
El repliegue estratégico de Frei en medio del difícil momento de la DC
A pesar de que una y otra vez levantan su nombre como posible presidenciable, el exmandatario, que mantiene una distante relación con su partido, optó por mantenerse al margen de la disputa interna sobre la elección a La Moneda. Ya transmitió que no se pronunciará sobre la contingencia sino hasta después de la segunda vuelta.

El miércoles 23, antes de las ocho de la mañana, un grupo de expresidentes del Partido Demócrata Cristiano se reunieron en el departamento del exdiputado Juan Carlos Latorre, en la zona oriente de Santiago, para afinar el texto de una carta pública de respaldo a la conducción del actual timonel, Alberto Undurraga. Esta llamaba a la militancia DC a no plegarse a la candidatura presidencial del oficialismo, encabezada por la comunista Jeannette Jara.
A la cita convocada sólo tres días antes de la junta nacional de la colectividad, en la que se zanjaría el tema presidencial, no llegó Eduardo Frei Ruiz-Tagle. La ausencia del único exmandatario democratacristiano que está vivo y activo llamó la atención, más aún en medio de la fuerte fractura que atraviesa la colectividad.
Dos meses antes, cuando recién comenzaba a activarse el grupo de expresidentes del partido de la flecha roja, Andrés Zaldívar y Juan Carlos Latorre hablaron con Frei para invitarlo a participar en estas reuniones.
La respuesta de Frei fue categórica. “No me metan en contingencia”, les dijo a quienes, hoy por hoy, son dos de sus vínculos y puentes más estrechos con un partido al que dedicó gran parte de su vida y al que no está dispuesto a abandonar, pese a la fuerte desafección que ha sentido de parte de amplios sectores de sus camaradas.
Desde entonces, Frei se ha mantenido al margen del debate y optó por no asistir a los encuentros en que los personeros de la DC analizaban cómo afrontar las próximas presidenciales. Pese a que comparte varios de los argumentos esgrimidos por los demás extimoneles de la DC para negar el apoyo a Jara, optó por no involucrarse directamente en la confrontación interna.

Frei no quiere quemarse esta vez, señalan algunos dirigentes falangistas que han estado en contacto con el expresidente, al explicar por qué se ha mantenido al margen del debate y no ha estado disponible para asumir un rol más activo, como el que sí ocupó en 2022 frente al plebiscito de salida de la primera propuesta constitucional.
En esa ocasión, el exjefe de Estado se enfrentó directamente con la posición adoptada por la mayoría de la junta nacional -que zanjó apoyar la nueva Constitución con el 63,5% de los votos- y la mesa directiva DC, liderada por entonces por el alcalde de La Granja Felipe Delpín, y llamó públicamente a rechazar el texto de la Convención Constituyente por estimar que “tenía discrepancias insalvables con varios contenidos de esa propuesta”. El rol de Frei esa vez provocó molestia en la centroizquierda e incluso llevó a un grupo de militantes democratacristianos a solicitar al Tribunal Supremo de la colectividad que lo sancionara con la expulsión del partido.
Aunque la solicitud fue desestimada por el órgano disciplinario de la DC, la relación de Frei con el partido quedó lastimada. Al año siguiente, sectores de la DC volverían a pedir sanciones en contra del exmandatario por haber llamado a votar esa vez a favor del segundo texto constitucional propuesto por la asamblea liderada por el Partido Republicano, y en 2024 hubo una nueva ofensiva por expulsarlo del partido, luego de que Frei apoyara la candidatura a alcalde de Osorno del independiente Jaime Bertín, quien competía contra la candidatura oficial de la DC, representada por Emeterio Carillo.
“Él siente que su rol ahora es distinto, que puede aportar más desde otra posición, defendiendo una política que busque acuerdos y no la confrontación, que deje fuera a los extremos, que propicie entendimientos que retomen la senda del crecimiento y del desarrollo económico, que fortalezca la inversión y ejecución en obras de infraestructura, de una política que siga abriendo mercados para Chile”, señalan cercanos al expresidente.
“Frei es una figura que convoca en torno a iniciativas que son transversales, que son necesarias, independiente del color político del gobierno que venga. Frei no está interesado en arriesgar ahora ese capital, su capacidad de representar a un amplio mundo de gente que ve la urgencia de sacar adelante obras de infraestructura que son tan necesarias para el desarrollo económico del país, como son grandes obras portuarias, iniciativas en el ámbito de las energías, telecomunicaciones y obras hidráulicas”, remarcan en relación al papel que desempeña hoy Frei como presidente del Consejo para la Infraestructura (CPI), un centro público y privado en el que participan más de 300 representantes de los más diversos sectores y cuyo objetivo es estimular el desarrollo de acuerdos de largo plazo para viabilizar proyectos de infraestructura. Eso, además de su trabajo como embajador especial de Chile para el Asia Pacífico y el Oriente Medio, donde su rol principal ha sido abrir el camino a nuevos mercados y la ampliación de tratados de libre comercio.
A todos quienes le han preguntado e insistido, les ha dado la misma respuesta: “No me voy a pronunciar antes de diciembre, hasta después de la segunda vuelta presidencial”.
En los últimos meses, no sólo dirigentes de la DC lo han emplazado a hacer algún gesto. Familiares del exmandatario que gobernó Chile entre marzo de 1994 y el 11 de marzo de 2000 señalaron a La Tercera que dirigentes políticos vinculados a los comandos de Evelyn Matthei, Jeannette Jara e, incluso, de José Antonio Kast le han pedido audiencia. A todos, por igual, Frei les ha dicho lo mismo: no.
