado actúe con un criterio distinto, lo más enojoso para La Moneda era que entre los votos a favor de la acusación había 14 diputados de partidos de gobierno o bien de grupos aliados.
Entre ellos había dos independientes asociados a la DC, Mónica Arce y Felipe Camaño. También aprobaron Jaime Araya (ind. -PPD), Carlos Bianchi (ind. -PPD); los liberales Alejandro Bernales y Sebastián Videla (indep.); los humanistas Ana María Gazmuri y Tomás Hirsch;los radicales Marcela Riquelme (indep.), Tomás Lagomarsino y Cosme Mellado; los representantes de la Frevs, Jaime Mulet, René Alinco (indep.) y Hernán Palma (indep.).
Varios de ellos no habían logrado la reelección. Sin embargo, a juicio del análisis del oficialismo, varios de estos votos tenían un componente político de rechazo al Frente Amplio.
Despliegue de ministros
Si bien la suerte de Pardow, ya estaba echada al menos hace dos semanas, La Moneda hizo un último esfuerzo con el despliegue de casi todos los ministros del comité político, que llegaron temprano al Congreso para acompañar a su excompañero de gabinete en el juicio constitucional iniciado en su contra por la oposición.
El escenario para el exministro era complicado porque, incluso antes de las elecciones, una veintena de diputados afines al Ejecutivo estaban por aprobar la acusación.
Pasadas las 9.30 ya estaban en la Cámara, Elizalde, Lobos, Grau y Delpiano (PPD). Vallejo (PC), fue una de las últimas en llegar.
La decisión del Ejecutivo era mostrar que, al menos, un militante de las principales colectividades del gobierno estuviera en la sala para dar un respaldo simbólico a Pardow y desplegarse con el fin de convencer a indecisos y dar vuelta a quienes ya se habían manifestado a favor del libelo.
Aunque la ministra Orellana (Frente Amplio) fue la única integrante del comité político en no apersonarse inicialmente en el hemiciclo, en el mismo gobierno justificaban su ausencia por el hecho de que el frenteamplismo gubernamental ya estaba representado por Grau. Ella, en todo caso, se sumó al final.
Al margen de la ausencia de Orellana, para el gobierno era más importante el papel de la ministra Vallejo (PC), quien según algunas fuentes gubernamentales, se había mostrado reticente a hacer vocerías en apoyo al acusado.
En el Partido Comunista el ambiente estaba particularmente revuelto, con señales a favor de la acusación y declaraciones desestimando la presentación. Esa zigzagueante postura era muestra de que no había claridad respecto de cómo votar.
Sin embargo, la mayoría del PC decidió rechazar. Incluso, para el caso de la diputada Karol Cariola, quien siempre fue la más crítica de la gestión de Pardow, se encontró una salida alternativa: este miércoles figuraba como pareada con el diputado Enrique Lee, por lo tanto, con ello se marginó de la votación.
El grupo PPD-Independiente era otro flanco complicado. Cuando comenzó la sesión, la ministra Delpiano se acercó a conversar con el diputado Raúl Soto (PPD), uno de los que estaba en duda, pero más inclinado para aprobar la acusación. En este comité, que integra a nueve legisladores, había al menos tres apoyos declarados al libelo (Jaime Araya, Carlos Bianchi y Camila Musante) y tres dispuestos a votar en contra. Los tres restantes estaban en duda. A la hora de las intervenciones, la diputada Musante no despejó las dudas. Si bien criticó a Pardow, no fijó cómo sería su voto definitivo o el de su bancada. Al final, ella se abstuvo.
Durante la mañana, en todo caso, la ministra Lobos era una de las más activas. Sostuvo conversaciones con legisladores liberales, radicales y democratacristianos que mayoritariamente estaban a favor del libelo. La secretaria de Estado, en todo caso, ya venía realizando gestiones desde inicios de semana, lo que sirvió para que algunos miembros de estas bancadas cambiaran su voto de aprobación del libelo a una abstención, lo que igual beneficiaba al exministro.
En el caso del PS, tarea que le correspondía a Elizalde, ya ayer sus diputados tenían decidido rechazar el libelo o abstenerse.
Si bien el despliegue del comité político acortó las cifras holgadas que tenía la acusación la semana pasada, del orden de 90 a 100 votos a favor, el esfuerzo fue insuficiente para dar vuelta el resultado adverso.
No obstante, hubo señales esperanzadoras para Pardow. La derecha ya no estaba tan monolítica detrás de la acusación. Hasta la semana pasada, la orden de las bancadas de oposición era estar presentes sin ninguna excusa. Pese a ello, el oficialismo logró parear a ocho de sus diputados (que estaban por aprobar, pero optaron por restarse de la sesión) con ausencias opositoras. Incluso, hubo una inasistencia más de la oposición, porque Pamela Jiles (PDG) y Andrés Jouannet (Amarillos), que supuestamente estaban apoyando el escrito, se ausentaron e inscribieron un pareo sorpresivo entre ellos.
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