
De críticas al Minsal a explicaciones por actualizaciones: reacciones parlamentarias por vacunas vencidas contra la influenza y el Covid-19
Entre 2021 y 2024 se han vencido 5.054.201 dosis. De ellas, 3.078.385 eran contra el coronavirus y 1.975.816 contra la influenza.

Críticas a la labor del Ministerio de Salud (Minsal) y explicaciones respecto a las actualizaciones en los procesos de vacunación fueron algunas de las reacciones que provocó el dato dado a conocer esta semana respecto a vacunas vencidas para el Covid-19 y la influenza: entre 2021 y 2024 más de 5 millones de dosis caducaron durante el período.
En concreto, entre 2021 y 2024 se han vencido 5.054.201 dosis, según cifras dadas a conocer por Ley de Transparencia. De ellas, 3.078.385 eran contra el coronavirus y 1.975.816 contra la influenza.
Las cifras se dan a conocer luego que durante las semanas anteriores se supiera la cifra de dosis pérdidas durante el 2024 contra la influenza: 1,2 millones de vacunas. Lo anterior llevó a Contraloría iniciara una investigación especial por este caso.
Por ello, este medio consultó a distintos miembros de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados respecto a las cifras de dosis caducadas contra el Covid-19 y la influenza entre el 2021 y 2024.
Reacciones
Para la presidenta de la instancia, Helia Molina (PPD), el tema “es motivo de análisis en el sistema de compra de vacunas”. Sin embargo, también detalló que “siempre hay un porcentaje de merma que se da de forma natural” y que a pesar de las pérdidas “Chile destaca a nivel mundial con excelentes índices de vacunación junto a países como Japón, Estados Unidos y Reino Unido, lo que ha sido reconocido por la OMS”.
“Me parece bien que se investigue y se transparenten las cifras, pero no olvidemos que esto parte en 2021, que corresponde al gobierno anterior, por tanto no es responsabilidad de esta administración, y el año 2023 la vacuna Covid tuvo una actualización, lo que hizo que un porcentaje no se aplicara privilegiando la nueva vacuna, lo que influyó también en los porcentajes de caducidad”, explicó la diputada.
Molina también enfatizó que el Ministerio de Salud debe asegurarse de comprar la cantidad necesaria para tener “la certeza de que no va a faltar y partiendo de la premisa que todos se vayan a ir a vacunar”. Por ello, resulta necesario evaluar factores pospandémicos y aquellos que evalúan el éxito de una campaña de vacunación.
“Yo creo que el país tiene experiencia en campañas de vacunación y creo que se ha hecho lo correcto, pero siempre está la posibilidad de hacerlo mejor”, concluyó quien fuera también ministra de Salud durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.

El diputado Hernán Palma (FRVS) explicó que el porcentaje de vacunas vencidas equivale a un 3,6% del total de vacunas colocadas. “Hay que decir que entre 2021 y 2024, por concepto de Covic-19 y de influenza se han colocado aproximadamente 96 millones de vacunas“, señaló Palma.
Respecto a las razones detrás de estas cifras, explicó que “la causa principal de esta comillas pérdida se debe a la innovación constante en materia de vacunas que va dejando en la obsolescencia las compras anteriores y esto es difícil de manejar”.
Por otro lado, Palma también detalló que organismos internacional han sugerido que estas vacunas pudieran donarse a países con falta de insumos, pero que aquello no pudo concretarse porque las autoridades sanitarias buscan proveer a la población en riesgo “las alternativas más innovadoras, las que te aseguran realmente una protección efectiva de la comunidad”.
Más crítico con las cifras resultó el diputado Tomás Lagomarsino (Radical), quien cargó contra la Subsecretaría de Salud Pública por el vencimiento de las dosis contra Covid-19 y la influenza.
“Yo espero que hoy día hayan respuestas claras respecto a Contraloría sobre cómo se desarrollaron estos procesos y si efectivamente se respetó el principio de la eficiencia en el uso de los recursos fiscales, producto de que no estamos para desperdiciar los recursos equivalentes a 5 millones de vacunas que se vencieron, estamos para optimizar el uso del recurso y que cada peso sea bien invertido”, explicó.

También emplazó al Minsal Andrés Celis (RN), quien enfatizó que la cifra por si sola debería “encender las alarmas” en el ministerio.
“No estamos hablando de un error puntual, sino de una falla estructural en la planificación y supervisión del Ministerio de Salud. Esto constituye algo sumamente grave. Como miembro de la Comisión de Salud me preocupa profundamente que no existieran controles eficaces para evitar este nivel de desperdicio”, emplazó el diputado.
“La subsecretaría de salud pública tenía la responsabilidad de anticiparse, de resguardar los recursos del Estado y sobre todo la seguridad de las personas. Lo que sucedió fue parte de una investigación y una gran negligencia, la cual no se puede volver a repetir”, concluyó sobre el asunto.

La diputada María Luisa Cordero (Indep.-RN) calificó el hecho de “negligente y nefasto”. “Eso puedo decir por el actuar de las autoridades del Minsal frente a las dos de vacunas vencidas de Covid e influenza”, añadió.
“Da bastante rabia e impotencia que este Gobierno no haga nada frente a este grave problema y empañe todo lo realizado durante la pandemia, donde Chile fue destacado por la OMS en el proceso de vacunación contra el Coronavirus”, sumó la parlamentaria.
Siguiendo esa línea, ahondó en su molestia al señalar que “hace bastante tiempo oficié de este tema y hasta la fecha no he obtenido ninguna respuesta clara del mal manejo que tenemos hoy en día al interior del Ministerio de Salud”.
Más escuetamente, Agustín Romero (Republicanos) señaló que la cifra de vacunas vencidas “no es sólo un error logístico, sino una muestra más de improvisación e irresponsabilidad con fondos públicos en una cartera crítica”.
“En un país con listas de espera, hospitales colapsados, falta de acceso a medicamentos, la pérdida de más de un millón de vacunas por mala gestión es un escándalo que no puede quedar impune”, agregó al respecto.

Para la diputada Danisa Astudillo (PS) no se trata solamente de una falla administrativa, sino que “representa un daño directo al derecho a la salud”.
“Más que explicaciones basadas en errores de registro, lo que se necesita con urgencia es un plan de acción claro: auditorías, trazabilidad efectiva y un compromiso real para que cada peso y cada dosis sean bien utilizados”, señaló la parlamentaria respecto a las acciones para buscar una solución y evitar en adelante el problema.
“En un país con tantas necesidades en salud —hospitales saturados, listas de espera interminables, falta de especialistas— resulta francamente inaudito que ocurran estas situaciones. No podemos normalizar el despilfarro de recursos públicos tan sensibles“, agregó al respecto.

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