
Expertos en el PC desmenuzan irrupción de Jara y su posibilidad de llegar a La Moneda
Su estilo alejado de los cánones comunistas, el rol de Teillier en la apertura del partido tras la muerte de Gladys Marín y una nueva generación liderada por Camila Vallejo y Karol Cariola, son parte del análisis que hacen historiadores y expertos en el partido de la hoz y el martillo.

La noche del domingo, en su primer discurso como candidata presidencial oficialista -tras ganar las elecciones primarias con más del 60% de la votación-, Jeannette Jara (PC) hizo varios guiños a la historia del Partido Comunista, de la izquierda chilena y el mundo social y sindical.
“Para servir, nos sobran bellos ejemplos en nuestro país, desde el Padre Alberto Hurtado hasta Salvador Allende, desde Eloísa Díaz (primera estudiante chilena de medicina) hasta Clotario Blest, desde Luis Emilio Recabarren (fundador del PC) y Teresa Flores (dirigente sindical) hasta Manuel Bustos y Gladys Marín”, dijo Jara al partir su alocución en el Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL).
Y cerró con la conocida frase de Allende, que ya había usado Gabriel Boric el 11 de marzo de 2022, desde el balcón de La Moneda: “Vayan a sus casas, con la alegría sana de la limpia victoria alcanzada”.
Cristián Pérez: “Es la primera vez que un PC es apoyado por un enorme bloque político”
El historiador Cristián Pérez -profesor de la Escuela de Periodismo de la U. de Playa Ancha y experto en temas del PC- señala que Jara logró una de las victorias electorales más relevantes en los 113 años de la historia de comunismo chileno.
“Por primera vez una candidata de sus filas tiene posibilidades de obtener la Primera Magistratura, es decir, de ganar la elección presidencial”, señala. Sin embargo, para Pérez el hito más relevante es que, por primera vez, una comunista competirá encabezando una amplia coalición de centroizquierda.
“Más allá de los que puedan desertar en el último instante, Jara estará apoyada por un enorme bloque político, social, cultural, donde van a estar los partidos políticos oficialistas, pero también las organizaciones sociales y de base, que es el tejido social de la izquierda y centroizquierda que sigue siendo muy potente todavía”.
El autor del libro Vidas revolucionarias, entre otros, cuenta que en los años 30 el PC presentó a Elías Laferte tres veces a la presidencia, pero sus votaciones fueron más bien marginales. “Posteriormente -agrega- apoyó a los candidatos del Frente Popular -Pedro Aguirre Cerda y Juan Antonio Ríos-, después a otro candidato del Partido Radical, Gabriel González Videla, quien en 1946 terminó traicionándolo. Después de la proscripción (del PC), que termina a fines de los años 50, ellos ya apoyan solamente a Salvador Allende”.
Rolando Álvarez: “Inimaginable” a inicios de la transición
La tónica de las candidaturas del PC en el siglo 20 radicó en dos alternativas, explica Rolando Álvarez, historiador de la U. de Santiago: “O eran levantados como figuras para negociar, como el caso de Pablo Neruda para las elecciones que finalmente ganó Salvador Allende en 1970; o eran figuras donde había consciencia de que no ganarían, pero eran apuestas de mediano o largo plazo de construcción de una alternativa política, como ocurrió con la candidatura de Marín en 1999”.
El académico de la Usach recuerda que tras la recuperación de la democracia y en los posteriores gobiernos de la transición “era inimaginable” que el PC -perseguido durante los 17 años de dictadura- tendría una candidata presidencial apoyada por la coalición de centroizquierda oficialista, como ocurrió el domingo, con la victoria de la exministra del Trabajo y Previsión Social.
“El PC fue opositor a los cuatro gobiernos de la Concertación (1990-2010), periodo en que los comunistas y otros grupos de izquierda, como los humanistas, optaron por intentar levantar una tercera fuerza política, alternativa a la Concertación y a la coalición de derecha”, explica el autor de más de una decena de libros sobre el PC, entre ellos, Años decisivos. Las Juventudes Comunistas de Chile en dictadura (1980-1991).
El académico recuerda que el PC tuvo candidatos presidenciales propios en 1993, 1999, 2005 y 2009, y solo apoyó en la segunda vuelta a Bachelet (PS) y a Eduardo Frei (DC). “Estos apoyos -explica- pueden considerarse otros hitos del proceso de convergencia entre el PC y las fuerzas de centroizquierda, que tuvo su punto de llegada en 2013, cuando en primera vuelta, comunistas y ex Concertación confluyeron en apoyar en primera vuelta a Bachelet”.
Estos respaldos cruzados entre el PC y los partidos de centroizquierda -agrega Álvarez- permitieron otro de los momentos importantes del partido en su historia más reciente, la participación en la elección parlamentaria de 2009, que marcó el regreso de la tienda de la hoz y el martillo al Parlamento y su paulatina reinserción en el establishment político.
En esa oportunidad, Teillier, Hugo Gutiérrez y Lautaro Carmona fueron electos diputados dentro de la lista parlamentaria de la Concertación.