Con la abanderada de Chile Vamos, Frei mantiene una buena relación, la que se forjó durante los 10 años que ambos coincidieron en el Senado. Y aunque cercanos a Frei admiten que tiene sintonía con algunas de las propuestas de Matthei, más que con cualquiera de los otros candidatos presidenciales, no haría un gesto en favor de ella.
Frei tiene previsto recorrer otro camino para incidir en el escenario político del país. En agosto, el exmandatario, en su calidad de presidente del CPI, les entregará a todos los candidatos presidenciales un documento, una suerte de programa de gobierno para cuatro años, con proyectos concretos sobre infraestructura, energía y telecomunicaciones, para impulsar el crecimiento económico. Algo que viene haciendo en todas las elecciones presidenciales desde 2012 y que, según ha reconocido el propio exmandatario, pocas veces han tomado en cuenta los distintos comandos.
Tampoco ha vuelto a tener contacto con la directiva de la DC. La última vez que el presidente democratacristiano, diputado Alberto Undurraga, lo contactó fue el 24 de junio pasado, cuando le envió por WhastsApp un breve saludo con ocasión de su cumpleaños número 83.
Quienes conocen bien la relación de Undurraga y Frei afirman que ambos no hablan hace mucho tiempo de temas políticos. Pese a que el timonel falangista necesita más que nunca de aliados internos, el vinculo entre ambos ha sido distante.
Undurraga ni siquiera alcanzó a sondear directamente con Frei la posibilidad de que evaluara una tercera aventura presidencial que representara al centro político. No fue necesario, dicen en la mesa directiva de la DC. Tempranamente Frei se había preocupado de dejar en claro que no estaba interesado.
Fue en agosto del 2024 cuando el nombre de Frei Ruiz-Tagle volvió a reflotar como opción de un centro político que se sentía huérfano políticamente. Uno de los primeros en mencionarlo fue Pablo Piñera. Tras visitar a Frei, el hermano del expresidente Sebastián Piñera, quien militó por 47 años en la DC, llegando a ocupar importantes cargos públicos durante los gobiernos de la Concertación, dijo en una entrevista al programa Desde La Redacción, de La Tercera, que había visto al exmandatario con mucha energía y ganas, como para volver a ser candidato presidencial.
Desde entonces, varios dirigentes intermedios de la DC -como Rodrigo Albornoz, Nicolás Preuss, Humberto Sanhueza y Marcelo Zapata, entre otros- golpearon la puerta de la casa de Frei para pedirle que aceptara ser el abanderado presidencial del partido de la flecha roja.
Pero una y otra vez Frei descartó asumir el desafío presidencial, mensaje que fue transmitido a la directiva falangista.
Incluso, exmilitantes DC que forman parte de otros partidos vieron en él una eventual carta que permitiera reunificar al centro político. El timonel y diputado de Amarillos, Andrés Jouannet, y el vicepresidente de Demócratas, Matías Walker, reconocieron públicamente que estaban mirando a Frei y que “correrían a apoyarlo” si decidía lanzar una nueva candidatura presidencial.
“Cada vez que hablamos con él nos decía lo mismo. Que ya tenía 83 años, que estaba en otra y que su familia se oponía terminantemente a una nueva aventura presidencial, por lo que el tema lo tenía completamente descartado”, reconocen fuentes de la directiva de Demócratas.
En septiembre del año pasado, Frei llamó a Jouannet para agradecerle el gesto que había tenido el timonel de Amarillos hacia él. Pero de inmediato le reiteró que no estaba disponible para una nueva candidatura. “¡No voy a cambiar de posición!”, le dijo.
Aún así, la presión sobre Frei se mantuvo desde diversos sectores. Por lo mismo, buscó cerrar los rumores que circulaban sobre una eventual carrera presidencial en una entrevista publicada el 12 de enero pasado en El Mercurio. “Es un reconocimiento a lo que he hecho durante 40 o 45 años de vida pública. Agradezco el reconocimiento, pero yo ya tengo mis años, estoy en otra etapa”, señaló.
Lo que no esperaba Frei es que desde su partido no le pidieran asumir un rol más activo en medio de la crisis que nuevamente enfrenta la DC, por la decisión de si apoyar o no a Jara como carta presidencial. Y a pesar de que -esta vez- la posición de la dirigencia DC sí coincide con la suya.
Es más, la mesa directiva de la DC prefirió no invitar a Frei a la junta nacional de este sábado, donde se debatiría el tema presidencial. “Nosotros tratamos a Frei no sólo como extimonel democratacristiano, sino también como expresidente de la República y, en ese sentido, debemos cuidarlo como parte del patrimonio de la DC. No tenía ningún sentido llevarlo a la junta nacional para exponerlo, más aún después de que algunos militantes han pedido varias veces su expulsión”, admitían fuentes de la directiva DC.
Normalmente los expresidentes pueden participar por derecho propio en las juntas nacionales de la DC. Pueden hablar, pero sin derecho a voto. Sin embargo, Frei no ha asistido a estos encuentros partidarios en el último año. Por lo mismo, hasta el jueves pasado, la directiva que encabeza Undurraga no le había extendido una invitación formal para que asistiera, algo que molestó al exjefe de Estado, pese a que él mismo ha señalado que no está interesado en hablar durante los próximos meses de la contienda electoral.
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