Alfredo Riquelme: “Teillier abrió el camino”
El profesor de historia de la Universidad Católica Alfredo Riquelme -también experto en la vida contemporánea del PC chileno- señala que la victoria de Jara es el “triunfo de un notable liderazgo personal de la candidata y de las nuevas generaciones comunistas a las que abrió camino Teillier -considerado el mentor de la nueva generación de dirigentes comunistas y con la cual Carmona no ha logrado conectar-.
“Ellas han madurado políticamente, adquiriendo a la vez capacidades de gestión estatal y cultura de coalición, en los gobiernos de Bachelet y de Boric”, dice.
Por ello, cree que el gran desafío que enfrenta ahora Jara, para tener la posibilidad de llegar a ser Presidenta de Chile, es generar confianza y adhesión ciudadana mucho más allá de la izquierda, “incluyendo entre sus votantes a gran parte de esa mayoría ciudadana que votó en contra de los dos proyectos constitucionales extremos que fueron rechazados en dos plebiscitos”.
“Desde ahora Jara debe dejar de ser la candidata del PC para convertirse en la representante de la amplia coalición, cuyos votantes la han elegido”, sentencia autor del libro Rojo atardecer. El comunismo chileno entre dictadura y democracia.

Hugo Guzmán: “Contemporizar las comunicaciones”
El periodista Hugo Guzmán, director del periódico El Siglo, ligado al PC, señala que, desde la perspectiva comunicacional, el triunfo de Jara es “una noticia notable e histórica en la cobertura de El Siglo en sus 85 años de existencia”.
Según Guzmán, esta nueva etapa trae de la mano varios desafíos desde el punto de vista periodístico para el PC. “Podría decirse que el partido ingresa a una nueva época que requiere afinar relatos y contemporizar las comunicaciones, al tiempo de encarar desinformaciones y noticias falsas que vendrán como lluvia desde los sectores más conservadores”.
Justamente en una columna publicada ayer en El Siglo, el historiador Mario Amorós –autor de Gladys Marín. Una vida revolucionaria- coincide que el triunfo de la dirigente oriunda de Conchalí es de “proporciones históricas”, si se considera que desde 1932 solo en dos ocasiones militantes comunistas -Laferte en 1932 y Gladys Marín en 1999- compitieron en la elección presidencial. La clave de Jara, según el escritor especializado en la izquierda chilena, es haber “demostrado una capacidad de comunicación política y un liderazgo que ha logrado derrotar el discurso anticomunista”.
Los desafíos y posibilidades de Jara, según los historiadores
Álvarez (Usach) dice que hay que remontarse al 2021, con la candidatura de Daniel Jadue, para que el PC volviese a tener una alternativa presidencial competitiva: “Con su derrota se pensó que su figura sería una excepción. Pero Jara logró lo impensado: ganar una primaria ultracompetitiva a los sectores exconcertacionistas y a la llamada “nueva izquierda” (Frente Amplio)“.
Pérez (Usach) explica que la centroizquierda en nuestro país “todavía sigue siendo una fuerza muy potente, por lo que, a su juicio, no sería raro ni una sorpresa que (la administradora pública) pasara a segunda vuelta y tuviéramos una gran final entre José Antonio Kast y Jara”.
“Yo no descartaría para nada la posibilidad de que en Chile se elija a una militante comunista como Presidenta de Chile”, dice Álvarez (Usach), señalando que “el estilo de la exministra, su carisma personal, el haber hecho una campaña muy empática con la población, abren hoy un nuevo escenario electoral”.
A juicio de Riquelme (UC), antes de ello, la abanderada del oficialismo y las nuevas generaciones comunistas deberán resolver un tema pendiente: “La paradoja de haberse convertido en hegemónicos en la coalición, sin serlo hasta ahora en su partido, como lo ha demostrado el persistente contrapunto entre las posiciones de la candidata y Carmona”.
“Las diferencias no son un problema, son una oportunidad”, sentenció Jara la noche del lunes. Sin perder tiempo, hoy se reunió con los presidentes de los partidos oficialistas, quienes le confirmaron su total apoyo.

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